Las autoridades venezolanas encendieron oficialmente las luces navideñas el miércoles en Caracas, dando inicio a las festividades anticipadas que se vivirán “en paz” a pesar de la tensión creciente con Estados Unidos. La presencia militar de EE.UU. en el mar Caribe, justificada por Washington como una acción contra el narcotráfico procedente de Venezuela, marca un contexto adverso para estas celebraciones.
Un acto simbólico en la plaza Bolívar
Cientos de personas asistieron en la plaza Bolívar, en el corazón de Caracas, a un acto oficialista liderado por la alcaldesa Carmen Meléndez. Con vestimentas y bengalas alusivas a la temporada, los asistentes realizaron la cuenta regresiva para iluminar la plaza y celebrar el inicio de la Navidad. Meléndez envió un saludo al presidente Nicolás Maduro, destacando el ambiente de felicidad y unidad que se busca preservar.
En paralelo, en el monte Waraira Repano, conocido como el Ávila, se encendió una enorme cruz, como marca la tradición local cada año. El jefe de Gobierno de Caracas, Nahum Fernández, anunció una agenda cultural para los próximos días que incluirá diversas actividades y eventos relacionados con la temporada.
Navidad adelantada como estrategia nacional
El presidente Nicolás Maduro justificó el adelanto de la Navidad, una práctica que ha repetido desde 2013, como una fórmula para promover la alegría, la cultura y dinamizar la economía en un país que enfrenta múltiples retos. “Venezuela huele a Navidad a partir de este 1 de octubre”, afirmó, resaltando el significado positivo de este festejo para el pueblo.
Celebraciones en medio de “amenazas” externas
En el barrio de Petare, uno de los sectores más poblados y vulnerables de Caracas, la Guardia del Pueblo y activistas comunitarios organizaron eventos para compartir con niños y vecinos, entregando gorros navideños y bengalas. El mayor Jhoan Manuel Olages destacó la coordinación entre la población, las fuerzas militares y la policía, siguiendo las instrucciones presidenciales para mantener la unión social.
Diana Romero, directora de una organización local, expresó que el adelanto de la Navidad ayuda a distraer a la gente de la incertidumbre causada por la presencia naval estadounidense en la región. Maduro y su Gobierno han denunciado la presencia militar como una amenaza directa a la soberanía venezolana, en un contexto político tenso.
Reacciones y contrastes
Mientras en Caracas se promueve una narrativa de alegría y tradición, también crece el descontento vecinal por la difícil situación económica y social. Algunos hacen un llamado a evitar conflictos bélicos y destacan la importancia de mantener la paz en el país, especialmente para proteger a los niños, evocando las imágenes de sufrimiento en zonas de conflicto como Gaza.
En Maracaibo, capital del estado Zulia y región petrolera clave, miles participaron en una celebración municipal, reforzando el mensaje oficial de festividad y esperanza. La vicepresidenta Delcy Rodríguez recordó que Maduro firmó un decreto de conmoción externa para fortalecer la seguridad nacional ante las amenazas percibidas desde el exterior.
Una dualidad compleja
La celebración navideña anticipada en Venezuela refleja la compleja realidad del país: un intento por mantener tradiciones y esperanza en medio de tensiones políticas y militares internacionales. La convivencia entre la festividad y la preocupación por la soberanía nacional dibuja un panorama de contrastes que marcará estas fechas en Venezuela.
En definitiva, la Navidad en Caracas y otras ciudades venezolanas se vive con alegría y fervor popular, pero también bajo la sombra de las tensiones con Estados Unidos en la región, lo que añade un matiz político y de seguridad a una fecha que para muchos representa unión y felicidad.