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Este es el primer cierre del Gobierno desde 2019.
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Foto: Shutterstock

El cierre del Gobierno fue inevitable. Senadores no llegaron a un acuerdo antes de la hora límite.

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La capital de Estados Unidos se sume en el caos tras el fracaso de las negociaciones en el Senado, que desencadenó un cierre parcial del Gobierno federal a la medianoche. Sin un acuerdo bipartidista para extender el financiamiento, miles de empleados públicos enfrentan suspensiones sin sueldo, mientras servicios esenciales operan bajo presión. Este estancamiento, alimentado por disputas sobre subsidios de salud y recortes presupuestarios, marca el primer cierre en el segundo mandato de Donald Trump, intensificando la incertidumbre sobre su impacto en la vida diaria y las elecciones de medio término.

El plazo expiró sin que republicanos ni demócratas cedieran. «El cierre ahora es inevitable», afirmó el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, a CNN, señalando al líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, por rechazar la propuesta republicana. Este plan buscaba financiar el Gobierno por siete semanas sin incluir extensiones a los subsidios de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (Obamacare), una exigencia clave de los demócratas.

Un juego de culpas en un clima de división

El enfrentamiento entre partidos se intensificó con acusaciones cruzadas. Hakeem Jeffries, líder de la minoría en la Cámara, reiteró la disposición demócrata a negociar, pero criticó la falta de seriedad republicana. «Financiemos al Gobierno. Sentémonos a conversar», dijo a CNN, calificando a Trump de «poco serio» tras difundir un video racista generado por IA que caricaturizaba a Jeffries y Schumer con estereotipos mexicanos. Schumer, por su parte, acusó a Trump de usar a los estadounidenses como «peones políticos» y señaló que el video refleja su desinterés por evitar el cierre.

Johnson defendió su postura, afirmando que el debate debe centrarse en mantener el Gobierno abierto, no en «publicaciones de redes sociales». En un roce con la representante Madeleine Dean, quien cuestionó su silencio ante el video de Trump, Johnson insistió en su rol bipartidista, aunque admitió discrepancias. La Casa Blanca contraatacó reproduciendo clips antiguos de demócratas como Elizabeth Warren y Schumer alertando sobre los daños de cierres pasados, acusándolos de «hipocresía». Schumer replicó que la propuesta republicana actual carece de aporte demócrata, algo sin precedentes.

Mensajes partidistas y controversias éticas

El tono político se agudizó con mensajes inusualmente partidistas desde agencias federales. El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) colocó un aviso en su sitio web, con un banner rojo y ventanas emergentes, culpando a la «izquierda radical» por el cierre y acusándola de exigir «1,5 billones de dólares» en políticas como «fronteras abiertas» o «hombres en deportes femeninos». Esta acción provocó una denuncia por violación de la Ley Hatch, que prohíbe a empleados federales participar en actividades políticas partidistas. Craig Holman, experto en ética de Public Citizen, calificó el mensaje como «una violación obvia» y cuestionó la falta de supervisión ética en la administración Trump, señalando que las oficinas de ética han sido «neutralizadas».

Correos internos en varias agencias, revisados por CNN, también culpan a los demócratas por el «estancamiento», defendiendo la resolución republicana respaldada por Trump. Hasta ahora, ninguna otra agencia ha replicado los banners del HUD, y la Casa Blanca no respondió a consultas sobre su involucramiento.

Impactos inmediatos: Huracanes, aeropuertos y recortes

El cierre coincide con una temporada de huracanes crítica, con dos sistemas tropicales amenazando el sureste. Aunque la NOAA y FEMA mantendrán operaciones esenciales, expertos advierten que la pérdida de personal experimentado bajo Trump podría retrasar respuestas. La contratación y formación, ya lentas, se verán aún más afectadas.

En el sector transporte, el Departamento de Transporte suspenderá a 11.322 empleados de la FAA, aunque más de 13.000 controladores aéreos trabajarán sin paga. Sindicatos de la FAA y TSA advierten que ausencias mínimas podrían paralizar aeropuertos, como en 2019. «Un cierre causaría retrocesos significativos», alertó Nick Daniels de NATCA.

Servicios como inspecciones de alimentos, parques nacionales y préstamos federales se suspenderán. Trump, por su parte, ve el cierre como una oportunidad: «Pueden salir cosas buenas», dijo, aludiendo a recortes permanentes en programas «demócratas». Un memorando de la Oficina de Administración y Presupuesto ordena identificar empleos para eliminaciones irreversibles, generando una demanda de sindicatos que acusan a la administración de violar la ley federal.

Costos políticos y un patrón recurrente

El cierre podría dañar a los republicanos en las elecciones de medio término, según Julio Sevilla, profesor de la Universidad de Georgia. «Históricamente, los republicanos han pagado el mayor costo político», afirmó en CNN, citando la intransigencia de Trump. En el Senado, votaciones fallidas reflejaron la división: los demócratas bloquearon el plan republicano, mientras su propuesta, que incluía subsidios de Obamacare, también fue rechazada.

Desde 1976, EE.UU. ha enfrentado 20 interrupciones de financiamiento, con cierres significativos en 1995-1996, 2013 y 2018-2019. La dinámica institucional, que exige acuerdos anuales, perpetúa el riesgo. Mientras Johnson planea retomar sesiones la próxima semana y el líder republicano del Senado, John Thune, rechaza negociar durante el cierre, Washington permanece en vilo. ¿Por cuánto tiempo? La respuesta depende de si los partidos logran liberar al Gobierno del estancamiento.

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