El Gobierno de Estados Unidos denunció una ola de amenazas contra oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que ahora se han convertido en blancos de cárteles y pandillas. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, calificó la situación como “extremadamente peligrosa” y sin precedentes, tras confirmar que estas organizaciones criminales estarían ofreciendo recompensas por asesinar o secuestrar a agentes federales.
“Tenemos oficiales y agentes específicos por cuyas cabezas se ha ofrecido una recompensa”, advirtió Noem durante una entrevista televisiva. “Han ofrecido 2.000 dólares por secuestrarlos y 10.000 dólares por matarlos”. Sus comentarios se dan en medio de una escalada de violencia vinculada a las operaciones migratorias y antidrogas desplegadas en ciudades como Chicago, El Paso, Los Ángeles y Miami.
Fuentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) señalan que las amenazas se incrementaron después de los recientes operativos contra redes de tráfico humano y narcotráfico en la frontera sur, donde ICE ha participado junto con el FBI y la DEA.
Filtraciones y amenazas en redes sociales
De acuerdo con reportes de inteligencia a los que tuvo acceso el DHS, varias organizaciones criminales —incluyendo pandillas locales y grupos asociados a los principales cárteles de México y Centroamérica— habrían divulgado fotos y datos personales de agentes del ICE en redes sociales y foros clandestinos. El objetivo, según los informes, sería atentar directamente contra sus vidas o las de sus familias.
“Se están asegurando de saber qué oficiales están ahí, en las redadas, y están siendo extremadamente efectivos identificándolos. Quieren derribarlos porque esas operaciones afectan sus finanzas y su estructura de poder”, explicó Noem.
Las plataformas digitales utilizadas para coordinar estos ataques estarían siendo monitoreadas en estrecha colaboración con empresas tecnológicas y agencias federales de investigación. Sin embargo, las autoridades reconocen que parte del contenido difundido proviene de filtraciones internas y de información compartida en canales encriptados de difícil rastreo.
ICE refuerza medidas de seguridad
Frente a la amenaza, el DHS implementó un programa de protección especial para los agentes federales más expuestos. Las medidas incluyen la asignación de equipos de seguridad personal, el reforzamiento de protocolos de comunicación y la modificación de los patrones de operación en redadas y misiones de captura.
“Ya hemos hecho ajustes en los traslados, las rutas de patrullaje y las operaciones. Nuestros equipos siguen trabajando, pero bajo un esquema más seguro”, declaró Noem. Además, señaló que se están coordinando acciones con el Servicio Secreto y el Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos para garantizar la integridad del personal en riesgo.
Las amenazas han afectado también a familiares de los agentes. Según un reporte interno de ICE, algunos miembros de las familias han recibido llamadas intimidatorias o mensajes anónimos con imágenes tomadas fuera de sus hogares, lo que llevó a reforzar la seguridad residencial de varios oficiales.
Incremento de la violencia criminal
Las autoridades federales creen que la intensificación de las amenazas está relacionada con los recientes golpes a las rutas del narcotráfico y a las redes que trafican personas hacia EE.UU. A mediados de septiembre, ICE anunció la detención de más de 3.000 personas vinculadas con cárteles que operan a ambos lados de la frontera, incautando millones de dólares, toneladas de metanfetamina y armamento militar.
“Estamos atacando directamente la línea de suministro y la logística de los grupos criminales”, indicó Noem. “Ellos responden con violencia porque sienten que están perdiendo territorio y dinero”.
La funcionaria subrayó que, pese a la magnitud de las amenazas, el Gobierno no reducirá las operaciones migratorias ni las investigaciones conjuntas con agencias internacionales. “Nuestra misión es desmantelar las redes que explotan a los migrantes y trafican con drogas hacia nuestras comunidades, y no vamos a detenernos”, declaró.
Reacción de las agencias y preocupación política
El anuncio generó preocupación entre legisladores que piden mayores recursos para proteger a los funcionarios y sus familias. El Comité de Seguridad Nacional del Congreso solicitó un informe detallado sobre la magnitud de las amenazas y los mecanismos de prevención utilizados hasta el momento.
Por su parte, sindicatos policiales y asociaciones de agentes federales instaron a las agencias a extremar las precauciones: “Este es el resultado de enfrentar a organizaciones que operan con impunidad y con millones de dólares a su disposición”, afirmó uno de los representantes del Sindicato Nacional de Agentes de ICE.
El presidente Donald Trump fue informado de la situación y ha reiterado su respaldo a los oficiales en servicio. Durante un acto público en Texas, aseguró que su administración tomará medidas “contundentes” contra las organizaciones responsables. “Los cárteles no intimidarán al Gobierno de Estados Unidos. Cualquiera que amenace a nuestros agentes enfrentará las consecuencias”, expresó el mandatario.
La relación entre el Gobierno y las agencias de seguridad se ha estrechado en las últimas semanas, con nuevas directivas de cooperación entre departamentos. Mientras tanto, ICE mantiene alerta máxima en varios estados fronterizos y grandes urbes, reforzando su mensaje de que “las amenazas no detendrán la aplicación de la ley”. EE.UU. alerta: cárteles ofrecen dinero por matar a agentes de ICE
Cárteles ponen en la mira a agentes federales
