Dos aviones regionales de Delta Air Lines colisionaron en la pista del aeropuerto de LaGuardia, en Nueva York, dejando al menos una persona herida y un ambiente de pánico entre los pasajeros, según confirmó la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey. El accidente vuelve a encender las alarmas sobre la seguridad en una de las terminales aéreas más transitadas de Estados Unidos.
¿Cómo ocurrió el accidente?
El hecho sucedió cuando un avión que llegaba desde Charlotte ya había aterrizado y se dirigía a su puerta de desembarque. En ese momento, impactó con otra aeronave de la misma compañía que se preparaba para el despegue rumbo a Roanoke, Virginia.
El choque se produjo en plena calle de rodaje, lo que generó un fuerte estruendo dentro de la cabina y causó angustia entre los pasajeros. La situación obligó a evacuar de inmediato a quienes iban a bordo.
Pasajeros en pánico y una herida
Aunque en un primer momento se temió lo peor, únicamente resultó herida una tripulante de cabina. La asistente de vuelo fue trasladada a un hospital cercano como medida de precaución. Su estado es estable, de acuerdo con las autoridades aeroportuarias.
Por su parte, los pasajeros fueron desembarcados en la pista y transportados en autobuses hacia la Terminal C, donde recibieron asistencia y orientación. “Una persona a bordo de una de las aeronaves sufrió lesiones que no pusieron en peligro su vida”, señaló un portavoz de la Autoridad Portuaria, subrayando que la rápida evacuación evitó un escenario más crítico.
El testimonio de un pasajero clave
Entre los relatos de los afectados destaca el de Joey Annunziato, quien aseguró que el impacto fue tan fuerte que los viajeros salieron despedidos de sus asientos. “Todos salieron disparados hacia adelante y fue un poco caótico tan pronto como sucedió”, relató.
Annunziato añadió que el avión donde viajaba estaba a punto de llegar a la puerta de desembarque, lo que hizo el accidente aún más sorpresivo. Un video difundido posteriormente mostró que una de las alas de la aeronave quedó seriamente dañada tras la colisión.
El pasajero explicó que el vuelo desde Charlotte había transcurrido con normalidad y sin incidentes durante todo el trayecto, hasta que ocurrió el inesperado choque. “Estábamos probablemente a unos 50 o 100 metros de nuestra puerta de embarque, así que no sé qué pasó, pero lo averiguaremos”, señaló.
Investigación en curso
Tras lo sucedido, Delta Air Lines emitió un comunicado oficial en el que lamentó el accidente y aseguró que colaborará plenamente con las investigaciones. “Delta trabajará con todas las autoridades para esclarecer lo ocurrido, ya que la seguridad de nuestros clientes y tripulación siempre es nuestra máxima prioridad. Pedimos disculpas a quienes se vieron afectados por esta situación”, expresó un portavoz de la aerolínea.
Además, se confirmó que tanto la Autoridad Portuaria como la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) participan en el análisis de lo sucedido. El objetivo será establecer si el error fue humano, técnico o de coordinación de tráfico aéreo.
Seguridad aérea en la mira
Este accidente ocurre en un contexto en el que la seguridad aérea en aeropuertos estadounidenses ha sido puesta bajo escrutinio en los últimos meses. La congestión de pistas, el incremento de vuelos regionales y la presión operativa para mantener horarios ajustados son factores que, según expertos, pueden elevar el riesgo de incidentes en tierra.
En agosto, un informe del propio regulador estadounidense ya había advertido sobre la necesidad de reforzar protocolos en aeropuertos con alto volumen de operaciones, entre ellos LaGuardia, considerado uno de los más críticos por sus limitaciones de espacio y el elevado tráfico diario.
Pese a todo, tanto la Autoridad Portuaria como Delta insistieron en que este episodio no compromete la eficiencia de las operaciones en el aeropuerto. Sin embargo, las investigaciones determinarán qué falló en la comunicación y el procedimiento de rodaje que terminó con dos aviones de la misma aerolínea colisionando en la pista.
Mientras tanto, los pasajeros implicados continúan compartiendo testimonios de lo ocurrido, reflejando la tensión de un accidente que, aunque no dejó víctimas mortales, sí expuso debilidades en la coordinación en tierra dentro de uno de los aeropuertos más concurridos de Nueva York.
