Durante su presentación en las Fiestas de Octubre en Guadalajara, Belinda, de 36 años, vivió un momento lleno de emoción al interpretar su conocida canción Luz sin gravedad, tema incluido en el álbum Utopía lanzado en 2007. La cantante no pudo contener las lágrimas mientras entonaba uno de los temas más personales de su carrera, hecho que conmovió al público presente.
El concierto, realizado en el Foro Principal, reunió a cientos de asistentes que esperaban con entusiasmo la actuación de la artista. Desde el inicio, Belinda fue recibida con gritos y aplausos por parte de fanáticos de todas las edades, quienes corearon cada canción de principio a fin. El evento comenzó con algunos de sus grandes clásicos como Ángel, Bella traición y Muriendo lento, marcando el inicio de una noche inolvidable.
Una noche llena de emociones y sinceridad
Durante una breve pausa entre canciones, Belinda aprovechó para dirigirse a su público y compartir un mensaje personal. La intérprete confesó que había pasado semanas complicadas debido a una lesión en la rodilla, además de haber estado hospitalizada recientemente. Aun así, decidió no cancelar su presentación, asegurando que su compromiso con los fanáticos era más fuerte que cualquier dificultad física.
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“He pasado un mes muy difícil, he estado en el hospital, me da miedo operarme… pero quería estar con ustedes”, expresó la cantante entre aplausos. Estas palabras desataron una oleada de cariño desde las gradas, donde los asistentes respondieron con gritos de apoyo y muestras de amor hacia la artista, quien lució visiblemente emocionada. Su declaración evidenció el lazo especial que mantiene con su público mexicano, un vínculo que ha cultivado a lo largo de más de dos décadas de carrera.
Belinda se quiebra al cantar “Luz sin gravedad”
El momento más memorable de la noche llegó cuando Belinda interpretó “Luz sin gravedad”. En la segunda estrofa, la artista comenzó a llorar visiblemente conmovida. El público, al notar lo que ocurría, la acompañó cantando a todo pulmón cada línea del tema, creando una atmósfera de empatía y emoción compartida.
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Esta canción, escrita por la propia Belinda, habla de la soledad, el desapego y la pérdida tras una separación, sentimientos que marcaron profundamente su carrera y que, al parecer, siguen tocando fibras sensibles en ella. “No sé cómo te podré olvidar”, una de las frases más recordadas del tema, cobró nuevo significado al ser interpretada con tanta carga emocional frente a su público.
Luz sin gravedad fue uno de los sencillos más destacados del disco Utopía, un trabajo que consolidó a la cantante como referente del pop latino. En aquel momento, la composición reflejaba el proceso de madurez artística de Belinda, y esta presentación en Guadalajara parece haberle dado un nuevo contexto más íntimo y humano. Muchos asistentes compartieron en redes sociales sus impresiones del instante, señalando que fue “uno de los momentos más sinceros del concierto”.
El cariño del público y el cierre del show
A pesar de las lágrimas, Belinda continuó cantando hasta el final, mostrando su profesionalismo y entrega. La artista se repuso con una sonrisa al recibir una fuerte ovación del público, que reconoció el esfuerzo y la pasión con que ofreció cada interpretación. La emotiva escena se volvió viral en redes sociales apenas unas horas después del espectáculo, donde miles de usuarios destacaron su vulnerabilidad y autenticidad.
Belinda, nacida en España pero criada en México, ha mantenido una estrecha relación con el público nacional. No solo se ha consolidado como una figura destacada de la música pop, sino también como una artista que no teme mostrar su lado más humano ante los reflectores. Su participación en las Fiestas de Octubre de Guadalajara fue una de las más esperadas del cartel y, sin duda, una de las más comentadas.
El cierre del concierto estuvo marcado por una mezcla de ovaciones, aplausos y emoción generalizada. Los asistentes despidieron a la artista con gritos de cariño y flores lanzadas al escenario. Belinda agradeció el gesto y prometió regresar pronto a la ciudad. La cantante dejó claro que, pese a los desafíos personales, su conexión con el público sigue siendo una de las fuerzas que la impulsa a seguir adelante.
Entre lágrimas, entrega y gratitud, Belinda ofreció una de las actuaciones más emotivas de su carrera reciente. Guadalajara fue testigo de un momento único, en el que la artista mostró que detrás de cada éxito musical hay una persona sensible y apasionada que sigue encontrando en el escenario su mejor refugio.
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