La tensión migratoria en EE.UU. aumentó tras un operativo del ICE en Logan Square, donde el gas lacrimógeno cerca de una escuela aterrorizó a niños y familias.
Caos durante un operativo federal
El hecho ocurrió durante la Operación Midway Blitz, iniciativa del gobierno de Trump para intensificar las detenciones de inmigrantes indocumentados. Testigos aseguraron que agentes enmascarados lanzaron gas lacrimógeno desde una camioneta sin identificación, justo cuando padres y niños transitaban por la zona.
Según la agencia Associated Press, entre los afectados se encontraban los hijos de Molly Kucich, de 2 años y 14 meses, que se encontraban en un café infantil cercano. “Mi hijo solo repetía ‘mami, mami’ y no podía dejar de temblar”, relató la madre visiblemente afectada.
Kucich explicó que corrió hacia el lugar tras recibir una llamada de su esposo, quien mencionó que había “gas en la calle” y “una redada”. Videos tomados por vecinos muestran cómo el gas se dispersó entre el tráfico y alcanzó a peatones, estudiantes y transeúntes, generando escenas de pánico.
El miedo en un vecindario hispano
Logan Square es una comunidad históricamente latina, con una fuerte presencia de inmigrantes mexicanos y centroamericanos. El operativo migratorio no solo afectó a familias en situación irregular, sino también a padres ciudadanos estadounidenses con hijos nacidos en el país, quienes ahora temen salir de casa.
La dueña del Café Infantil Luna y Cielo, Vanessa Aguirre-Ávalos, narró que las niñeras del lugar se vieron obligadas a esconder a más de una decena de niños en un cuarto trasero mientras las sirenas sonaban afuera. “Una de ellas me pidió que, si se la llevaban, me asegurara de que los niños llegaran a casa”, contó Aguirre-Ávalos.
Padres desesperados usaron sus autos para llegar más rápido al lugar, incluso conduciendo por las aceras. Varios testigos describieron la situación como “una escena de guerra”.
El DHS defiende la operación migratoria
Ante la polémica, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) defendió el operativo, argumentando que los agentes “fueron obstaculizados por manifestantes” y que actuaron conforme a protocolos de seguridad. Sin embargo, vecinos y maestras refutan esa versión, señalando que no hubo advertencias previas antes del uso del gas.
La maestra Liza Oliva-Pérez, ciudadana estadounidense, relató que observó a un agente enmascarado lanzar una bomba lacrimógena frente a la escuela mientras ella almorzaba. “Tuve que hacer como si nada pasara para no asustar a mis alumnos”, explicó. “Me trataron como si fuera una criminal.”
Fotografías tomadas después del operativo muestran las calles casi vacías, con letreros escritos a mano que dicen: “ICE lanzó gas lacrimógeno en este vecindario. Nadie está a salvo hasta que todos lo estemos”.
Niños con miedo y padres en alerta
El impacto psicológico del operativo se ha extendido. Diversos padres reportaron que sus hijos asocian las sirenas con redadas y se angustian cada vez que escuchan helicópteros o patrullas. Terapeutas locales confirmaron un incremento de consultas de familias que buscan orientación para manejar la ansiedad infantil.
“Los niños sienten que pueden perder a sus padres en cualquier momento”, señaló una especialista en crisis de trauma de la Universidad de Chicago. “La exposición a operativos de este tipo genera un miedo prolongado que afecta su desarrollo emocional.”
En barrios como Logan Square y Humboldt Park, las escuelas y guarderías implementaron ejercicios de seguridad para tranquilizar a los alumnos en caso de que vuelvan a ocurrir redadas en las cercanías.
Comunidades entre el temor y la resistencia
Vanessa Aguirre-Ávalos, fundadora del centro infantil donde ocurrió el incidente, aseguró que evalúa mudarse por miedo a futuros operativos. “Abrí este lugar para que los niños aprendieran español jugando. Ahora vivimos con miedo de abrir las puertas”, dijo.
Mientras tanto, tanto ciudadanos como migrantes —legales e indocumentados— afirman vivir en alerta constante desde el inicio del nuevo programa federal. “Esto no es vida”, expresó una niñera que presenció el operativo. “Ya huimos una vez de la guerra, y ahora la guerra parece haber regresado a nosotros.”
Organizaciones de derechos civiles de Illinois han pedido una investigación formal sobre el uso de gas lacrimógeno y la falta de identificación de los agentes. Además, exigieron al Departamento de Justicia revisar los protocolos de intervención de ICE en zonas habitadas por menores.
El Gobierno federal no ha anunciado medidas disciplinarias ni investigaciones internas hasta el momento, aunque el caso ha reavivado el debate sobre la estrategia migratoria del presidente Donald Trump, centrada en la intensificación de los operativos y las deportaciones a gran escala.
