No estás fallada: avanzando con lo suficientemente bueno

Ser emprendedora no es fácil. A veces nos sentimos abrumadas porque queremos que todo sea perfecto: que cada tarea se cumpla a tiempo, que cada acción produzca resultados inmediatos, que nada se desordene. Pero esa expectativa no refleja la realidad. ¡No existe tal cosa como que todo funcione siempre!

Las mujeres exitosas, que logran que sus negocios sean el vehículo para vivir la vida que valoran, no son las que hacen todo perfecto. Son las que avanzan con lo suficientemente bueno, pero avanzan. 💪🏼 Comprenden que es la naturaleza de los negocios y de la vida entera que las cosas cambien: por momentos hay que frenar, otras veces dar un paso al costado y, en ocasiones, es dar mil pasos hacia adelante. Avanzar con lo suficientemente bueno es lo que nos permite aprender, crecer y sostener nuestro negocio en el tiempo.

No estás fallada. Estás siendo, nada más ni nada menos, humana.

Ahora bien, hay una gran diferencia entre sentirse abrumada y desordenada al principio, cuando arrancas tu negocio y todo es nuevo. Es esperable trabajar mucho y ver pocos resultados. Pero si llevas años emprendiendo y sigues estancada: sin orden, sin lograr tus objetivos de venta, sin un sistema para delegar, con una lista interminable de tareas cada día, hay algo que te está bloqueando. Esto puede estar relacionado con muchos factores de tu programación del dinero, entre ellos: el miedo al éxito o el miedo al fracaso.

  • Miedo al fracaso: es más evidente. “¿Y si no funciona?”, “¿Y si pierdo dinero y tiempo?”. Nos protege, pero también puede paralizarnos si le permitimos controlar nuestras decisiones.
  • Miedo al éxito: más silencioso y sutil. Aparece justo cuando estamos a punto de dar un gran salto. Es esa voz interna que nos hace dudar, postergar decisiones estratégicas, distraernos con tareas que no importan o abandonar proyectos que podrían llevarnos a crecer.

Te comparto un ejemplo real de una mujer que acompaño en mi mentoría: Josefina, agente inmobiliaria, estaba lista para cerrar un acuerdo importante que iba a impulsar significativamente su negocio. De manera inconsciente, empezó a desviarse hacia otra propuesta que le ofreció una colega. Juntas identificamos que ese desenfoque era un mecanismo de autosabotaje por miedo al éxito. Con algunos ejercicios de conciencia, pudo retomar su foco, priorizar lo que realmente importaba y cerrar ese gran acuerdo, avanzando en su camino hacia la riqueza que desea.

Conclusión: Josefina cerró ese mega acuerdo, está feliz y además habló con su colega para revisar la propuesta en un par de meses, integrándola de manera estratégica a lo que ya tiene, sin perder el foco en sus objetivos y sin frenar su éxito empresarial.

¿Cómo nos damos cuenta si le tenemos miedo al éxito? Se puede manifestar de varias formas:

  • Postergar decisiones estratégicas: Estás a punto de cerrar un cliente importante y de repente sientes que “no es el momento” o empiezas a pensar en otro proyecto que no tiene relación.
  • Autosabotaje sutil: redes sociales, emails, tareas administrativas que parecen urgentes pero no generan ingresos reales.
  • Desviarnos de los grandes saltos por miedo a no poder sostenerlos o por temor a que nuestras relaciones cambien si nos mostramos exitosas.

Algunas claves para avanzar:

  • Aceptar el miedo como parte del proceso. No es un obstáculo, es una señal de que estás haciendo algo importante.
  • Avanzar con lo suficientemente bueno. No todo tiene que ser perfecto para generar resultados. Cada paso cuenta.
  • Priorizar y enfocarte en las acciones que generan impacto, delegando lo que no requiere tu atención directa.
  • Estar atenta a tu programación del dinero: identifica creencias limitantes, cuestiónalas y reemplázalas por creencias que te potencien. Potencia tus fortalezas financieras y deja de lado lo que ya no te sirve.
  • Buscar apoyo y acompañamiento: comparte experiencias con otras mujeres que también estén emprendiendo. No es necesario hacerlo todo sola.

Recuerda: cada avance, por pequeño que parezca, te acerca más a la vida que valoras. Cada acción, cada decisión tomada con intención y enfoque, es un paso hacia tu crecimiento. No estás fallada. Estás aprendiendo y escalando tu riqueza.

Compartir:

SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN

Para estar al día de las últimas noticias