La Selección Argentina finalizó su actividad futbolística de 2025 con una victoria sólida frente a Angola por 2-0, en un amistoso disputado este jueves en el Estadio José Amalfitani. El conjunto dirigido por Lionel Scaloni aprovechó la fecha FIFA de noviembre para mantener ritmo competitivo antes del inicio de las eliminatorias rumbo al Mundial 2026.
Los goles del encuentro fueron obra de Lautaro Martínez y Lionel Messi, quienes sellaron una actuación eficiente y sin sobresaltos para la Albiceleste. A pesar de la fuerza del equipo africano, Argentina controló el juego con calma. Mostró un buen equilibrio y rotó a sus jugadores.
El partido significó también el debut de nuevos talentos bajo el mando de Scaloni, reafirmando la apuesta por un proceso que combina experiencia y juventud.
Una primera parte trabajada, pero con premio
Durante los primeros minutos, Angola intentó imponer su ritmo físico, presionando alto e incomodando la salida argentina. Pese a ello, la selección nacional mantuvo la calma y comenzó a generar oportunidades a partir del buen manejo de la pelota en el mediocampo.
Con Enzo Fernández y Alexis Mac Allister como ejes de distribución, el equipo fue ganando terreno hasta encontrar el primer tanto. A los 43 minutos, una precisa asistencia de Messi habilitó a Lautaro Martínez, quien definió con potencia entre las piernas del arquero rival.
El gol trajo alivio a la Albiceleste y permitió encarar el descanso con ventaja, luego de una etapa inicial pareja en la que Angola demostró orden defensivo y buena respuesta física.
Messi y Lautaro, una dupla letal
En el complemento, el desarrollo resultó más controlado para Argentina. Con la ventaja a favor, el equipo dosificó esfuerzos y buscó asociarse desde la calma. Si bien Angola mantuvo su estructura táctica, el talento individual de Messi y Lautaro volvió a marcar diferencias.
A los 36 minutos del segundo tiempo, el delantero del Inter devolvió gentilezas: filtró un pase al capitán, que definió con la categoría acostumbrada para sellar el 2-0 definitivo. El abrazo entre ambos jugadores reflejó la complicidad y la vigencia de una sociedad ofensiva que sigue siendo clave en el funcionamiento del equipo nacional.
Messi, quien jugó poco más de una hora, se retiró ovacionado por el público. Con su gol, llegó a 109 tantos con la camiseta albiceleste, reafirmando su condición de máximo goleador histórico de la selección.
El debut de caras nuevas
Más allá del resultado, el amistoso dejó espacio para las pruebas. Lionel Scaloni dio minutos a varios futbolistas jóvenes, entre ellos Kevin Mac Allister, Joaquín Panichelli y Gianluca Prestianni, quienes debutaron oficialmente con la camiseta nacional.
Panichelli, delantero surgido de River Plate y actualmente en Europa, mostró movilidad y criterio en el área, mientras que Prestianni, del Benfica, aportó explosión por las bandas. El público celebró la aparición de nuevas promesas, en línea con la política del cuerpo técnico de consolidar recambio gradual sin alterar la base campeona del mundo.
Por su parte, el arquero Gerónimo Rulli volvió a sumar minutos después de varios meses, respondiendo con solvencia en las pocas aproximaciones del conjunto africano.
Balance positivo para la Selección Argentina
Con este triunfo, Argentina cierra el 2025 con un balance altamente favorable: 13 victorias, 2 empates y solo una derrota en el año. Asimismo, conserva su invicto en territorio nacional desde la consagración en Qatar 2022 y mantiene la cima del ranking FIFA.
La presentación ante Angola, aunque sin gran exigencia, sirvió para reafirmar la solidez colectiva, la conexión entre los líderes del grupo y el impulso de jóvenes talentos que pugnan por un lugar en el equipo.
El cuerpo técnico ya planifica el calendario de 2026, año en el que la Albiceleste disputará partidos amistosos en Asia y Europa antes de la Copa América en Estados Unidos, principal objetivo de la próxima temporada.
El cierre del año dejó una imagen clara: un grupo consolidado, con liderazgo, equilibrio táctico y la ilusión intacta de seguir haciendo historia en el ciclo de Lionel Scaloni.
