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Redada del ICE en Nueva York termina en caos y violencia

Redada del ICE en Nueva York provoca caos en Canal Street. Manifestantes enfrentan a agentes federales y denuncian violencia en operativo.
Redada del ICE en Nueva York termina en caos
EFE

Una redada migratoria del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Nueva York se convirtió este martes en una escena de caos, tensión y enfrentamientos. El operativo, realizado en la transitada Canal Street, provocó choques entre agentes federales, vendedores ambulantes y manifestantes que salieron en defensa de los trabajadores indocumentados.

La confrontación ocurrió en una de las áreas más visitadas de Manhattan. Allí, cientos de comerciantes venden réplicas de bolsos de diseñador, relojes, perfumes y productos electrónicos. Lo que comenzó como una operación de control migratorio terminó con arrestos y enfrentamientos violentos, dejando imágenes de confusión y gritos en plena vía pública.

Enfrentamiento entre agentes y manifestantes

Testigos presenciales relataron que al menos una docena de agentes federales, acompañados por unidades tácticas, irrumpieron en la zona para detener a vendedores ambulantes sin autorización. Durante la redada, varios transeúntes comenzaron a grabar con sus teléfonos, mientras un grupo de manifestantes rodeaba los vehículos federales y bloqueaba su avance.

“Fuera el ICE de Nueva York” fue el grito más repetido entre los presentes, que intentaban impedir que los oficiales se marcharan con los detenidos. Los agentes, vestidos con chalecos antibalas y el rostro cubierto, advirtieron con usar gas pimienta para dispersar a la multitud. Finalmente, se registraron varios arrestos de manifestantes que, según las autoridades, obstruyeron el operativo.

Un reportero de Associated Press presenció el momento en que los agentes arrestaron a un vendedor que ofrecía fundas de teléfono con diseños decorativos. Minutos después, la llegada de refuerzos con vehículos tácticos intensificó la confrontación.

Refuerzos federales y tensión en las calles

La llegada de agentes adicionales del ICE, la Patrulla Fronteriza y otras agencias federales elevó la tensión. Equipados con armas largas y un vehículo blindado modelo BearCat, los oficiales bloquearon los accesos principales de la zona.

Las imágenes difundidas por testigos muestran cómo decenas de manifestantes se enfrentan verbalmente con los federales, lanzando consignas contra las políticas migratorias y denunciando un “trato inhumano”.

Sin embargo, las autoridades federales dijeron que la redada fue una “operación dirigida y basada en inteligencia”. Esta operación se centró en capturar a personas con órdenes de deportación pendientes. Un portavoz de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) afirmó que el operativo formó parte de un esfuerzo conjunto del área de Operaciones y Control de Deportación (ERO) del ICE.

Hasta el momento, la agencia no ha confirmado el número exacto de personas detenidas ni si los arrestos derivarán en procesos de deportación.

Nueva York, en el centro de la controversia

La redada revive el debate sobre la presencia del ICE en las llamadas “ciudades santuario” como Nueva York, donde las autoridades locales han reiterado que no colaboran con detenciones migratorias de carácter civil.

El alcalde Eric Adams, horas después del incidente, aseguró que la ciudad “no coopera con las autoridades federales en deportaciones civiles” y reiteró su compromiso con la protección de las comunidades migrantes. “Nos mantenemos firmes en nuestras leyes locales”, expresó el mandatario al ser consultado sobre los hechos ocurridos en Canal Street.

Por su parte, el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) aclaró que no tuvo participación alguna en la operación. En un comunicado publicado en redes, la institución destacó que su función se limitó al control del tráfico y la seguridad general en el área.

Reacciones ciudadanas y tensión política

La redada generó una ola de indignación en redes sociales y entre organizaciones de derechos humanos, que calificaron el operativo como una “escalada de intimidación” contra la comunidad inmigrante. Activistas denunciaron el uso excesivo de la fuerza y reclamaron una investigación independiente sobre el proceder de los agentes.

Asimismo, legisladores estatales demócratas exigieron explicaciones al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) sobre los motivos del operativo y la falta de coordinación con las autoridades locales. “Este tipo de acciones siembran miedo y socavan la confianza en nuestra ciudad”, expresó la representante estatal Catalina Cruz.

Mientras tanto, varias organizaciones convocaron a una protesta frente al Ayuntamiento para denunciar lo ocurrido y exigir que se refuercen las políticas de protección a los migrantes.

La ciudad de Nueva York, reconocida durante décadas como refugio para inmigrantes, enfrenta un clima de creciente tensión por la nueva ola de redadas federales. En un contexto político donde la migración ha vuelto al centro del debate nacional, muchos temen que escenas como la de Canal Street se repitan en los próximos días.

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