Empodérate y toma las riendas de tu salud

Tienes miles de opciones para encontrar material que te nutra y sume a tu salud.
Empodérate y toma las riendas de tu salud

Una de las tantas frases que me encantan del Dr. Joe Dispenza es: “En la era de la información, la ignorancia es una elección”. Y es verdad, porque hoy en día tenemos todos los recursos a mano para lo que sea que necesitemos aprender.

¿Quieres arreglar la cañería? Busca en YouTube.

¿Quieres saber qué pasa en Etiopía? Busca en Google News.

¿Quieres hacerte tú misma un peinado de peluquería? Busca en YouTube.

¿Quieres aprender a jugar ajedrez? Busca un curso gratuito en edX.

Para lo que sea, siempre habrá una respuesta a la mano. Entonces, ¿por qué cuando se trata de tu salud no pones manos a la obra?

Ojo, no te estoy diciendo que te automediques ni que te inventes un tratamiento para curarte. Te lo pongo así: imagínate que vas al doctor porque tienes ciertos síntomas. El doctor te revisa en los cinco minutos que tiene asignados por paciente y te dice: “Vamos a hacerte unos análisis de sangre, te veo en tres semanas”. Y tú reclamas: “Pero doctor, ¿qué hago con mi dolor mientras tanto?” El doctor te dirá: “Toma Tylenol y observemos”.

Ahora, mira esta escena: vas al doctor porque tienes ciertos síntomas, pero tú ya has leído, te has informado y has aprendido, a grosso modo (porque, obvio, no vas a saber tanto como el doctor), cómo funciona el cuerpo humano y cuáles podrían ser los orígenes de tus síntomas. Entonces el doctor te dice: “No se preocupe, vamos a hacerte unos análisis y te veo en tres semanas; mientras tanto, toma Tylenol”.

Tú dirías:

“¿Qué análisis, doctor? ¿No cree que además podamos agregar estos otros?”

“¿Qué suplementos me recomienda tomar?”

“¿Usted cree que debo cambiar mi dieta? ¿Qué alimentos me recomienda?”

“¿Tendrá algún remedio casero que pueda suplir al Tylenol?”

“¿Me podría explicar exactamente qué tiene en mente acerca de lo que podría estarme pasando?”

¿Me explico? La situación cambia drásticamente cuando te involucras activamente en las decisiones que afectan tu salud, y eso solo lo puedes hacer cuando te informas. No tienes que estudiar medicina ni naturopatía, ni ser un crack en biología. Solo tienes que prestar atención, leer, cuestionarte todo y ponerle ganas.

Ahora, mira esta tercera escena. Tus síntomas son dolor abdominal, dolor de cabeza, no duermes bien y tienes la piel bastante reseca.

Si te sientas contigo mismo después de haberte dado el trabajo de investigar qué podría estar causando todo esto, podrías decirte:

“Ok, hace cinco días que no voy al baño, me pasé la semana desayunando pancito con chicharrón —tú sabes, soy peruano y el pan con chicharrón acaba de ganar el mundial de desayunos—, estuve almorzando frijoles con arroz y cenando una pizza que pido cada noche de la esquina de mi casa porque llega bien calientita (eso sí, la pido con tomate, porque es una verdura). Y de bebidas, pues la cafetería que tanto me gusta está con descuento, así que estoy tomando más café de lo que normalmente consumo.”

Ok, entonces entenderás que tu dolor de cabeza y tu dolor de barriga son porque estás brutalmente estreñido. Además, no estás tomando suficiente agua, y has duplicado tu consumo de café (que, por si no sabías, te deshidrata), así que tu piel lo sabe y se está haciendo charqui por falta de hidratación. Y no duermes bien porque estás tan descompensado que tu cuerpo ya no sabe cómo gritarte para que hagas algo y regreses al balance.

¿Qué harías?

Agrega una buena ensalada de hojas verdes a tus frijoles con arroz, reemplaza tu pan con chicharrón por unos buenos huevos fritos acompañados de tomate, arúgula y brotes de alfalfa. Bájale al café y súbele al agua con una pizca de sal, y come una crema de verduras casera en vez de la pizza. Toma magnesio citrato en la mañana para ayudarte a ir al baño y magnesio glicinato en la noche para dormir mejor.

¿Necesitabas la consulta con el doctor? Quizás sí, ¡pero podías intentarlo primero solo antes de gastar $300 en la consulta para un Tylenol!, ¿verdad?

Ahora me vas a decir, seguro: “No tengo tiempo”. Te aseguro que si eliminas 10 minutos de los que pasas en redes sociales, otros 10 minutos de los que pasas quejándote por el tráfico y solo 10 minutos de la novela que ves a las 8, tendrás 30 minutos diarios para tomar un libro y leer algo que de verdad te sea útil.

Y ahora me vas a decir: “Soy disléxico, no puedo leer, no me concentro, no tengo anteojos”. Pues también existen audiolibros, podcasts y YouTube. Tienes miles de opciones para encontrar material que te nutra y sume a tu salud.

Aquí te dejo una pequeña lista de algunos de mis libros favoritos (¡y también tienen versión en audiolibro!).

  1. Pegan Diet. @drmarkhyman  Versión en español
  2. Young Forever. @drmarkhyman Versión en español
  3. The New Rules for Aging Well. @franklipmanmd
  4. Fast This Way. @dave.asprey
  5. Como. @drcarlosjaramillo
  6. The Wahls Protocol. @drterrywahls
  7. PaleoVida. @carlosperezregenera   

Recuerda, la salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino un estado de completo bienestar físico, mental y espiritual.

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