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¿Por qué Trump acusa de extorsión a los demócratas?

¿Por qué Trump acusa de extorsión a los demócratas?
Fotografía del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca, en Washington (EE.UU.). Foto: EFE/EPA/ Will Oliver

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a atacar a sus opositores en el Congreso, esta vez con duras declaraciones contra los senadores demócratas, a quienes acusó directamente de actuar como “extorsionadores”. Las críticas surgieron después de que se reportara un retraso en la confirmación de más de 160 nominados por el propio Trump, proceso que se encuentra paralizado en el Senado.

A través de su red Truth Social, el mandatario republicano denunció que los legisladores demócratas están “haciendo todo lo posible para demorar que estas personas maravillosas y talentosas sean aprobadas”. En el mismo mensaje, comparó la situación con una hipotética en la que figuras históricas como George Washington o Abraham Lincoln también serían rechazadas por los demócratas, sugiriendo que el nivel de obstrucción responde a intereses políticos más que a razones de mérito.

Trump acusa de extorsión a los demócratas por demorar nombramientos

El estancamiento en las confirmaciones ha generado tensión en el Senado, donde los republicanos acusan a los demócratas de obstaculizar deliberadamente el proceso. De acuerdo con el medio especializado The Hill, al menos 160 nominaciones siguen sin ser aprobadas, lo que afecta diversos nombramientos clave en el aparato gubernamental.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado de EE.UU., Chuck Schumer (c), camina por el Capitolio, sede del Congreso de EE.UU., en Washington. EFE/Jim Lo Scalzo

Trump sostiene que la demora es una forma de chantaje político. En sus publicaciones, aseguró que el líder demócrata Chuck Schumer “exige más de mil millones de dólares para aprobar a un pequeño número de nuestros nominados altamente cualificados”. Esta acusación marca un nuevo capítulo en la confrontación entre el presidente y la bancada demócrata, que ha sido constante desde su primer mandato.

La tensión ha escalado a niveles poco habituales incluso para los estándares de la política estadounidense. En un mensaje posterior, Trump arremetió directamente contra Schumer con una frase sin precedentes: “¡Díganle a Schumer que se vaya al infierno!”, escribió. Y no se detuvo ahí. Minutos después, acusó a los senadores del partido azul de ser “extorsionadores que casi destruyeron nuestro país”.

Los demócratas justifican el bloqueo por la “falta de idoneidad”

Por su parte, los demócratas han rechazado las acusaciones del presidente. El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, respondió desde su cuenta oficial en la red X (antes Twitter) que “nunca hemos visto nominados tan defectuosos, comprometidos y poco calificados como los de Trump”.

Acompañando su mensaje con un gráfico estadístico, Schumer argumentó que el nivel de escrutinio se debe a la baja calidad de los postulados. “Históricamente, malos nominados merecen niveles históricos de revisión”, dijo, justificando así la decisión del Senado de revisar exhaustivamente cada propuesta del mandatario.

Además, el senador demócrata recalcó que no se trata de un obstruccionismo arbitrario, sino de una defensa de los estándares institucionales. Según él, permitir el paso libre de figuras mal preparadas debilitaría las funciones del gobierno federal.

Trump acusa de extorsión a los demócratas

La narrativa de persecución política y sabotaje institucional se ha convertido en un eje de su discurso público. Al acusar a los demócratas de extorsión, el presidente también fortalece su imagen frente a sus bases, presentándose como víctima del “establishment” y del llamado “Estado profundo”.

Sin embargo, los expertos consideran que este tipo de retórica podría tener efectos contraproducentes. Algunos analistas advierten que la creciente polarización dificulta aún más la gobernabilidad y profundiza el desencanto ciudadano con las instituciones. Aun así, Trump parece decidido a mantener el tono confrontacional que caracterizó su primer mandato.

El líder de la mayoría republicana en el Senado, John Thune, mencionó recientemente que existe la posibilidad de abordar algunos de los nombramientos durante el receso de verano. No obstante, no se ha llegado a un consenso claro sobre cómo avanzar en las confirmaciones sin generar una nueva crisis política.

Nombramientos estancados y clima de tensión legislativa

El conflicto por las confirmaciones no es nuevo. En el pasado, tanto demócratas como republicanos han utilizado tácticas de demora para frenar propuestas del partido contrario. Sin embargo, la cantidad de nominaciones pendientes en este caso supera ampliamente los estándares históricos.

En 2023, por ejemplo, el promedio de tiempo para confirmar un nominado fue de 115 días. Hoy, varios de los postulantes de Trump llevan esperando más de 200 días sin una decisión. Esto ha generado vacíos en sectores clave como el Departamento de Justicia, el Servicio Exterior y las cortes federales.

Los republicanos insisten en que los bloqueos responden a motivaciones políticas. Los demócratas, por otro lado, continúan cuestionando la calidad y el perfil ético de muchos de los candidatos seleccionados por Trump. De fondo, el estancamiento revela un Congreso profundamente dividido, donde la colaboración bipartidista parece cada vez más improbable.

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