Un cabildo abierto celebró la noche del martes en Memphis con la presencia de decenas de residentes preocupados por el aumento de fuerzas del orden federales. Esta situación es una amenaza recurrente en ciudades dirigidas por demócratas y ahora Memphis es el nuevo foco.
Operación federal en marcha
La secretaria de Justicia de EE.UU., Pam Bondi, informó que la operación federal en Memphis ya comenzó con nueve arrestos y la incautación de dos armas ilegales el lunes pasado. Además, confirmó la asignación de 219 agentes y que el Centro de Operaciones Conjuntas está en funcionamiento.
Bondi comunicó que viajará esta semana a la ciudad acompañada por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, para supervisar la operación.
Alcance y objetivos del despliegue
Este despliegue coincide con similares en Washington, Los Ángeles y Chicago. El presidente Donald Trump ha expresado su intención de replicar esta estrategia en Portland, Oregon. Para él, Memphis debe ser un ejemplo de éxito, similar al despliegue de 2,000 efectivos de la Guardia Nacional en Washington.
Trump especifica que la operación requiere “saturar los barrios” con personal policial y aplicar estrictamente las leyes sobre calidad de vida y seguridad pública. Aunque Memphis tiene un historial de delitos violentos, distintos funcionarios reconocen que la ciudad ha experimentado descensos en varias categorías este año.
Coordinación con autoridades locales
El alcalde Paul Young se reunió con funcionarios federales para definir la cooperación entre fuerzas locales y federales. Destacó que las reducciones históricas en la delincuencia en los últimos 20 meses deben mantenerse y potenciarse.
Young aseguró que no habrá incremento en puestos de control ni acciones tipo las vistas en Washington. El gobierno local confía en que los agentes federales colaborarán con la policía de Memphis durante toda la operación.
Alcances limitados de la Guardia Nacional
El gobernador de Tennessee, Bill Lee, declaró que no se espera el despliegue de más de 150 miembros de la Guardia Nacional en Memphis. Aclaró que no habrá tanques ni arrestos por parte de las tropas, y que solo usarán armas si las autoridades locales lo solicitan.
Diferente a Washington, la ley Posse Comitatus limitará la participación militar en la aplicación de la ley, garantizando que las tropas no realicen funciones policiales directas.
Opiniones divididas entre los residentes
El Ayuntamiento del sábado pasado reflejó preocupaciones de opositores al despliegue, quienes demandaron que los recursos federales se destinen a educación, prevención del delito y servicios sociales, en lugar de reforzar la seguridad con tropas.
Sin embargo, en el encuentro del martes, algunos residentes expresaron esperanzas de que la presencia federal reduzca la delincuencia. Aqueelah Parker manifestó: “Me alegra que estén aquí. Si ayuda a la ciudad, no tengo problema. Estoy bien.”
Un balance complejo
La operación federal en Memphis ejemplifica el choque entre estrategias de seguridad y la demanda social de servicios comunitarios. Mientras la administración Trump apuesta por un enfoque policial contundente, el liderazgo local busca equilibrar la seguridad con la colaboración y la reducción del delito con métodos probados.
Memphis sigue bajo vigilancia intensa, pero el diálogo entre autoridades y la comunidad marcará el rumbo en los próximos meses.