Crece el apoyo al bloqueo de armas a Israel en el Senado de EE.UU.
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El Senado de Estados Unidos se convirtió esta semana en escenario de un debate sin precedentes, al registrar un apoyo récord de senadores demócratas a resoluciones que buscan bloquear la venta de armas a Israel, en medio de crecientes críticas a las acciones militares del gobierno de Benjamin Netanyahu en Gaza. Aunque las propuestas no lograron pasar, el respaldo de 27 demócratas a una de las resoluciones refleja una fractura en el tradicional apoyo bipartidista a Israel y un cambio en la percepción de la política exterior estadounidense.
Las resoluciones, lideradas por el senador Bernie Sanders (independiente de Vermont, aliado demócrata), buscaban detener la venta de $675 millones en bombas y 20,000 rifles automáticos a Israel, argumentando violaciones a las leyes internacionales y de derechos humanos. La votación marcó un hito: 27 senadores apoyaron bloquear los rifles, mientras que 24 respaldaron la suspensión de las bombas, superando los 18 votos obtenidos en noviembre de 2024. “Estamos presenciando una hambruna provocada por el hombre en Gaza. No podemos seguir financiando estas atrocidades con dólares de los contribuyentes”, declaró Sanders en el pleno del Senado, citando datos de la ONU que reportan más de 60,000 palestinos muertos y 143,000 heridos, en su mayoría mujeres y niños.
El trasfondo del debate es la crisis humanitaria en Gaza, exacerbada por un bloqueo israelí que, según la ONU, ha restringido la entrada de alimentos, agua y medicinas desde marzo de 2025, llevando a la región a una “hambruna de proporciones catastróficas”. Expertos en seguridad alimentaria han confirmado que el “peor escenario” de inanición ya está ocurriendo, con imágenes de niños desnutridos y la muerte de civiles en puntos de distribución de ayuda. Sanders y sus aliados, incluyendo a los senadores Peter Welch, Jeff Merkley y Elizabeth Warren, argumentaron que las armas estadounidenses, como las bombas de 1,000 libras y los kits de guiado JDAM, han sido usadas en ataques que han matado a miles de civiles, violando la Ley de Asistencia Extranjera y la Ley de Control de Exportación de Armas de EE.UU.
Un cambio en el Partido Demócrata
El creciente apoyo a las resoluciones refleja una división cada vez más profunda dentro del Partido Demócrata. Senadores como Patty Murray, una veterana defensora de Israel, cambiaron su postura por primera vez, votando a favor de las resoluciones. “No puedo seguir apoyando el sufrimiento de niños inocentes en Gaza”, dijo Murray, criticando a Netanyahu por “prolongar la guerra para mantenerse en el poder”. Otros, como Jeanne Shaheen, quien en abril se opuso a medidas similares, también respaldaron las resoluciones, citando la falta de cuidado de Israel en sus operaciones militares.
La votación no solo mostró un cambio en el Senado, sino también un reflejo de la opinión
pública. Una encuesta de Gallup reveló que solo el 8% de los demócratas aprueban las acciones militares de Israel en Gaza, en contraste con el 71% de los republicanos. Este cambio responde a la escalada del conflicto, iniciado tras el ataque de Hamas el 7 de octubre de 2023, que dejó 1,200 muertos y 251 rehenes, según autoridades israelíes. La respuesta de Israel, que ha destruido el 65% de las viviendas y el 84% de las instalaciones de salud en Gaza, ha generado indignación global.
Resistencia republicana y presiones de la Casa Blanca
A pesar del creciente apoyo demócrata, las resoluciones enfrentaron una oposición unánime de los republicanos, liderados por figuras como el senador Jim Risch, quien acusó a Hamas de usar a los civiles como “escudos humanos” y de robar ayuda humanitaria. “Israel está rodeado de enemigos que buscan su aniquilación”, afirmó el líder demócrata Chuck Schumer, quien también se opuso a las resoluciones, argumentando que debilitarían la seguridad de Israel frente a amenazas de Hamas, Hezbollah e Irán.
El gobierno de Joe Biden, en sus últimos meses, también jugó un papel clave en bloquear las resoluciones. Según informes, la Casa Blanca presionó a senadores demócratas, sugiriendo que apoyar las medidas equivalía a respaldar a Hamas. Un documento filtrado reveló que el gobierno argumentó que las armas son esenciales para la seguridad a largo plazo de Israel, a pesar de las críticas de grupos de derechos humanos como Human Rights Watch, que documentaron el uso de armamento estadounidense en ataques que mataron a civiles.
Implicaciones para el futuro
Aunque las resoluciones no pasaron, el respaldo récord de 27 demócratas marca un punto de inflexión. Grupos como Jewish Voice for Peace y el Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (CAIR) celebraron el voto como un “avance histórico” en la lucha por condicionar la ayuda militar a Israel. “Este es el primer voto en el Congreso para bloquear armas a Israel. Es un mensaje claro al gobierno de Netanyahu”, dijo Beth Miller de Jewish Voice for Peace.
Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero, el panorama cambió drásticamente. Trump, un firme defensor de Israel, ha nombrado a Mike Huckabee, exgobernador de Arkansas y negacionista de la identidad palestina, como embajador en Israel. Con el control republicano del Senado y la Cámara, las posibilidades de bloquear futuras ventas de armas son aún más remotas. Sin embargo, Sanders y sus aliados insisten en que el debate ha cambiado. “La historia condenará a quienes no actuaron ante estas atrocidades”, afirmó Sanders tras la votación.
Un mensaje al mundo
El voto en el Senado, aunque simbólico, envía un mensaje tanto a Israel como a la comunidad internacional. Países como Francia, Canadá y Reino Unido han expresado intenciones de reconocer un Estado palestino si el conflicto no cesa, mientras que la ONU ha acusado a Israel de mostrar un “desprecio sin precedentes” por los derechos humanos. La presión internacional, combinada con el creciente descontento en EE.UU., sugiere que el apoyo incondicional a Israel podría estar erosionando, al menos entre los demócratas.
Mientras Gaza enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes, con 1.8 millones de palestinos en riesgo de inanición y el 90% de la población desplazada, el debate en el Senado subraya una pregunta clave: ¿puede EE.UU. seguir siendo cómplice de un conflicto que viola sus propias leyes? Para Sanders y sus aliados, la respuesta es clara: “No podemos seguir financiando la guerra contra los palestinos”. El desafío ahora es traducir este apoyo creciente en acciones concretas, en un Congreso que históricamente ha favorecido a Israel.