Las operaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) han tenido un fuerte impacto en las pequeñas empresas en Estados Unidos. Desde el aumento de redadas hasta la amenaza constante de deportaciones, miles de negocios han perdido trabajadores, productividad y estabilidad financiera. Bajo el gobierno del presidente Donald Trump, estas medidas se intensificaron, generando temor entre empleados inmigrantes y reduciendo la fuerza laboral en sectores clave para la economía local.
Según la Iniciativa de Crecimiento Seguro, organización que representa a más de 300,000 pequeñas empresas, las deportaciones masivas han afectado directamente a los negocios que emplean o son dirigidos por inmigrantes indocumentados. Estos trabajadores, pese a su estatus migratorio, pagan impuestos mediante un Número de Identificación Personal del Contribuyente (ITIN), contribuyendo al sistema sin acceder a beneficios como el Seguro Social.
ICE y las pequeñas empresas: impacto directo en la fuerza laboral
Uno de los principales efectos de las acciones de ICE ha sido la reducción del número de empleados en pequeñas empresas. De acuerdo con el Foro Nacional de Inmigración, la pérdida de trabajadores no ciudadanos, a causa de redadas o por el temor de ser detenidos, ha generado una caída del 7.2% en el empleo en pequeñas empresas en California. A nivel general, se reportó una disminución del 2.2% en el empleo.
“Las pequeñas empresas no pueden producir bienes y servicios cuando su mano de obra es robada o teme ir a trabajar”, declaró Frank Knapp Jr., director de la Iniciativa de Crecimiento Seguro. “Estas empresas están perdiendo dinero, e incluso cerrando”.

Esta situación no es exclusiva de California. En estados con alta población migrante, como Texas, Arizona y Florida, las medidas migratorias severas han tenido un efecto similar. Los propietarios de negocios, especialmente en sectores como la construcción, el comercio minorista y los restaurantes, han tenido dificultades para reemplazar a trabajadores con experiencia y confianza.
ICE y las pequeñas empresas: pérdidas económicas invisibles
El reporte también enfatiza que el daño causado por ICE a las pequeñas empresas no siempre es visible en las estadísticas económicas generales, pero se percibe fuertemente a nivel local. Muchos negocios familiares han tenido que recortar horarios, cancelar contratos o rechazar nuevos clientes por la falta de personal.
Además, el miedo a ser arrestado ha llevado a algunos trabajadores a abandonar sus empleos sin previo aviso o a reducir su participación en actividades económicas. Esto crea un efecto dominó que impacta negativamente a los empleadores, a la comunidad y al fisco.
Una de las percepciones erróneas más comunes es que los inmigrantes indocumentados no pagan impuestos. Sin embargo, alrededor de 5.4 millones de personas en esta situación fiscal contribuyen a las finanzas del país mediante ITIN, según los estudios citados. A pesar de ello, no tienen acceso a beneficios del Seguro Social ni otros programas federales, lo que plantea un dilema moral y económico para el país.
ICE y las pequeñas empresas: propuestas para mitigar el impacto
La Iniciativa de Crecimiento Seguro ha propuesto una solución legislativa: la Ley de Dignidad. Esta iniciativa bipartidista fue presentada por las congresistas María Salazar (republicana de Florida) y Verónica Escobar (demócrata de Texas) en la Cámara de Representantes. El proyecto busca ofrecer un camino legal para que los inmigrantes indocumentados puedan trabajar, pagar impuestos y vivir sin temor a ser deportados, mientras se refuerzan ciertos aspectos de seguridad fronteriza.

“La política migratoria del gobierno federal ha alentado durante décadas a los indocumentados a integrarse a la economía formal y pagar impuestos”, afirmó Knapp. “Ahora, el mismo gobierno debe asumir la responsabilidad por las pérdidas que sufren las pequeñas empresas debido a esas mismas políticas”.
El Centro Comunitario y Laboral de la Universidad de California en Merced también alertó sobre esta problemática. En su estudio, compararon el empleo entre mayo y junio, detectando una fuerte caída justo cuando se intensificaron los operativos de ICE. La investigación concluyó que el miedo y las detenciones provocaron ausencias masivas en sectores económicos clave.
ICE y las pequeñas empresas: una relación forzada por la política migratoria
La relación entre ICE y las pequeñas empresas es compleja y conflictiva. Durante décadas, los vacíos legales y la falta de una reforma migratoria integral permitieron que millones de personas trabajaran de manera informal pero estable. Muchos negocios, especialmente los más pequeños, han dependido de esa fuerza laboral para crecer y mantenerse a flote.
Sin embargo, las políticas migratorias más estrictas han desestabilizado ese ecosistema. Propietarios de restaurantes, talleres, almacenes y otras pequeñas empresas han denunciado públicamente que ya no pueden operar con normalidad por la constante amenaza de redadas. A esto se suma la dificultad para contratar nuevos empleados en un contexto laboral donde la mano de obra disponible es cada vez más escasa.
Frente a este panorama, organizaciones empresariales, académicas y de derechos civiles han reiterado la urgencia de una reforma migratoria que no castigue a quienes ya han estado aportando a la economía. La narrativa de que los indocumentados representan una carga para el país queda desmentida por datos concretos sobre su participación en el sistema tributario y en el desarrollo de pequeñas empresas.
