El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó duras críticas contra la Organización de las Naciones Unidas (ONU) durante su intervención en la Asamblea General celebrada este martes en Nueva York. El mandatario cuestionó la utilidad del organismo al acusarlo de no haber contribuido a su objetivo de poner fin a los conflictos armados en distintas regiones del mundo.
“Si ese es el caso, ¿cuál es la utilidad de Naciones Unidas?”, preguntó Trump al inicio de su discurso, marcando un tono desafiante en su primera participación ante el foro multilateral desde su regreso a la Casa Blanca en enero pasado.
Críticas directas a la labor de la ONU
Fiel a su estilo, Trump no solo cuestionó el papel de Naciones Unidas, sino que además ironizó sobre el propio desarrollo de la sesión. El presidente se burló de fallas técnicas en el teleprompter y relató con humor que minutos antes había quedado atrapado en una de las escaleras mecánicas del edificio.
Sin embargo, más allá de los comentarios anecdóticos, el republicano centró su intervención en señalar que fue él quien consiguió acuerdos de paz en varios conflictos internacionales. “Terminé siete guerras en pocos meses de mandato”, afirmó, en referencia a los avances en treguas entre Camboya y Tailandia, Kosovo y Serbia, la República Democrática del Congo y Ruanda, Pakistán e India, Israel e Irán, Egipto y Etiopía, así como Armenia y Azerbaiyán.
“La ONU no me ayudó en nada”
Trump insistió en que Naciones Unidas estuvo ausente en todos estos procesos de negociación. “Es una lástima que tuve que hacer estas cosas en lugar de que las hiciera la ONU. En todos los casos, ni siquiera intentaron ayudar. Yo hablé directamente con los líderes de cada uno de estos países y nunca recibí una llamada telefónica del organismo para colaborar”, sostuvo ante los jefes de Estado y diplomáticos reunidos en el plenario.
El presidente señaló que la ONU “tiene un potencial tremendo” pero no lo aprovecha. Según dijo, el organismo “se limita a escribir cartas con palabras fuertes que después nunca tienen seguimiento”. Para Trump, esas “son palabras vacías, y las palabras vacías no resuelven guerras”.
Reclamos y aspiraciones
El mandatario aprovechó también para destacar que, debido a sus esfuerzos por frenar conflictos, “todo el mundo” le pide que reciba el Premio Nobel de la Paz. No obstante, aseguró que ese no es su objetivo. “Lo que me importa no es ganar premios, sino salvar vidas”, afirmó.
Con estas declaraciones, Trump volvió a colocarse en el centro de la escena internacional y reforzó su postura crítica hacia los organismos multilaterales, a los que acusa con frecuencia de ser ineficientes e incapaces de responder a las crisis globales.
Encuentro con António Guterres
Pese a la dureza de su discurso, Trump envió un mensaje conciliador al reunirse horas después con el secretario general de la ONU, António Guterres. Durante el encuentro bilateral, aseguró que mantiene un compromiso sólido con el organismo. “Nuestro país apoya a Naciones Unidas al 100 %. Creo que su potencial es increíble. Puede hacer tanto. Lo apoyo, aunque a veces esté en desacuerdo”, subrayó.
Por su parte, Guterres respondió con un tono diplomático y resaltó la importancia de la relación con Washington. “Estados Unidos es esencial para la ONU”, declaró, al tiempo que elogió al mandatario estadounidense por trabajar en favor de la paz. “Estamos completamente a su disposición para trabajar juntos por una paz justa”, añadió.
Una primera aparición con impacto
Esta fue la primera intervención de Trump ante la Asamblea General desde su retorno al poder, lo que aumentó la expectativa internacional sobre sus palabras. El discurso dejó claro que, aunque respalda a la ONU en términos generales, seguirá cuestionando con firmeza su eficacia en la resolución de conflictos.
El mensaje también dejó entrever que la política exterior de la actual administración priorizará el trato directo con los líderes de los países involucrados en disputas, sin depender de las estructuras multilaterales. Con ello, Trump reafirma su visión de un Estados Unidos activo y protagónico en la escena global, pero desconfiado de la capacidad de la ONU para liderar los procesos de paz.