El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció un cambio significativo en su política de exenciones de entrevistas para visas de no inmigrantes. A partir del 1 de octubre, niños menores de 14 años y adultos mayores de 79 —quienes antes estaban exentos— deberán asistir de manera presencial a una cita consular. Esta decisión marca el fin de una política de flexibilización aplicada en los últimos años y que benefició a miles de solicitantes.
Fin de las amplias exenciones
Durante la pandemia de COVID-19, las autoridades estadounidenses ampliaron de forma considerable las exenciones de entrevistas para reducir las aglomeraciones en los consulados. Sin embargo, el nuevo enfoque apunta a reforzar los controles de seguridad y volver a priorizar la verificación en persona.
El cambio tendrá un impacto directo en viajeros, estudiantes y profesionales que buscan ingresar a Estados Unidos, especialmente en países donde los tiempos de espera ya son elevados. Según datos recientes, en algunos lugares las citas para visas de visitante han llegado a superar los seis meses de retraso.
Quiénes seguirán exentos
Aunque la política se endurece, no todos los solicitantes deberán pasar por entrevistas obligatorias. El Departamento de Estado aclaró que se mantienen las exenciones para ciertas categorías de visas diplomáticas y oficiales, como A-1, A-2, C-3, G-1 a G-4, NATO-1 a NATO-6 y TECRO E-1.
También se permitirá evitar la entrevista en algunos casos de renovación de visas, como las de turismo o negocios (B-1, B-2 y B1/B2), siempre que sean de plena validez y se solicite dentro de los 12 meses posteriores al vencimiento de la visa anterior. Los titulares de visas H-2A y las Tarjetas de Cruce Fronterizo para ciudadanos mexicanos también podrán beneficiarse de la exención, siempre que cumplan con las condiciones establecidas.
No obstante, el propio Departamento de Estado advirtió que, incluso si un solicitante califica para la exención, los oficiales consulares podrían requerir una entrevista caso por caso.
Impacto en los tiempos de espera
La nueva política llega en un momento en el que los tiempos de espera para entrevistas de visas ya muestran incrementos notables. Entre enero y agosto de este año, las citas para visas de visitante aumentaron en promedio un 69%, mientras que las entrevistas para estudiantes crecieron más de 250%, según cifras oficiales.
Esto genera preocupación entre expertos y abogados de inmigración, quienes advierten que el regreso a entrevistas presenciales masivas podría agravar la saturación en los consulados.
Críticas y dudas
Especialistas en política migratoria han señalado que la medida puede crear situaciones poco prácticas. Un ejemplo frecuente es el de familias en las que los padres mantienen una visa válida o incluso pueden renovarla sin entrevista, pero los hijos menores —incluyendo bebés— ahora deberán presentarse en persona.
“Es absurdo pensar que un niño de seis semanas deba ir a una entrevista consular mientras sus padres no lo hacen”, opinó Cecilia Esterline, analista del Centro Niskanen, en un comentario previo sobre el tema.
De igual forma, el abogado de inmigración Steven Brown, con sede en Houston, advirtió que exigir entrevistas adicionales hará que los tiempos de espera se alarguen aún más y reducirá la eficiencia del sistema.
Seguridad como prioridad
Un portavoz del Departamento de Estado defendió la decisión, asegurando que la administración de Donald Trump busca garantizar “los más altos estándares de seguridad nacional y pública”. Para Washington, la verificación presencial sigue siendo la herramienta más confiable para detectar fraudes, verificar identidades y prevenir riesgos de seguridad.
En consecuencia, aunque la medida genera inquietud en la comunidad migrante, refleja una tendencia más estricta en el control de visas. El Departamento de Estado enfatizó que el objetivo es proteger la integridad del sistema y reforzar la confianza en los procesos de admisión a Estados Unidos.
Lo que viene a partir de octubre
Con la entrada en vigor de la nueva guía el próximo 1 de octubre, miles de solicitantes deberán prepararse para entrevistas que antes no eran necesarias. Las embajadas y consulados estadounidenses alrededor del mundo tendrán el reto de gestionar un mayor volumen de citas en un contexto de alta demanda.
De esta forma, el proceso de solicitud de visas en Estados Unidos entra en una nueva etapa, donde la presencialidad vuelve a ser la regla y las exenciones, la excepción.