El pago por horas extra en Estados Unidos es una cuestión que impacta a millones de trabajadores en todo el país. Aunque la Ley Federal de Normas Laborales Justas (FLSA, por sus siglas en inglés) establece parámetros generales, cada estado tiene la facultad de aplicar sus propias reglas. Esto ha dado lugar a diferencias significativas en cómo se paga el tiempo extra, dependiendo del lugar donde se trabaje.
La FLSA establece que todo empleado no exento debe recibir al menos 1.5 veces su salario habitual por cada hora trabajada que supere las 40 horas semanales. Sin embargo, algunos estados han decidido implementar políticas más favorables para los trabajadores, imponiendo requisitos adicionales como pagos por jornadas que exceden ocho horas diarias o normas específicas por sector.
Pago del tiempo extra en EE.UU. bajo la ley federal
La ley federal define tres requisitos que debe cumplir un empleado para estar exento del pago de tiempo extra:
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Recibir un salario fijo de al menos 684 dólares por semana (equivalente a 35,568 dólares anuales).
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Ser asalariado, no por hora.
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Desempeñar funciones ejecutivas, administrativas o profesionales, según lo especificado por el Código de Regulaciones Federales.
Si un trabajador no cumple con estos criterios, tiene derecho al pago por tiempo extra según las reglas establecidas por la FLSA. Esto significa que por cada hora trabajada por encima de las 40 horas semanales, se debe pagar un 50% adicional sobre su salario base.
Imagen referencial de un trabajador que recibe propinas. Foto: X/@PayrollOrg
Estados sin leyes propias sobre tiempo extra en EE.UU.
En varios estados, los empleadores solo están obligados a cumplir con lo establecido por la FLSA. Estos estados no cuentan con normativas adicionales para regular el pago del tiempo extra. Algunos de ellos son:
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Alabama
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Arizona
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Arkansas
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Connecticut
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Georgia
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Iowa
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Nebraska
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Ohio
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Tennessee
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Utah
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Wyoming
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Carolina del Sur
En estos lugares, la ley federal es la única guía legal y no existen disposiciones adicionales sobre pagos por jornadas largas o dobles turnos. Esto limita las protecciones para muchos trabajadores en sectores que suelen requerir horas extras como la agricultura, la construcción o la atención médica.
¿Qué estados pagan mejor el tiempo extra en EE.UU.?
California es uno de los estados más generosos en cuanto al pago por tiempo extra. Aquí, los empleadores deben pagar tiempo extra después de ocho horas trabajadas en un solo día. Si un empleado trabaja más de 12 horas en un día, debe recibir el doble del salario por esas horas adicionales. Además, si un trabajador labora más de seis días consecutivos, el séptimo día debe ser pagado con tarifa doble si excede las ocho horas.
Alaska también se encuentra entre los estados con políticas estrictas sobre el pago de horas extra. Cualquier jornada que supere las ocho horas debe ser compensada con el 150% del salario base, sin necesidad de alcanzar las 40 horas semanales. No obstante, esta obligación solo aplica a empresas con más de cuatro empleados.
El pago de horas extra federal exige al menos 1.5 veces el salario habitual por cada hora trabajada que exceda las 40 semanales. Foto: X/@MfrsAlliance
Colorado impone un enfoque mixto, exigiendo tiempo extra tanto si se superan las 40 horas semanales como si se trabajan más de 12 horas en un solo día o 12 horas consecutivas sin importar cuándo comenzó la jornada laboral.
Nevada, por su parte, exige el pago de tiempo extra diario si el empleado gana menos de 1.5 veces el salario mínimo, a menos que haya un acuerdo para jornadas extendidas de 10 horas distribuidas en cuatro días.
En Nueva York, los trabajadores exentos por la FLSA pueden de todos modos tener derecho a tiempo extra, siempre que no se cumpla con el salario mínimo estatal, que es más alto que el federal. Esto extiende la cobertura y mejora las condiciones laborales de empleados en sectores como servicios, salud y educación.
Nuevas disposiciones fiscales para el tiempo extra en EE.UU.
Una medida reciente del Congreso federal ha añadido un incentivo fiscal para los trabajadores que perciben ingresos por tiempo extra. A partir del año fiscal 2025, los empleados podrán deducir hasta 12,500 dólares de ingresos por horas extra de su base imponible. Esta disposición estará vigente hasta 2028 y se incluye dentro de la One Big Beautiful Bill Act, aprobada en julio de 2025.
El objetivo de esta legislación es aliviar la carga fiscal para trabajadores de clase media y baja, incentivando la compensación justa por trabajo adicional. La medida fue impulsada con apoyo bipartidista, respaldada por asociaciones laborales y sectores empresariales que buscan mantener la competitividad del mercado laboral estadounidense.
Según la cobertura de Newsweek publicada el 4 de agosto de 2025, esta deducción fiscal representa una de las reformas más amplias desde la década de 1990 en materia de impuestos laborales. Expertos legales han señalado que esta disposición podría beneficiar especialmente a trabajadores en sectores como manufactura, transporte, salud y servicios.
¿Qué estados tienen reglas más estrictas sobre el tiempo extra en EE.UU.?
Además de California, Alaska y Colorado, otros estados con reglas más específicas incluyen:
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Kansas: Requiere pago extra a partir de las 46 horas semanales si la FLSA no aplica.
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Minnesota: Exige el pago por horas extra luego de 48 horas semanales si no se rige por la FLSA.
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Massachusetts: Excluye del cálculo el trabajo dominical y en días festivos para ciertos sectores.
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Rhode Island: Tiene disposiciones sectoriales que obligan al pago extra en áreas como comercio minorista y bomberos.
En estos estados, la protección al trabajador es mayor, aunque varía dependiendo del tipo de industria. Esto ha obligado a las empresas a adaptar sus políticas laborales para evitar sanciones por incumplimiento.
Por ello, tanto empleados como empleadores deben mantenerse informados sobre las regulaciones específicas en su estado, ya que el incumplimiento puede derivar en multas, demandas y pérdida de beneficios laborales. Para los trabajadores inmigrantes, especialmente en la comunidad latina, conocer estas leyes puede marcar la diferencia entre una remuneración justa o ser víctima de explotación.