El caso Jeffrey Epstein volvió a captar la atención nacional el 2 de septiembre de 2025, cuando el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes de Estados Unidos publicó 33,295 páginas de documentos relacionados con el fallecido magnate, condenado por delitos sexuales. Esta primera entrega, proporcionada por el Departamento de Justicia, ha reavivado el debate sobre la transparencia en una investigación que ha generado especulaciones y controversias durante años. Sin embargo, tanto demócratas como republicanos coinciden en que la mayoría de los archivos son información ya conocida, dejando preguntas abiertas sobre posibles revelaciones futuras.
Una entrega masiva con pocos datos nuevos
El presidente del Comité, el republicano James Comer, anunció que los documentos son solo el comienzo, asegurando que “hay más en camino”. La publicación incluye registros judiciales, bitácoras de vuelo de Epstein, videos de vigilancia de la cárcel donde murió en 2019 y entrevistas policiales. Sin embargo, los demócratas del comité, liderados por el representante Robert Garcia de California, señalaron que solo el 3% de los archivos aporta información nueva, mientras que el resto ya estaba en el dominio público. “El Departamento de Justicia está obstruyendo; menos del 1% de los archivos totales ha sido liberado”, criticó el representante Ro Khanna.
Por lo tanto, la falta de revelaciones significativas ha frustrado a quienes esperaban detalles sobre la red de contactos de Epstein. Entre los nuevos documentos destacan menos de 1,000 páginas de registros de vuelos del avión privado de Epstein, de 2000 a 2014, y formularios de reingreso a Estados Unidos, según Garcia. Estos archivos, aunque interesantes, no parecen esclarecer las teorías sobre una supuesta “lista de clientes” que Epstein habría utilizado para extorsionar a figuras influyentes.
Presión política y promesas de campaña
El caso Epstein ha sido un tema candente en la política estadounidense, especialmente tras las promesas de campaña del presidente Donald Trump en 2024, quien aseguró que publicaría una lista de clientes del magnate. Sin embargo, una vez en el poder, la administración ha adoptado una postura más reservada. En julio, la fiscal general Pam Bondi afirmó que no existía una lista incriminatoria, lo que desató críticas entre los seguidores de Trump y acusaciones de encubrimiento por parte de demócratas. Esta tensión llevó al comité a emitir una citación al Departamento de Justicia en agosto, exigiendo todos los registros relacionados con Epstein.
En consecuencia, la publicación de los documentos responde a un esfuerzo bipartidista por mayor transparencia. El representante republicano Thomas Massie y el demócrata Ro Khanna han liderado una iniciativa para forzar una votación en la Cámara que obligue al Departamento de Justicia a divulgar todos los archivos, protegiendo solo la identidad de las víctimas. El presidente de la Cámara, Mike Johnson, ha intentado frenar esta medida, calificándola de “mal redactada” por no garantizar la privacidad de los sobrevivientes.
Nuevos detalles y preguntas persistentes
Entre los documentos destaca un video de 13 horas y 41 segundos de la celda de Epstein en el Centro Correccional Metropolitano de Nueva York, capturado la noche de su muerte en agosto de 2019. Este material incluye un minuto previamente omitido, lo que resuelve un vacío en grabaciones anteriores. Además, se publicaron entrevistas con empleados de Epstein, uno de los cuales describió la presencia de “muchas chicas muy jóvenes” en su casa de Florida, aunque sin confirmar si eran menores.
Pese a todo, las declaraciones de Ghislaine Maxwell, ex pareja de Epstein y condenada a 20 años de prisión, han añadido más intriga. En entrevistas con el vicefiscal general Todd Blanche en julio, Maxwell negó la existencia de una lista de clientes y expresó dudas sobre el suicidio de Epstein, alimentando teorías de conspiración. La reunión del comité con seis víctimas de Epstein el mismo día de la publicación subrayó la urgencia de justicia, con legisladores como Nancy Mace y Melanie Stansbury describiendo el encuentro como “emotivo”.
Un caso que no termina
La publicación de los documentos es un paso hacia la transparencia, pero las críticas persisten. Mientras Comer insiste en que el Departamento de Justicia seguirá entregando archivos, las víctimas y el público exigen respuestas claras. La presión para una divulgación completa, sin comprometer la privacidad de los sobrevivientes, seguirá marcando la agenda política en Washington.
