La congresista demócrata de Los Ángeles, Maxine Waters, la activista Dolores Huerta y un grupo de abogados de derechos civiles impulsaron una campaña para denunciar ante la ONU lo que califican como un plan de “limpieza étnica” contra la comunidad latina en Estados Unidos. La iniciativa, liderada por los abogados Christian Contreras y Luis Carrillo, busca reunir al menos 100,000 firmas que serán presentadas ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Según explicaron, el objetivo es exponer las violaciones a los derechos humanos y civiles que enfrentan tanto inmigrantes como ciudadanos latinos en el país.
Señalamientos directos a la administración Trump
De acuerdo con el abogado Luis Carrillo, la administración del presidente Donald Trump estaría impulsando una agenda de persecución basada en el origen étnico. “Buscan rostros morenos en todo el país, ciudadanos e inmigrantes. Todos están siendo acorralados”, denunció. Carrillo señaló que incluso la Corte Suprema se ha puesto “del lado de esta presidencia” en decisiones recientes que han facilitado operativos más agresivos de las agencias de inmigración.
El grupo asegura que estas medidas constituyen un patrón de abusos que debe ser investigado por relatores especiales de la ONU. Según sus palabras, se trata de prácticas que recuerdan a sistemas de segregación racial como el apartheid en Sudáfrica, que fue combatido por figuras históricas como Nelson Mandela.
Maxine Waters: “Un liderazgo despreciable”
La congresista Maxine Waters, quien ha trabajado en causas de derechos humanos desde la liberación de Mandela, advirtió que lo que está ocurriendo en Estados Unidos es un retroceso peligroso. A sus 87 años, Waters recordó que gran parte de su distrito está compuesto por población latina, y destacó su contribución al país en todos los ámbitos.
Sin embargo, acusó a Trump de convertir a los latinos en un “enemigo interno”, lo cual calificó como “el tipo de liderazgo más despreciable que hemos visto en décadas”. Según Waters, la estrategia presidencial busca dividir a la nación al fomentar el odio contra comunidades específicas.
Dolores Huerta: “Nunca imaginé denunciar a mi propio país”
La histórica activista Dolores Huerta, cofundadora del Sindicato de Trabajadores Agrícolas junto a César Chávez, expresó su indignación por la situación. A sus 95 años, aseguró que jamás pensó que tendría que recurrir a la ONU para denunciar abusos cometidos por el propio gobierno de Estados Unidos.
Huerta recordó que en su juventud vivió la Operación Espalda Mojada de 1954, pero que nunca había presenciado niveles de abuso tan extremos como los actuales. Relató que agentes encapuchados han detenido a personas en vehículos sin distintivos, lo que calificó como secuestros al estilo de dictaduras. “Esto tiene que parar. Ya han asesinado a gente. No podemos permitir que continúe”, enfatizó.
Casos de abusos que alarman
Los abogados que acompañan la campaña presentaron ejemplos recientes de operativos de ICE que consideran inhumanos. Entre ellos, el caso de Cary López Alvarado, una joven con nueve meses de embarazo que fue detenida violentamente por cuatro agentes encapuchados el pasado 8 de junio. La mujer relató que fue empujada y golpeada, a pesar de su estado. Su hija, Kailani, nació prematuramente cinco días después del arresto.
“Me sentí humillada. Fui tratada como una criminal. Espero que mi caso sea conocido internacionalmente para visibilizar el trato inhumano hacia las mujeres embarazadas”, declaró.
Una petición con eco internacional
Christian Contreras, abogado y peticionario principal, aseguró que lo que se vive actualmente en Estados Unidos es “despreciable y repugnante”. Subrayó que el país está librando “una guerra contra su propia gente”, con prácticas que van desde detenciones ilegales hasta el encadenamiento de mujeres embarazadas.
Además, recordó que Estados Unidos se fundó bajo la promesa de libertad y justicia, valores que —a su juicio— están siendo socavados por las actuales políticas migratorias. “Los fundadores no reconocerían lo que ocurre hoy. Lo que vemos son tácticas propias de regímenes autoritarios”, afirmó.
En consecuencia, los activistas esperan que la denuncia ante la ONU genere presión internacional y detenga lo que consideran un ataque sistemático contra la comunidad latina. Según Dolores Huerta, el mensaje es claro: “No permitiremos que este país se convierta en una dictadura. Tenemos que alzarnos y decir: ¡Ya basta!”.