Tijuana está de luto. La comunidad deportiva y los amantes de los animales lamentan la muerte de “Chicles”, el querido perrito maratonista que se ganó el cariño de miles de personas por su entusiasmo, su energía y su compromiso en las competencias locales. El famoso lomito, de pelaje color miel y alrededor de diez años de edad, falleció el 30 de septiembre tras ser envenenado, según informó su cuidador y entrenador, Héctor “Flecha” Hernández.
El caso ha generado indignación y tristeza en redes sociales, donde cientos de internautas expresaron su apoyo al entrenador y pidieron a las autoridades de Baja California una investigación para esclarecer lo sucedido. “Les informo que alguien muy malo, con un corazón muy malo, envenenó a ‘Chicles’. Hoy, 30 de septiembre de 2025, se nos fue mi niño hermoso”, dijo Hernández visiblemente afectado en un video publicado en sus redes. Las imágenes de despedida conmovieron a seguidores y deportistas de todo el país, que recordaron el legado del perrito que inspiró a muchos corredores.
El perrito que conquistó las pistas y los corazones
El nombre de Chicles se hizo conocido por primera vez en 2023, cuando apareció de manera espontánea en una carrera local en Tijuana. En aquella ocasión, sorprendió a todos al unirse a los corredores humanos con increíble resistencia, acompañando a los atletas hasta la meta. Desde entonces, se volvió una figura recurrente en los eventos deportivos de la región, corriendo junto a profesionales, aficionados y niños, siempre con su característica alegría.
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Su presencia en las maratones se transformó en un símbolo de motivación. Los organizadores comenzaron a reconocerlo oficialmente, entregándole una medalla simbólica en más de una ocasión. Para muchos, Chicles representaba la energía, la fidelidad y el espíritu deportivo que define a Tijuana, una ciudad con una comunidad atlética cada vez más activa. Su carisma también lo convirtió en una figura popular en redes, donde miles de usuarios seguían sus apariciones y compartían videos de sus recorridos.
De acuerdo con su cuidador, el perrito no era parte de un club formal, pero siempre acompañaba los entrenamientos del grupo de corredores locales dirigido por “Flecha” Hernández. En cada jornada, sin importar la distancia o el clima, Chicles partía al trote junto al grupo y cruzaba la línea de meta entusiasmado, recibiendo aplausos y muestras de cariño. “Era incansable y feliz, siempre fue uno más del equipo”, señaló su entrenador en una publicación posterior.
Indignación y llamado a la justicia
La noticia de su muerte ha desatado una ola de mensajes de condolencias y reclamos de justicia bajo etiquetas virales como #JusticiaParaChicles y #AdiósChicles. Grupos protectores de animales en Tijuana y Baja California expresaron su repudio y recordaron la necesidad de aplicar sanciones más severas a quienes cometen actos de crueldad animal.
Vecinos y corredores cercanos a la zona donde habitaba el perrito lamentaron que un acto tan cruel haya arrebatado a un animal que simbolizaba la unión y la alegría de la comunidad. Algunos residentes colocaron flores y velas en los alrededores del parque donde solía entrenar junto a su grupo, mientras que otros preparan una carrera conmemorativa en su honor.
@chiclesnewstj #elchicles ♬ sonido original – Faus Duperré
De acuerdo con fuentes locales, colectas espontáneas se han formado para apoyar las gestiones legales que exigirán la investigación del caso y la identificación del responsable. En Tijuana, los casos de envenenamiento animal siguen siendo un problema frecuente, lo que ha reavivado el debate público sobre la protección de los derechos de los animales y la importancia de educar sobre el respeto hacia ellos.
En redes sociales, miles de usuarios recordaron los momentos felices del perrito, compartiendo fotografías y videos de sus carreras. “Siempre serás parte de nuestras rutas”, escribió uno de los corredores que solía entrenar con él. Otros lo describieron como “un compañero leal que nunca se rendía” y “el mejor ejemplo de constancia y alegría”.
El legado del perrito maratonista
Más allá de su historia deportiva, Chicles se convirtió en un símbolo de esperanza y compañerismo. Su participación en eventos deportivos trascendió fronteras, atrayendo la atención incluso de corredores internacionales que visitaban Tijuana. En diferentes competencias, fue reconocido con menciones honoríficas y homenajes que lo destacaron como “embajador del espíritu deportivo”.
Tras su fallecimiento, la comunidad atlética de Tijuana anunció que se planea realizar una edición especial de una carrera local en memoria del perrito, en la que los participantes correrán con pañuelos o camisetas alusivas a él. Su cuidador, entre lágrimas, agradeció el cariño de la gente y pidió que la historia de Chicles sirva para crear conciencia sobre el maltrato animal. “Mi niño corrió libre y feliz. Quiero que todos lo recuerden así, alegre, corriendo con nosotros”, expresó.
El caso de Chicles ha trascendido como una llamada de atención sobre la crueldad hacia los animales y la importancia de la empatía. En las calles de Tijuana, su recuerdo permanece vivo entre quienes lo vieron correr y entre todos los que encontraron en él una fuente de alegría. Su huella queda grabada como la de un atleta de cuatro patas que enseñó que el amor y la lealtad no tienen fronteras.