Agentes federales de inmigración confirmaron que más de 400 personas han sido arrestadas en menos de dos semanas en el área de Chicago, como parte de la “Operación Midway Blitz”, un operativo de gran escala lanzado el 8 de septiembre por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE).
Operación de gran alcance en Chicago
Marcos Charles, jefe interino de la Oficina de Detención y Deportación (ERO) de ICE, informó que la cifra incluye tanto detenciones hechas por ICE como por otras agencias federales que apoyan el operativo. Según señaló, el balance hasta ahora es un “número sólido” y no existe una fecha de finalización prevista. “Vamos a continuar con esta operación hasta que sintamos que hemos tenido éxito”, indicó el funcionario.
La iniciativa en Chicago se suma a otras campañas similares llevadas a cabo en ciudades como Los Ángeles y Washington D.C., todas impulsadas bajo las estrictas políticas migratorias del presidente Donald Trump. Estas medidas buscan incrementar el número de deportaciones y reforzar la presencia de agentes en áreas urbanas con alta población migrante.
Preocupación en comunidades migrantes
Desde el inicio de la operación, líderes comunitarios y defensores de derechos de los inmigrantes han denunciado un ambiente de miedo en los vecindarios. Organizaciones locales afirman que el aumento de agentes en las calles ha generado temor a redadas masivas y a un uso excesivo de la fuerza. Además, se han registrado casos de ciudadanos estadounidenses detenidos brevemente durante los operativos, lo que ha desatado críticas por la falta de precisión en las redadas.
La tensión aumentó tras la muerte de un hombre el 12 de septiembre, baleado por un agente del ICE durante una parada de tráfico. Según las autoridades, la víctima intentó huir y arrastró al agente con su vehículo antes de ser abatido. Este hecho ha sido señalado por activistas como un ejemplo de la agresividad con que se están llevando a cabo las operaciones.
Arrestos dirigidos y colaterales
De acuerdo con Charles, entre el 50% y el 60% de los arrestos en Chicago han sido dirigidos, es decir, personas con órdenes finales de deportación, antecedentes criminales o buscadas específicamente por ICE. Sin embargo, el resto corresponde a arrestos colaterales, una práctica que consiste en detener a personas indocumentadas encontradas durante los operativos aunque no fueran el objetivo principal.
Cabe destacar que esta práctica fue restringida durante el gobierno de Joe Biden, pero fue restablecida por el presidente Trump poco después de asumir el cargo como parte de su estrategia de endurecimiento migratorio. Según el funcionario, algunos de esos arrestos colaterales también involucran a personas con condenas penales.
Críticas a las políticas migratorias
La “Operación Midway Blitz” surgió tras meses de críticas del Gobierno federal a Chicago e Illinois por sus leyes y políticas de “ciudad santuario”, que limitan la cooperación de las autoridades locales con ICE. Para la administración Trump, estas restricciones permiten que inmigrantes con antecedentes sean liberados en la comunidad en lugar de ser entregados a inmigración.
En respuesta, líderes locales y defensores de derechos humanos han señalado que la aplicación de la ley migratoria corresponde al ámbito federal y que la colaboración plena con ICE podría desalentar a las comunidades inmigrantes a denunciar delitos o cooperar con investigaciones policiales. “Si los inmigrantes temen ser deportados, es menos probable que se acerquen a la policía cuando son víctimas o testigos de un crimen”, advierten las organizaciones.
Impacto político y social
El operativo en Chicago ha generado un fuerte debate político en Illinois. Mientras los partidarios del presidente Trump lo consideran una muestra de que cumple con su promesa de aumentar las deportaciones, las autoridades locales critican la falta de coordinación y las tácticas empleadas. Activistas recuerdan que, en redadas anteriores, se han visto involucrados trabajadores, padres de familia y hasta ciudadanos estadounidenses que terminaron bajo custodia de ICE por error.
A pesar de las protestas, el Gobierno federal insiste en que continuará con la operación. Para muchos residentes de Chicago, esta campaña ha marcado un antes y un después en la relación entre la comunidad migrante y las fuerzas del orden, reforzando el temor a ser detenidos en cualquier momento, incluso durante actividades cotidianas.