La representante estatal demócrata de Texas, Nicole Collier, pasó la noche en el pleno de la Cámara de Representantes de Texas en protesta contra las medidas impuestas por los republicanos, quienes condicionaron su permanencia bajo supervisión policial del Departamento de Seguridad Pública (DPS). La legisladora se negó a aceptar lo que consideró un intento de intimidación, afirmando que sus electores —en su mayoría comunidades minoritarias— merecen una representación justa en los nuevos mapas congresionales.
Nicole Collier desafía la supervisión policial en Texas
Cuando los demócratas regresaron al Capitolio en Austin, tras abandonar el estado para evitar una votación sobre redistribución de distritos, el presidente de la Cámara, Dustin Burrows, impuso restricciones inéditas. Ordenó que los legisladores no pudieran salir del pleno sin un permiso firmado y una escolta policial permanente hasta la siguiente sesión.
La mayoría de los representantes acató la medida mostrando permisos y caminando escoltados por agentes. Sin embargo, Collier rechazó esta condición y decidió permanecer dentro de la Cámara. Según asesores legislativos, solo podía moverse entre el pleno y su oficina bajo vigilancia, sin posibilidad de salir del Capitolio sin aceptar control externo.
La representante demócrata de Texas, Nicole Collier, rechazó un permiso republicano que implicaba vigilancia policial las 24 horas, los 7 días de la semana. Foto: X/Nicole Collier
La protesta de los demócratas de Texas y la redistribución de distritos
Este enfrentamiento tiene su origen en la decisión de los republicanos de rediseñar los mapas congresionales antes de lo habitual. Normalmente, la redistribución ocurre tras el Censo cada diez años, pero en Texas se adelantó bajo presión del presidente Donald Trump y del gobernador Greg Abbott, con la meta de aumentar escaños republicanos antes de las elecciones intermedias.
Los demócratas denunciaron que este plan busca diluir el voto de las comunidades latinas y afroamericanas, que representan gran parte del crecimiento poblacional en Texas. En reacción, muchos legisladores demócratas huyeron a estados como Illinois y Nueva York para bloquear el quórum, retrasando la aprobación de los nuevos mapas.
Ante esta ausencia, Burrows emitió órdenes de arresto civil, aunque los agentes del DPS no pudieron ejecutarlas porque los legisladores se encontraban fuera de Texas. Con su regreso, los republicanos endurecieron el control para garantizar que los demócratas no abandonaran nuevamente la Cámara.
Reacciones a la protesta de Nicole Collier
La noche de vigilia en la Cámara también fue acompañada por otros legisladores como Gene Wu y Vince Pérez, quienes firmaron permisos para moverse dentro del Capitolio, pero permanecieron junto a Collier en solidaridad. Wu incluso compartió en redes sociales imágenes de los bocadillos que preparó para la larga jornada, ironizando sobre la situación.
«No estoy de acuerdo con esa táctica autoritaria» declaró.
Collier, por su parte, declaró que no renunciaría a su dignidad como representante: “Mis electores me enviaron aquí para defender su voz y no aceptaré un esquema de intimidación”. Agregó que los nuevos mapas “perjudican directamente a las comunidades minoritarias que me eligieron”.
El excongresista demócrata Beto O’Rourke elogió públicamente la postura de Collier, calificándola de “verdadera heroína” frente a lo que denominó “acciones autoritarias” de los republicanos.
Impacto nacional de la redistribución en Texas
La confrontación en Texas se ha convertido en un símbolo de la batalla nacional por el control del Congreso. Si el plan republicano avanza, el estado podría ganar hasta cinco distritos favorables al partido, lo que ayudaría a reforzar su mayoría en la Cámara de Representantes.
Al mismo tiempo, otros estados republicanos como Missouri, Indiana y Ohio también analizan ajustes que podrían debilitar a los demócratas. En respuesta, líderes demócratas como el gobernador de California, Gavin Newsom, han amenazado con impulsar medidas que generen nuevos distritos para su partido si Texas continúa con su estrategia.
La noche que Collier pasó en la Cámara de Representantes de Texas refleja un choque político más amplio sobre la manipulación de distritos electorales, con consecuencias directas para la representación de comunidades minoritarias, especialmente latinas, en el Congreso de Estados Unidos.