El Gobierno de Estados Unidos advirtió sobre una nueva ola de amenazas contra oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), quienes se han convertido en objetivo de cárteles y pandillas. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, calificó la situación como “extremadamente peligrosa” y sin precedentes, tras confirmar que existe un pago ofrecido por la vida de agentes federales.
“Tenemos oficiales y agentes específicos por cuyas cabezas se ha ofrecido una recompensa”, declaró Noem. “Se han ofrecido 2.000 dólares por secuestrarlos y 10.000 dólares por matarlos”, añadió. Sus declaraciones se producen luego de que varias operaciones recientes de ICE impactaran significativamente redes de tráfico de personas y narcotráfico en la frontera sur del país.
Según la funcionaria, la información fue recopilada por los equipos de inteligencia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y compartida con las principales agencias federales. Los reportes confirman que las amenazas tienen relación directa con la ofensiva contra los cárteles que operan desde México y Centroamérica.
Filtran fotos y direcciones de agentes en internet
De acuerdo con los informes del DHS, diferentes banda criminales y grupos vinculados a cárteles han comenzado a publicar en redes sociales datos personales, imágenes y direcciones de agentes de ICE. El material se difunde, aparentemente, en plataformas digitales cerradas y foros de mensajería encriptada.
“Se están asegurando de saber quiénes son los oficiales que participan en las redadas, identificándolos durante las misiones. Su objetivo es amedrentarlos o eliminarlos porque nuestras operaciones afectan directamente sus ganancias y rutas criminales”, explicó Noem en una entrevista televisiva.
La funcionaria reconoció que parte de esas filtraciones proviene de filtraciones internas y del hackeo de bases de datos locales. Para contener el riesgo, el DHS ha reforzado los canales de cifrado y colaboración con plataformas tecnológicas, además de coordinar con la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) el rastreo digital de publicaciones amenazantes.
Refuerzo de seguridad para oficiales de ICE
Como respuesta inmediata, se estableció un protocolo de emergencia para proteger a los agentes más expuestos en operaciones de campo. El DHS desplegó también unidades de seguridad especializadas y modificó las rutas y horarios de las redadas a fin de reducir el riesgo de emboscadas.
“Los agentes están siendo acompañados por personal de protección adicional, se han cambiado los patrones de movilidad y se revisan todas las comunicaciones. Estamos haciendo ajustes cada hora”, informó Noem. “Nuestros equipos siguen trabajando con determinación a pesar del clima de amenazas”.
Esta situación se ha extendido también al entorno personal de algunos oficiales. Según documentos internos de ICE, familiares de agentes han recibido llamadas intimidatorias y mensajes anónimos con fotografías de sus viviendas, lo que llevó a reforzar la vigilancia en varios domicilios.
Escalada de violencia en la frontera
Las amenazas coinciden con un repunte de la violencia criminal en zonas fronterizas, especialmente en Texas, Arizona y California. Los cárteles han intensificado sus actividades en respuesta a los recientes golpes asestados por las autoridades estadounidenses, incluyendo la incautación de toneladas de metanfetamina, heroína y fentanilo.
“Cada avance en la desarticulación de sus redes los empuja a retaliar de manera más violenta”, aseguró Noem. “Pero no vamos a retroceder. La prioridad del Gobierno federal sigue siendo la seguridad nacional y la protección de quienes aplican la ley”.
Fuentes del Pentágono confirmaron que algunas de las operaciones actuales están siendo apoyadas con tecnología militar avanzada, como vigilancia satelital, drones y radares marítimos, para interceptar cargamentos ilícitos antes de su ingreso al país.
Reacción política y apoyo a los agentes
Tras la revelación de las amenazas, distintos legisladores y funcionarios expresaron preocupación por el nivel de exposición de los agentes federales. El senador republicano Ted Cruz pidió una investigación interna del DHS para determinar de dónde provienen las filtraciones, mientras que líderes demócratas del Congreso instaron a aumentar el presupuesto destinado a protección de personal federal.
El presidente Donald Trump fue informado directamente de la situación y ratificó su respaldo a ICE. Durante un acto en Texas, aseguró que “los cárteles no intimidarán a Estados Unidos” y prometió represalias contra los responsables. “Quien amenace la vida de nuestros agentes será tratado como enemigo del Estado”, manifestó.
Sindicatos de agentes federales también hicieron un llamado a extremar las precauciones y denunciaron que la infiltración de datos pone en riesgo a todo el cuerpo operativo. “Nuestra labor enfrenta a organizaciones extremadamente violentas y debemos asumirlo con el respaldo total del Gobierno”, declaró un portavoz del Sindicato Nacional de Agentes de ICE.
Vigilancia intensificada en todo el país
Por ahora, las unidades del ICE permanecen en estado de máxima alerta. El DHS ha solicitado a sus agentes limitar la difusión de información personal en redes sociales y reforzar los protocolos de manejo de datos internos. Los equipos de inteligencia mantienen activa la búsqueda de los responsables digitales de las amenazas y de los intermediarios que difunden las recompensas.
“Estos intentos de intimidación no detendrán nuestro trabajo”, concluyó Noem. “Seguiremos enfrentando a los grupos criminales con toda la fuerza de la ley”.
 
															 
				 
											
 
								 
															