La administración del presidente Donald Trump ha introducido cambios significativos en el proceso de naturalización, enfocándose en un estándar más estricto para evaluar el buen carácter moral de los solicitantes de ciudadanía estadounidense. Un memorando del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), publicado el 15 de agosto de 2025, establece una revisión más “rigurosa y holística” que no solo descarta a quienes tienen antecedentes penales graves, sino que también valora contribuciones positivas, como un historial laboral estable. Estos ajustes, que afectan a los aproximadamente 818,000 solicitantes que buscan naturalizarse anualmente, han generado debate sobre su impacto en los inmigrantes.
Un enfoque más amplio para el buen carácter moral
El nuevo estándar de buen carácter moral exige que los oficiales de USCIS evalúen tanto la ausencia de conductas negativas como la presencia de logros positivos. Tradicionalmente, el requisito descartaba a personas con condenas por delitos graves, como homicidio, tráfico de drogas o fraude bancario, o quienes hayan pasado más de 180 días en prisión durante los últimos cinco años, según el Manual de Políticas de USCIS. Ahora, el memorando enfatiza aspectos como un “historial de empleo estable, logros laborales y participación comunitaria”. Por ejemplo, un solicitante con un empleo consistente y contribuciones cívicas, como voluntariado, podría tener ventaja en el proceso.
Por lo tanto, el cambio busca reflejar los “estándares éticos actuales” de la comunidad. Sin embargo, también introduce criterios subjetivos, como evaluar infracciones legales menores, incluyendo multas por exceso de velocidad o estacionamiento indebido, que podrían interpretarse como “inconsistentes con el buen civismo”. Catherine Picker, asesora del International Rescue Committee, señaló que estas evaluaciones caso por caso podrían complicar el proceso, ya que dependen de la interpretación de los oficiales migratorios.
Nuevas barreras en el proceso de naturalización
El memorando de USCIS otorga a los oficiales mayor discreción para revisar el historial completo de los solicitantes, incluyendo conductas legales pero “cuestionables”. Por ejemplo, el no pago de manutención infantil o deudas fiscales, aunque no siempre derive en condenas, podría considerarse una falta de carácter moral. Además, la administración Trump ha propuesto otras medidas para endurecer el acceso a la ciudadanía, como un examen de naturalización más difícil, que ahora incluye preguntas avanzadas sobre historia y civismo estadounidenses. En 2025, el tiempo de procesamiento para la Forma N-400, solicitud de naturalización, se ha reducido a 8-10 meses, pero las nuevas exigencias podrían generar retrasos, según expertos.
En consecuencia, organizaciones como la ACLU han expresado preocupación por la subjetividad de los nuevos criterios. “Esto podría excluir a personas que han vivido vidas productivas pero enfrentan pequeños errores legales”, afirmó Savannah Kumar, abogada de ACLU Texas. La falta de una definición clara de “buen civismo” podría afectar desproporcionadamente a comunidades inmigrantes con menos recursos para documentar logros.
Contexto de políticas migratorias de Trump
Estas regulaciones se suman a otras iniciativas de la administración Trump para restringir la inmigración. Entre ellas, destaca un decreto presidencial que busca limitar la ciudadanía por nacimiento, actualmente bajo litigio en cortes federales. Además, se han implementado restricciones a visas, como la exigencia de un depósito de $15,000 para solicitantes de visas B1/B2 de ciertos países, y la creación de la “tarjeta dorada” para millonarios que buscan residencias permanentes. La megaley fiscal de julio de 2025 destinó $45 mil millones para centros de detención y $30 mil millones para ICE, reflejando un enfoque en la deportación masiva, con 109,000 arrestos reportados este año.
Pese a todo, el proceso de naturalización sigue siendo un camino largo para muchos. Los solicitantes deben demostrar cinco años de residencia permanente (o tres si están casados con un ciudadano estadounidense), aprobar exámenes de inglés y civismo, y presentar pruebas de su carácter, como declaraciones de impuestos, registros laborales o cartas de recomendación. En 2024, 860,000 personas se naturalizaron, según USCIS, pero las nuevas políticas podrían reducir esta cifra. Organizaciones como Documented NY recomiendan consultar con abogados migratorios para navegar los requisitos, especialmente para quienes tienen antecedentes menores, como multas de tránsito, que ahora podrían influir en la decisión de USCIS.