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EN PORTADA: LA FED DESAFÍA A TRUMP

EN PORTADA: LA FED DESAFÍA A TRUMP
Foto: EFE

Reserva Federal mantiene estables las tasas de interés, a pesar de las presiones de Trump.

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La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió mantener las tasas de interés en el rango de 4.25%-4.50%, desafiando las intensas presiones del presidente Donald Trump para recortarlas de manera inmediata y significativa. En un contexto de inflación moderada al 2.4% y un crecimiento económico del 3% en el segundo trimestre, la decisión de la Fed, liderada por Jerome Powell, refleja su compromiso con la estabilidad económica y su independencia frente a las demandas políticas de la Casa Blanca. Esta postura, aprobada por un voto de 9-2 en el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), ha avivado las tensiones con la administración Trump, generando incertidumbre sobre el futuro de las políticas monetarias y sus implicaciones para los mercados globales.

El telón de fondo: Presiones políticas sin precedentes

Desde que asumió su segundo mandato en enero, el presidente Trump ha intensificado su campaña contra la Fed, exigiendo recortes de tasas de hasta tres puntos porcentuales para reducir los costos de endeudamiento del gobierno y estimular la economía. En una visita reciente a la sede de la Fed, Trump criticó directamente a Powell, calificándolo de «tonto» y cuestionando el costo de 2,500 millones de dólares de la renovación del edificio de la institución, que, según él, supera los 3,100 millones. Powell corrigió al presidente, aclarando que la cifra incluía un tercer edificio ya completado, en un intercambio que evidenció la tensión entre ambos.

Trump ha argumentado que las tasas actuales, mantenidas sin cambios en las últimas cinco reuniones del FOMC, están “asfixiando” el mercado inmobiliario y aumentando los costos de la deuda nacional, que asciende a casi 30 billones de dólares. En una carta manuscrita enviada a Powell, el presidente acusó a la Fed de “costarle una fortuna a EE.UU.” y exigió tasas “ultrabajas”. Esta presión marca un alejamiento de la tradición de respeto a la independencia de la Fed, un principio establecido por la Ley de la Reserva Federal de 1913.

La decisión de la Fed: Priorizar la estabilidad

La decisión de mantener las tasas en 4.25%-4.50% se basó en la evaluación de la Fed de que la inflación, aunque reducida desde su pico en 2022, sigue en 2.4%, por encima del objetivo del 2%. Además, las políticas comerciales de Trump, particularmente los aranceles anunciados el 2 de abril, han elevado las previsiones de inflación, complicando el panorama económico. Powell señaló en una conferencia de prensa que “los efectos de los aranceles en la actividad económica y la inflación aún no están claros”, justificando la postura de “esperar y ver” de la Fed.

El voto de 9-2 en el FOMC fue notable, ya que marcó la primera disidencia en más de 30 años, con los gobernadores Michelle Bowman y Christopher Waller, ambos nombrados por Trump, abogando por un recorte de 0.25 puntos porcentuales. Esta división interna refleja las crecientes tensiones dentro de la Fed, pero Powell, respaldado por la mayoría, enfatizó que la prioridad del banco central es controlar la inflación y preservar el empleo, no atender las necesidades de financiación del gobierno.

Impacto económico y riesgos de la presión política

La decisión de la Fed tiene implicaciones significativas. Por un lado, mantener las tasas altas busca evitar un repunte inflacionario, especialmente ante los aranceles de Trump, que podrían encarecer bienes importados. Sin embargo, las tasas elevadas afectan a los consumidores, aumentando los costos de hipotecas, préstamos para automóviles y deudas de tarjetas de crédito. Powell reconoció que el mercado inmobiliario enfrenta una “escasez estructural de viviendas”, pero aclaró que las tasas a largo plazo, que determinan las hipotecas, son fijadas por los inversores, no directamente por la Fed.

Economistas advierten que las presiones de Trump podrían tener consecuencias no deseadas. Si los mercados perciben que la Fed cede a influencias políticas, los inversores podrían exigir mayores rendimientos en bonos del Tesoro, elevando las tasas a largo plazo. Gregory Daco, economista jefe de EY-Parthenon, señaló que un recorte abrupto al 1%, como propone Trump, podría “desanclar las expectativas de inflación” y debilitar la confianza en la independencia de la Fed, lo que podría disparar los costos de endeudamiento.

El futuro de Powell y la Fed

El mandato de Powell como presidente de la Fed expira en mayo de 2026, pero Trump ha insinuado que podría nombrar un reemplazo pronto, una movida sin precedentes que podría crear un “presidente en la sombra” y desestabilizar los mercados. Entre los posibles candidatos están Scott Bessent, actual secretario del Tesoro, y Kevin Warsh, exgobernador de la Fed. Sin embargo, despedir a Powell no es sencillo: la Corte Suprema ha establecido que solo puede ser removido por “causa justificada”, como mala conducta, y no por desacuerdos políticos.

Powell ha reiterado su compromiso con su mandato, declarando que no renunciará y que su prioridad es entregar una economía estable a su sucesor. En un evento en Portugal, afirmó: “Todo lo que quiero es una economía con estabilidad de precios y máximo empleo”. A pesar de los ataques personales de Trump, que lo ha llamado “terrible” y “demasiado lento”, Powell ha evitado responder directamente, enfocándose en los datos económicos.

Reacciones y perspectivas

La postura de la Fed ha generado reacciones mixtas. Los mercados financieros, que esperaban la decisión, mostraron volatilidad moderada, con los rendimientos de los bonos del Tesoro subiendo ligeramente tras las amenazas de Trump de despedir a Powell. Algunos analistas, como David Kohl de Julius Baer, sugieren que septiembre podría ser un punto de inflexión para recortes de tasas si los indicadores económicos se debilitan, pero la incertidumbre persiste debido a los aranceles.

Por su parte, los demócratas han criticado la presión de Trump sobre la Fed, argumentando que amenaza la estabilidad económica. Jason Furman, exasesor de Obama, calificó los intentos de Trump de influir en la Fed como “extremadamente peligrosos”, alertando sobre el riesgo de un aumento en los costos de endeudamiento a largo plazo.

Un camino incierto por delante

La batalla entre Trump y la Fed pone en juego no solo las tasas de interés, sino la credibilidad de una de las instituciones más importantes de EE.UU. Con una economía que creció un 3% en el segundo trimestre, un desempleo del 4.1% y una inflación moderada, la Fed enfrenta el desafío de equilibrar su mandato dual de estabilidad de precios y máximo empleo mientras resiste presiones políticas sin precedentes.

Para los consumidores, las tasas altas significan costos de endeudamiento elevados, pero también una protección contra la inflación. Para los mercados, la incertidumbre sobre la independencia de la Fed podría traducirse en mayor volatilidad. Mientras tanto, Powell se mantiene firme, consciente de que su legado y el de la Fed están en juego. Como señaló Mark Spindel, autor de un libro sobre la independencia del banco central, “esto va más allá de las tasas; es una cuestión existencial sobre si la Fed puede seguir siendo autónoma”.

El próximo capítulo de esta saga se escribirá en la reunión del FOMC del 16-17 de septiembre, donde la Fed evaluará nuevos datos económicos y decidirá si el camino está despejado para un recorte de tasas. Hasta entonces, la tensión entre la Casa Blanca y el banco central promete mantener a los mercados y al público en vilo.

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