Cientos de maestros de Los Ángeles marcharon el 2 de agosto de 2025 hacia la sede del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), exigiendo medidas más contundentes para proteger a sus estudiantes y familias de las redadas de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). La manifestación, liderada por el sindicato United Teachers Los Angeles (UTLA), reflejó el creciente temor en las comunidades inmigrantes ante la intensificación de operativos migratorios bajo la administración del presidente Donald Trump. Con el inicio del ciclo escolar a días de distancia, los educadores demandaron que las escuelas sean verdaderos santuarios, mientras las protestas nacionales contra las políticas migratorias ganan fuerza.
Un clamor por seguridad en las escuelas
Los maestros, acompañados por estudiantes y padres, coreaban consignas a favor de los derechos de los inmigrantes mientras marchaban por el centro de Los Ángeles. “Han esperado afuera de nuestros campus, han intentado entrar a nuestras escuelas y han buscado a familias en ceremonias de graduación”, denunció María Miranda, vocera de UTLA. En junio, el LAUSD reafirmó sus campus como “espacios santuario”, prohibiendo la entrada de agentes de ICE sin autorización judicial, según el Los Angeles Times. Sin embargo, UTLA considera estas medidas insuficientes, exigiendo que los agentes no se acerquen a menos de dos cuadras de las escuelas, además de clases virtuales y apoyo material para estudiantes inmigrantes. En 2024, el 43% de los estudiantes del LAUSD eran de origen latino, muchos de familias mixtas, según datos del distrito.
Por su parte, estudiantes como Vanessa Guerrero, de 17 años, expresaron su angustia. “El miedo se ha extendido por nuestras aulas. Algunos compañeros no vienen a clases por temor a ser detenidos”, dijo durante la protesta. Desde el 6 de junio, ICE ha arrestado a más de 2,000 personas en Los Ángeles, según CBS News, con redadas en lugares como Home Depot y fábricas textiles, generando pánico en comunidades inmigrantes. Una maestra relató el caso de una estudiante deportada a Guatemala tras una cita migratoria, quien ahora vive escondida en lugar de prepararse para su último año escolar.
Resistencia frente a la ofensiva migratoria
La administración Trump ha intensificado las deportaciones, con un promedio de 2,000 arrestos diarios en julio, según el Departamento de Seguridad Nacional. Estas operaciones, lideradas por el asesor Stephen Miller y el zar fronterizo Tom Homan, han incluido redadas en sitios sensibles como escuelas y albergues, según NBC News. En respuesta, UTLA pidió al LAUSD repatriar a estudiantes deportados y garantizarles acceso a educación remota. “No podemos permitir que el miedo reemplace el aprendizaje”, afirmó Miranda. La marcha coincidió con un fallo federal del 30 de julio que prohíbe redadas indiscriminadas en Los Ángeles, citando violaciones constitucionales por detenciones basadas en perfilamiento étnico, según The Wall Street Journal.
Además, la protesta se unió a la movilización nacional “Furia contra el régimen”, organizada por el grupo 50501. Los manifestantes, portando un globo de 20 pies que mostraba a Trump en pañal, bloquearon Alameda Street frente al edificio federal, enfrentándose a una línea de policías que usaron tácticas no letales, según Al Jazeera. Las protestas, que han sumado 2,112 manifestaciones contra ICE en 2025 según el Armed Conflict Location & Event Data Project, reflejan una resistencia creciente. En Los Ángeles, el 48% de la población es de origen hispano, lo que explica la rápida movilización, según The Guardian.
Tensión entre autoridades locales y federales
Pese a todo, la respuesta de las autoridades locales ha sido firme. La alcaldesa Karen Bass condenó las redadas, afirmando que “siembran terror” en la ciudad, y el gobernador Gavin Newsom demandó la retirada de 4,000 efectivos de la Guardia Nacional y 700 marines desplegados por Trump, según Reuters. Newsom calificó la militarización como un “abuso de poder”, mientras que el LAUSD reiteró su compromiso: “Todos los niños bajo nuestro cuidado están protegidos, con derechos garantizados por la Constitución”. En julio, 14 manifestantes enfrentaron cargos por resistirse a la policía, incluyendo el presidente de SEIU California, David Huerta, según el Los Angeles Times.
Por su parte, las protestas han generado disrupciones, con cierres de autopistas y daños estimados en 20 millones de dólares, según el Los Angeles Times. A pesar de la represión, con uso de gases lacrimógenos y balas de goma, los maestros y activistas insisten en protestas pacíficas. “No daremos a Trump la excusa para más represión”, dijo un organizador de 50501. Con el ciclo escolar iniciando el 14 de agosto, la lucha por escuelas seguras continúa, mientras los tribunales y las calles de Los Ángeles se convierten en el epicentro de un debate nacional sobre inmigración y derechos humanos.
