La firma de la primera fase de un plan de paz para Gaza entre Israel y Hamás fue anunciada este miércoles por el presidente de Estados Unidos. Donald Trump confirmó que, como parte del acuerdo, Israel retirará sus tropas a una línea pactada y que todos los rehenes que permanecen en poder de Hamás serán liberados en las próximas semanas. Los mediadores Qatar, Egipto y Turquía jugaron un papel decisivo en las negociaciones celebradas en El Cairo, calificadas por la Casa Blanca como un “evento histórico y sin precedentes”.
Retirada militar y protección de civiles
Desde el 1 de octubre, Gaza ha sido escenario de intensos combates que generaron un éxodo masivo de civiles hacia el sur de la Franja. Naciones Unidas estima que más de 200,000 desplazados internos han buscado refugio en hospitales y escuelas gestionadas por la agencia de la ONU para los refugiados palestinos. El plan de paz establece un calendario escalonado para la retirada de unidades del Ejército israelí de zonas densamente pobladas, con presencia de cascos azules de la ONU para garantizar la protección de los desplazados.
El jefe del Comité Internacional de la Cruz Roja en Gaza destacó la urgencia de restablecer los suministros de agua potable y electricidad, interrumpidos tras el asedio militar. El alto el fuego permitirá la apertura de corredores humanitarios bajo supervisión internacional, con el objetivo de distribuir alimentos, medicinas y combustible. El plan contempla la instalación de puntos seguros en Gaza City y Khan Younis, donde las familias puedan regresar temporalmente a sus hogares y evaluar los daños.
Liberación de rehenes e implicaciones políticas
El intercambio de rehenes es el elemento más emblemático del acuerdo. Hamás anunció que entregará a 120 rehenes israelíes a cambio de 50 prisioneros palestinos retenidos en cárceles de Israel. El mecanismo de canje se realizará en dos fases, la primera prevista para finales de este mes y la segunda antes de fin de año. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, afirmó que convocará al gabinete para ratificar el pacto y aseguró que “con la ayuda de Dios, traeremos a casa a todos nuestros preciados rehenes”.
Este canje tiene una dimensión política interna en ambos bandos. En Israel, la liberación de rehenes refuerza el respaldo al Gobierno de coalición, presidido por Netanyahu, tras las elecciones del pasado julio. Para Hamás, la devolución de prisioneros palestinos constituye un triunfo ante su base social, que ha sufrido las consecuencias de bloqueos y bombardeos. Sin embargo, analistas advierten que la confianza entre las partes sigue siendo frágil y que la fase de implementación será la prueba de fuego para la estabilidad en Gaza.
Papel de los mediadores y desafíos futuros
Qatar, Egipto y Turquía asumieron la interlocución entre Israel y Hamás, gestionando contactos indirectos y garantizando el flujo de información. El ministro de Asuntos Exteriores de Egipto declaró que la mediación continuará para supervisar el cumplimiento del acuerdo y abrir nuevas negociaciones de fondo sobre la reconstrucción de Gaza y el levantamiento progresivo del bloqueo. Qatar aportará fondos para proyectos de infraestructura y Turquía coordinará el envío de ayuda humanitaria.
La ONU expresó su apoyo al plan y urgió a todas las partes a respetar los términos pactados. Su secretario general, António Guterres, subrayó que la reconstrucción de Gaza requerirá al menos 3,500 millones de dólares y la remoción de escombros en un plazo de seis meses. Además, la comunidad internacional advierte que el desarme de facciones armadas y la recuperación de la autoridad civil en Gaza serán retos críticos para la paz a largo plazo.
El acuerdo de alto el fuego en Gaza marca un punto de inflexión tras más de un año de conflicto armado intenso. A pesar de las expectativas, persisten dudas sobre la capacidad de las partes para mantener la calma una vez levantadas las armas. El avance hacia la normalización de la vida de los civiles dependerá de la cooperación de Israel y Hamás, así como del apoyo continuo de los mediadores y organizaciones internacionales. Con sus tropas en retirada y los primeros rehenes en camino de regreso, Gaza afronta una etapa incierta pero llena de esperanza para sus habitantes.