Los operativos de inmigración en el área metropolitana de Chicago han encendido la alarma entre comunidades latinas y organizaciones de defensa de los derechos de los migrantes. El aumento de arrestos por parte de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ha generado una ola de resistencia que va desde protestas en las calles hasta estrategias comunitarias para alertar sobre la presencia de agentes federales.
Operativos federales bajo la administración Trump
El presidente Donald Trump ha mantenido una política migratoria estricta que ahora tiene como objetivo a Chicago. Según defensores locales, los agentes federales están realizando paradas de tráfico en vecindarios con alta concentración de inmigrantes y vigilando a jornaleros que buscan trabajo fuera de tiendas de mejoras para el hogar. Esta semana, varios grupos reportaron la presencia de ICE en al menos media docena de tiendas Home Depot y Menards en los suburbios, lo que resultó en múltiples detenciones.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, compartió en redes sociales imágenes de un operativo en una residencia de los suburbios de Chicago, insistiendo en que el Gobierno no dará un paso atrás en su política migratoria. Para los activistas, esas escenas refuerzan la sensación de persecución en la comunidad.
Jornaleros y trabajadores en la mira
Las redadas recientes han afectado directamente a jornaleros y técnicos. Miguel Alvelo Rivera, representante de Latino Union, denunció que los trabajadores que construyen y mantienen la ciudad están siendo blanco de lo que calificó como “ataques injustificados”. El testimonio de familias refuerza esa percepción. Giselle Maldonado relató que dos de sus tíos fueron detenidos cuando se dirigían a sus empleos como técnicos de calefacción y aire acondicionado, dejando a sus hijos pequeños en la incertidumbre.
Además, activistas han señalado que muchos arrestos ocurren con agentes encubiertos que conducen vehículos sin identificación y cubren sus rostros, lo que hace que algunos los describan como “secuestros”. Estas prácticas han alimentado la desconfianza hacia las autoridades federales y han motivado nuevas formas de resistencia comunitaria.
Estrategias de resistencia en los barrios
En diversos vecindarios, voluntarios se han organizado para vigilar las calles, grabar operativos y difundir alertas. Algunos activistas han llegado a seguir vehículos sospechosos y publicar matrículas en redes sociales. Incluso se han desplegado patrullas en bicicleta para advertir a los residentes sobre la presencia de agentes en tiempo real.
Una de las tácticas más llamativas ha sido el uso de silbatos. Baltazar Enriquez, líder comunitario, comenzó a repartirlos en un vecindario del suroeste de Chicago. Según él, cuando se escucha el sonido, los vecinos cierran puertas y portones de inmediato. La iniciativa se ha extendido, al punto de que cada vez más residentes preguntan cómo conseguir uno.
Cifras de arrestos y cuestionamientos
Aunque el Departamento de Seguridad Nacional ha informado sobre algunas docenas de casos, legisladores de Illinois sostienen que los arrestos rondan las 250 detenciones en la zona de Chicago. Sin embargo, persiste el escepticismo, ya que parte de la información difundida incluye operativos en otros estados. En medio de esta confusión, se han reportado incidentes en los que ciudadanos estadounidenses fueron retenidos brevemente durante redadas.
Uno de los casos más comentados ocurrió en Elgin, cuando helicópteros sobrevolaron una residencia durante un operativo que terminó con cinco arrestos. Joe Botello, ciudadano nacido en Texas, dijo que fue esposado hasta que pudo mostrar su identificación. Según el DHS, no se trató de un arresto sino de una detención temporal por motivos de seguridad.
La muerte de Silverio Villegas González
La tensión se intensificó tras la muerte de Silverio Villegas González, un mexicano de 38 años abatido por un agente de ICE en Franklin Park. Según las autoridades, González habría intentado escapar y arrastrado a un agente con su vehículo, lo que provocó el disparo. Noem calificó al agente de “valiente”, mientras que describió a González como un “criminal extranjero ilegal”.
Sin embargo, familiares y vecinos lo recuerdan de manera distinta. González, originario de Michoacán, trabajaba como cocinero y había dejado a su hijo en la guardería el mismo día de su muerte. La directora del centro educativo lo describió como un padre respetuoso y cercano al personal. El consulado de México en Chicago confirmó que seguirá de cerca la investigación del caso.
Una comunidad en estado de alerta
Los recientes operativos de ICE han dejado un clima de temor y resistencia en Chicago. Mientras las autoridades federales defienden sus acciones como parte de la aplicación de la ley, líderes comunitarios insisten en que estas redadas ponen en riesgo la seguridad de familias trabajadoras y generan un ambiente de hostilidad hacia los inmigrantes.
En las calles, los silbatos, las patrullas en bicicleta y las redes de información vecinal se han convertido en símbolos de resistencia frente a la política migratoria del Gobierno de Trump, que ha puesto a Chicago en el centro del debate nacional sobre inmigración.