La muerte por un disparo de Charlie Kirk, activista proarmas y aliado de Trump, desata controversia nacional.
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El activista conservador Charlie Kirk, de 31 años, murió tras recibir un disparo en el cuello durante un evento público en la Utah Valley University, un incidente que ha conmocionado a Estados Unidos y reavivado el debate sobre la violencia armada y la polarización política. Kirk, conocido por su férrea defensa de la Segunda Enmienda y su estrecha relación con el presidente Donald Trump, colapsó en el escenario frente a miles de asistentes tras un único disparo, según videos que circulan en redes sociales. El gobernador de Utah, Spencer Cox, calificó el ataque como un “asesinato político”, prometiendo justicia y desatando una tormenta de reacciones que van desde el luto hasta acusaciones de incitación a la violencia.
El tiroteo ocurrió durante una sesión de preguntas y respuestas en un mitin de Turning Point USA, la organización que Kirk fundó en 2012 a los 18 años para promover el conservadurismo entre jóvenes. El excongresista Jason Chaffetz, presente en el evento, relató a Fox News: “La segunda pregunta fue sobre tiradores transgénero, y en medio de eso, se escuchó el disparo”. Videos muestran a Kirk cayendo en su silla, con sangre en el cuello, mientras el público gritaba en pánico. La policía detuvo a una persona de interés, que está siendo interrogada, y el FBI se ha sumado a la investigación liderada por la Oficina de Investigaciones de Utah.
Reacciones políticas y luto oficial
El presidente Trump confirmó la muerte de Kirk en Truth Social: “El gran, e incluso legendario, Charlie Kirk ha fallecido. Nadie comprendió ni tuvo el corazón de la juventud en Estados Unidos mejor que Charlie. Melania y yo expresamos nuestro más sentido pésame a su hermosa esposa Erika y a su familia. ¡Charlie, te queremos!”. Horas antes, Trump había pedido oraciones por Kirk, a quien llamó “un gran tipo”. En un gesto oficial, ordenó que las banderas ondeen a media asta hasta el domingo. El impacto en la Casa Blanca fue profundo, con fuentes del Ala Oeste describiendo “shock, ira y tristeza”, según ABC News.
Figuras conservadoras expresaron su dolor. Donald Trump Jr. escribió: “Te amo, hermano. Nos diste valor para hablar”. El exvicepresidente Mike Pence lo llamó “un hombre verdaderamente bueno”, mientras que el vicepresidente J.D. Vance le deseó “descanso eterno”. Stephen Miller, subsecretario de la Casa Blanca, instó a “derrotar el mal” que mató a Kirk. La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, lo describió como su “amigo más dulce”, y el presidente de la Cámara, Mike Johnson, lo calificó como un “confidente” que “será muy extrañado”.
Charlie Kirk: Una voz polarizante
Kirk, apodado el “susurrador de Trump”, fue una figura clave en el movimiento MAGA. Fundador de Turning Point USA, que presume presencia en más de 3,500 campus y 250,000 miembros, movilizó a votantes jóvenes para Trump, contribuyendo a su regreso a la Casa Blanca en 2024. Su influencia en redes sociales, podcasts y mítines lo convirtió en una estrella de la derecha. Sin embargo, sus posturas generaron controversia. Kirk defendía la tenencia de armas, afirmando en 2023: “Nunca vivirás en una sociedad armada sin una sola muerte por arma de fuego. Creo que vale la pena pagar algunas muertes para proteger nuestros derechos”. Estas palabras, citadas por Newsweek, resurgieron tras su muerte, intensificando el debate sobre la violencia armada.
Kirk también generó polémica con sus opiniones sobre género y familia. En 2025, en Fox News, afirmó que las mujeres que votan demócrata “buscan soledad y consumismo” y que “las jóvenes deben casarse temprano y tener hijos” para evitar la depresión. Criticó el aborto, diciendo que “mi propia hija debería dar a luz si es violada”, y promovió narrativas sobre la “familia nuclear” que alienaron a sectores progresistas, especialmente mujeres jóvenes. En 2020, llamó a una “rebelión pacífica” contra los confinamientos por COVID-19 y difundió desinformación sobre el fraude electoral y las vacunas, según Media Matters.
Acusaciones y polarización
La derecha acusó a la izquierda de incitar el ataque. Elon Musk escribió en X: “La izquierda es el partido del asesinato”. Laura Loomer exigió “cerrar” organizaciones progresistas, mientras James Woods y los Hodgetwins culparon a los demócratas por su retórica. En contraste, los demócratas condenaron la violencia, pero la narrativa de “violencia demócrata” se viralizó entre conservadores. La polarización se agudizó con las posturas previas de Kirk, quien en 2022 se negó a declarar ante el comité del 6 de enero, invocando la Quinta Enmienda tras enviar “80 autobuses de patriotas” a Washington.
Un legado en el ojo del huracán
Kirk no solo fue un activista, sino un estratega político. Asistió a Trump en la selección de cargos clave y participó en eventos como la juramentación de Jeanine Pirro como fiscal interina en 2025. Apoyó decisiones controvertidas, como el ataque a instalaciones nucleares iraníes, pero también criticó la gestión del caso Epstein, exigiendo transparencia. Su muerte, ocurrida al mismo tiempo que un tiroteo escolar en Denver que dejó tres heridos, pone bajo escrutinio la retórica armamentista que defendió.
El alcalde de Orem, Dave Young, llamó al ataque un “día oscuro” que va contra los valores de Utah. “Los campus deben ser espacios para debatir ideas con respeto”, dijo. Mientras la investigación avanza, la muerte de Kirk no solo deja un vacío en el conservadurismo, sino que abre un nuevo capítulo en la fractura política de EE.UU. Su legado, marcado por la devoción a Trump y una retórica divisiva, seguirá siendo objeto de debate en un país donde la violencia y la polarización parecen inseparables.