El gobierno de Estados Unidos anunció recientemente un cambio histórico en su sistema de inmigración: por primera vez, se comenzará a cobrar una tarifa para ciertos solicitantes de asilo. La medida ha generado preocupación entre organizaciones defensoras de derechos humanos y comunidades migrantes. A continuación, te explicamos quiénes deberán pagar, desde cuándo y qué implicaciones tiene esta nueva política.
¿De qué se trata la nueva tarifa?
A partir de una reforma propuesta por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), algunas personas que soliciten asilo en Estados Unidos deberán pagar una tarifa de 100 dólares por presentar su formulario. Esta sería la primera vez en la historia moderna que EE. UU. cobra por solicitar asilo, ya que el proceso siempre ha sido gratuito como parte de su compromiso con la protección humanitaria.
La medida está contemplada dentro de una serie de cambios al sistema migratorio anunciados en 2025, con el objetivo, según el gobierno, de mejorar la eficiencia del procesamiento de solicitudes.
¿Quiénes tendrán que pagar?
No todos los solicitantes de asilo deberán pagar esta tarifa. Según el borrador de la norma, la tarifa de $100 aplicará únicamente a aquellos que:
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Presenten su solicitud después de haber sido procesados en la frontera y liberados bajo libertad condicional.
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Inicien su solicitud de asilo afirmativo (Formulario I-589) de manera voluntaria, sin haber sido detenidos o deportados previamente.
Las personas que soliciten asilo desde centros de detención o como parte de procedimientos de deportación podrían estar exentas, aunque esto dependerá del caso y de las futuras regulaciones.
¿A partir de cuándo entrará en vigor?
La tarifa aún no ha sido implementada oficialmente, pero se espera que entre en vigor a mediados de 2026, tras un período de consulta pública y revisión de comentarios. Durante ese tiempo, organizaciones y ciudadanos podrán opinar sobre la medida antes de su aprobación final.
Críticas y preocupaciones
Diversas organizaciones de derechos humanos han rechazado la propuesta, argumentando que cobrar por solicitar asilo va en contra del principio internacional de protección a las personas perseguidas. También advierten que la tarifa, aunque aparentemente baja, podría representar una barrera significativa para personas que huyen con pocos o ningún recurso económico.
Además, algunos expertos señalan que el cobro podría abrir la puerta a más restricciones en el futuro y complicar aún más el ya lento proceso de asilo en EE. UU.