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ONU alerta: Hambruna extrema golpea a Gaza

Hambruna extrema golpea a Gaza
EFE

La Franja de Gaza enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes, con más de medio millón de personas atrapadas en una hambruna extrema, según un informe publicado el 22 de agosto por la Clasificación Integrada de Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF), respaldada por la ONU. Esta declaración oficial, la primera de su tipo en Medio Oriente, pone al descubierto el devastador impacto del conflicto en la población gazatí. Líderes de la ONU acusan a Israel de bloquear la ayuda humanitaria, mientras el gobierno israelí rechaza las acusaciones, calificándolas de propaganda. La situación, descrita como un “infierno viviente”, exige una respuesta global inmediata.

Una catástrofe evitable

La CIF confirmó que la Gobernación de Gaza, que incluye la capital, ha alcanzado la fase 5 de inseguridad alimentaria, el nivel más crítico, caracterizado por hambre extrema, desnutrición aguda y muertes por inanición. Más del 30% de los hogares en el norte de Gaza enfrentan una escasez absoluta de alimentos, y el 35% de los niños menores de cinco años sufren desnutrición severa, según datos recopilados hasta el 15 de agosto. El informe proyecta que, para finales de septiembre, unas 641,000 personas estarán en esta situación, con Deir al-Balah y Jan Yunis acercándose al umbral de hambruna.

Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, calificó la crisis como un “fracaso de la humanidad”. En un mensaje en redes sociales, afirmó que la hambruna es un “desastre provocado por el hombre” y urgió un alto el fuego inmediato, la liberación de rehenes y el acceso sin restricciones a la ayuda humanitaria. Más de 62,000 palestinos han muerto y 157,000 han resultado heridos desde octubre de 2023, según el Ministerio de Salud de Gaza, con al menos 271 fallecidos por hambre, incluyendo 112 niños.

Acusaciones contra Israel

El jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, acusó directamente al gobierno israelí de provocar la hambruna mediante restricciones “ilegales” a la entrada de ayuda humanitaria. “Utilizar el hambre como arma en un conflicto es un crimen de guerra”, afirmó Türk, señalando que las muertes por inanición podrían considerarse “asesinatos intencionados”. El secretario general adjunto para asuntos humanitarios, Tom Fletcher, fue igual de contundente en Ginebra: “Esta hambruna es predecible y evitable, causada por la crueldad y sostenida por la indiferencia”.

En respuesta, el Ministerio de Exteriores israelí negó la existencia de hambruna, calificando el informe de la CIF como una “campaña fraudulenta” de Hamás. Israel alega que la ONU y organizaciones humanitarias mantienen 950 camiones de ayuda varados en la frontera por desacuerdos sobre los criterios de ingreso. Sin embargo, un análisis de la agencia EFE desmintió las afirmaciones israelíes, confirmando que el umbral de hambruna se mantuvo en 30% para los hogares en condiciones críticas, no en 15% como sugirió Israel.

Un sistema al borde del colapso

La crisis en Gaza no se limita a la falta de alimentos. La ONU reporta que el 98% de las tierras de cultivo están dañadas o inaccesibles, y nueve de cada diez personas han sido desplazadas por los bombardeos. Los precios de los alimentos se han disparado, y la escasez de agua potable y combustible agrava la situación. En julio, Unicef registró 12,000 casos de desnutrición grave en niños, seis veces más que a principios de 2025. “Los niños están pidiendo ir al cielo porque allí hay comida”, denunció un trabajador humanitario citado por Oxfam.

Además, la Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Israel y EE.UU., ha distribuido solo 90 millones de comidas, menos de la mitad de lo necesario para los 2.1 millones de habitantes, según la ONU. Más de 2,000 personas han muerto intentando acceder a estos puntos de distribución desde mayo, lo que ha llevado a agencias como Save the Children y Médicos Sin Fronteras a exigir una respuesta humanitaria liderada por la ONU.

Llamado urgente a la acción

La ONU y sus agencias, incluyendo el Programa Mundial de Alimentos y la OMS, han pedido un alto el fuego inmediato para permitir la entrada de 62,000 toneladas mensuales de ayuda. “El sistema sanitario, con trabajadores hambrientos, no puede resistir más”, advirtió Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS. Mientras Israel prepara una ofensiva en Ciudad de Gaza, donde un millón de personas viven en condiciones precarias, la comunidad internacional enfrenta una carrera contra el tiempo para evitar más muertes. La hambruna, según Guterres, “nos perseguirá a todos” si no se actúa ahora.

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