El joven delantero del Barcelona, Lamine Yamal, no participará con la selección de España en el segundo parón internacional de la temporada debido a una lesión en la ingle. El futbolista de 18 años sufrió el problema físico durante la derrota en la Liga de Campeones ante el París Saint-Germain, disputada el último miércoles.
La dolencia, que podría mantenerlo fuera de los terrenos de juego hasta un mes, evitará su presencia en los próximos partidos clasificatorios para el Mundial contra Georgia y Bulgaria. El técnico del Barcelona, Hansi Flick, explicó que no existe un plazo exacto para su recuperación y que dependerá de la evolución en las próximas semanas.
Esta ausencia se produce en el marco de un calendario exigente para el jugador, que desde su debut ha acumulado un volumen de partidos y minutos inédito para alguien de su edad. Yamal ha disputado 130 partidos oficiales y ha jugado 8,158 minutos antes de cumplir los 18 años, lo que, según expertos, aumenta el riesgo de padecer lesiones por sobrecarga.
Carga de trabajo y tensiones
Las cifras de actividad de Yamal superan ampliamente las de otros talentos juveniles. Pau Cubarsí, también del Barcelona y con la misma edad, acumula 69 encuentros oficiales. Otros como Gavi y Pedri registran 60 y 49 respectivamente en el mismo rango de edad. En comparación con figuras internacionales, ni siquiera ganadores recientes del premio Golden Boy han alcanzado su nivel de minutos antes de la mayoría de edad. La situación ha generado fricciones entre el club y la selección española. Flick criticó que en la última convocatoria Yamal jugara pese a tener molestias, incluso recibiendo analgésicos para disputar hasta 79 minutos en un partido. Según el entrenador, la federación debería cuidar en mayor medida a sus futbolistas jóvenes, evitando forzarlos tras lesiones.
Luis de la Fuente, seleccionador de España, respondió que le sorprendían esas declaraciones, recordando que Flick conoce bien las exigencias de un equipo nacional. La discrepancia refleja un debate más amplio sobre la gestión de talentos emergentes en contextos de alta competencia, donde la presión por resultados puede sobrepasar la necesidad de descanso y desarrollo progresivo. Datos recopilados por FIFPRO, el sindicato mundial de jugadores, muestran que los adolescentes sometidos a calendarios congestionados enfrentan riesgos significativos de lesiones duraderas. El doctor Darren Burgess, presidente de su Red Asesora de Alto Rendimiento, advierte que las exigencias actuales pueden comprometer tanto la salud como la longevidad de la carrera de los jugadores jóvenes.
Un reto para la carrera de Yamal
Yamal debutó con el Barcelona a los 15 años y nueve meses, convirtiéndose en uno de los talentos más prometedores del club y alcanzando récords como ser el jugador más joven en llegar a los 100 partidos oficiales. Lo hizo con apenas 17 años y siete meses, superando la marca de Romelu Lukaku por cuatro meses. A lo largo de su trayectoria, el delantero solo se ha perdido 18 encuentros por lesiones entre Barcelona y España. Sin embargo, sus periodos de baja ya suman 133 días desde que debutó, y la lesión actual podría sumarle más tiempo ausente. Aunque sus actuaciones le han valido premios como el Golden Boy 2024, especialistas insisten en que la dosificación de minutos es clave para evitar que casos como el suyo sigan el camino de otros jóvenes que vieron acortada su carrera por el exceso de exigencia.
Ejemplos como Wayne Rooney y Michael Owen, que debutaron muy jóvenes con Inglaterra y regresaban a la cancha rápidamente tras lesiones, sirven de advertencia. Ambos dejaron de ser convocados a los 30 años, evidenciando que la sobrecarga temprana puede reducir el potencial futuro de jugadores talentosos. Para el Barcelona y la selección española, el reto será equilibrar su desarrollo con su aportación inmediata. A sus 18 años, Yamal tiene todo para liderar la nueva generación del fútbol español, pero su consolidación dependerá de decisiones que prioricen la salud y la carrera a largo plazo por encima de resultados inmediatos.