El expresidente de Corea del Sur Yoon Suk Yeol protagonizó una inusual escena al quedarse en ropa interior dentro de un centro de detención para evitar ser arrestado por fiscales que investigan presuntos casos de tráfico de influencias y abuso de poder. La fiscalía especial, liderada por Oh Jeong Hee, intentaba ejecutar una orden de arresto emitida en el marco de una investigación que incluye su fallida declaración de ley marcial a fines del año pasado, así como sospechas de beneficios indebidos a su esposa, Kim Keon Hee.
Según el fiscal, Yoon se negó a colaborar desde el momento en que los investigadores ingresaron al centro de detención. Se recostó en el suelo en calzoncillos y camiseta sin mangas, interrumpiendo los procedimientos e impidiendo el avance del operativo. La ley surcoreana prohíbe el uso de la fuerza para este tipo de arrestos, por lo que el expresidente aprovechó la normativa para bloquear su traslado.
Expresidente Yoon utiliza estrategia poco común para evitar su traslado
La actuación del expresidente de Corea del Sur Yoon Suk Yeol generó debate público en Seúl y en los medios internacionales. La orden de arresto había sido emitida tras su negativa a acudir a una citación por presunto abuso de poder vinculado a su esposa. Sin embargo, Yoon alegó problemas de salud como excusa para ausentarse. Esto llevó a la fiscalía a solicitar su detención forzosa el 30 de julio, y la orden fue aprobada de inmediato.

El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, responde una pregunta de un periodista durante una rueda de prensa en la Oficina Presidencial, en Seúl (Corea del Sur). Foto de archivo: EFE/ Kim Hong-ji / Pool
El fiscal especial afirmó que, aunque el procedimiento no era un acto de persuasión, por respeto a su cargo se le ofreció la opción de entregarse voluntariamente. Aun así, el exmandatario se negó de manera tajante, optando por una estrategia pasiva que imposibilitó su arresto inmediato. “El sospechoso no mostró ninguna intención de cooperar”, señaló Oh Jeong Hee, citando su comportamiento como “obstinado y disruptivo”.
La escena fue tan atípica que incluso generó reacciones desde el Parlamento, donde algunos legisladores opositores consideraron la actitud del expresidente como “teatral” e “indigna de un exjefe de Estado”.
Investigación sobre el expresidente de Corea del Sur Yoon Suk Yeol incluye tráfico de influencias
La fiscalía ha reunido pruebas que podrían implicar al expresidente de Corea del Sur Yoon Suk Yeol en un esquema de tráfico de influencias, donde supuestamente benefició a su esposa mediante la colaboración del periodista Myung Tae Kyun. Este último habría realizado encuestas sin costo alguno para mejorar la imagen pública de Yoon y Kim Keon Hee en la etapa previa a las elecciones presidenciales de 2022.
Aunque Kim Keon Hee no ocupa un cargo público, su nombre ha aparecido con frecuencia en investigaciones relacionadas con el poder político, y la oposición surcoreana ha solicitado varias veces que también sea llamada a declarar. Según los fiscales, Yoon utilizó su posición para favorecerla y consolidar apoyo mediático en su entorno.
Foto de archivo del expresidente Yoon Suk Yeol. X/@MarioNawfal
La orden de arresto actualmente sigue vigente hasta el 7 de agosto. Si para esa fecha no se puede ejecutar, la fiscalía deberá evaluar si presenta nuevas pruebas que justifiquen una segunda orden o si recurre a medidas legales adicionales para forzar la comparecencia del exmandatario.
Reacciones y consecuencias políticas por el caso del expresidente de Corea del Sur Yoon Suk Yeol
El comportamiento del expresidente de Corea del Sur Yoon Suk Yeol ha provocado una mezcla de indignación y burla en la sociedad surcoreana. La prensa local ha cuestionado la solidez de las instituciones al permitir que una figura política de alto perfil utilice estrategias de evasión poco comunes para obstruir la justicia. Mientras tanto, simpatizantes de Yoon afirman que el caso es una persecución política por parte de sus opositores, quienes buscan desprestigiarlo tras su salida del poder.
Algunos expertos consideran que este episodio podría tener repercusiones duraderas en la percepción pública sobre la élite política surcoreana. “La falta de cooperación de Yoon refleja una crisis de legitimidad institucional”, comentó Hwang Ji-hoon, profesor de ciencias políticas en la Universidad Nacional de Seúl. “Incluso si no se prueba su culpabilidad, la imagen que ha proyectado es de confrontación directa con la justicia”.
Corea del Sur ha tenido antecedentes de expresidentes implicados en casos judiciales. Tanto Park Geun-hye como Lee Myung-bak fueron sentenciados por corrupción y encarcelados, lo que ha contribuido a una creciente desconfianza ciudadana en las figuras de poder.
A medida que se acerca el vencimiento de la orden de arresto, la fiscalía evalúa si intentará una nueva visita o si optará por una acción legal más agresiva, como pedir una extensión judicial del mandato de detención o una declaración de desacato.
