El presidente Donald Trump anunció el 6 de agosto de 2025 un arancel del 100% sobre los chips y semiconductores importados, con el objetivo de impulsar la fabricación en Estados Unidos. La medida, presentada en un evento en el Despacho Oval junto al CEO de Apple, Tim Cook, busca reducir la dependencia de proveedores extranjeros, especialmente de Asia, y fomentar la inversión doméstica en un sector clave para la tecnología y la seguridad nacional.
Un plan para revitalizar la industria estadounidense
Durante el anuncio, Trump enfatizó que las empresas que fabriquen o se comprometan a fabricar en EE.UU. estarán exentas de los aranceles. “Si estás construyendo en Estados Unidos, no habrá cargo alguno”, afirmó, destacando que las compañías que no cumplan sus promesas de inversión enfrentarán multas retroactivas. La medida, que podría implementarse la próxima semana, responde a una investigación iniciada en abril bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, que permite imponer aranceles por motivos de seguridad nacional. En 2024, EE.UU. importó más de 60 mil millones de dólares en semiconductores, con un 80% proveniente de Asia, según el Departamento de Comercio.
Por su parte, Apple anunció una inversión adicional de 100 mil millones de dólares en fabricación estadounidense, sumándose a un compromiso previo de 500 mil millones. Esta estrategia, que incluye plantas en Texas y Michigan, asegura su exención de los aranceles. “Estamos apoyando una cadena de suministro de semiconductores de punta a punta”, dijo Cook, destacando asociaciones con empresas como Broadcom y TSMC en Arizona.
Exenciones para grandes jugadores
La taiwanesa TSMC, líder mundial en chips avanzados para inteligencia artificial, también quedará exenta, según confirmó Liu Chin-ching, titular del Consejo Nacional de Desarrollo de Taiwán. TSMC, que abastece a gigantes como Apple y Nvidia, planea invertir 165 mil millones de dólares en Arizona para construir fábricas y un centro de investigación. “Esto representa una ventaja competitiva para TSMC”, señaló Liu, subrayando la resiliencia de la industria taiwanesa. Otras empresas, como Nvidia, que anunció 500 mil millones en infraestructura de IA en EE.UU., y Samsung, con fábricas en Texas, también evitarán los aranceles.
Sin embargo, países como Filipinas, donde los semiconductores representan el 70% de las exportaciones, enfrentan un panorama sombrío. Dan Lachica, presidente de la industria local, calificó la medida como “devastadora”. En 2024, Filipinas exportó 8 mil millones de dólares en chips a EE.UU., y los aranceles podrían elevar los costos de producción para empresas estadounidenses que dependen de estas importaciones.
Impacto en consumidores y mercados
La política de aranceles ha generado preocupación en la industria tecnológica. La Semiconductor Industry Association advirtió que gravámenes no selectivos podrían aumentar los costos de producción doméstica, afectando productos como smartphones, automóviles y electrodomésticos. Durante la pandemia de COVID-19, la escasez de chips elevó los precios de los autos en un 20%, según el Departamento de Comercio, y los expertos temen un impacto similar. En el último año, la demanda global de semiconductores creció un 19.6%, impulsada por la inteligencia artificial.
Por otro lado, la medida de Trump contrasta con la Ley CHIPS de 2022, que destinó 52.7 mil millones de dólares en subsidios para fomentar la producción local. Trump ha criticado estos incentivos como “desperdicio”, argumentando que los aranceles son suficientes para atraer inversión. “No necesitamos darles dinero; vendrán porque es bueno para ellos”, afirmó en una entrevista reciente. En 2024, EE.UU. producía solo el 12% de los chips globales, frente al 40% en 1990.
Reacciones globales y desafíos
La Unión Europea y Japón negociaron tarifas reducidas del 15% para sus exportaciones de chips, mientras que China enfrenta aranceles del 125% en respuesta a tensiones comerciales. Beijing calificó la medida como un “obstáculo” para la cooperación tecnológica, según el Ministerio de Comercio chino. Los analistas advierten que aplicar aranceles a chips integrados en productos terminados, como juguetes o autos, será complejo, ya que EE.UU. carece de un sistema para rastrearlos.
Mientras tanto, la Bolsa de Valores reaccionó con caídas, con el índice S&P 500 perdiendo un 10% desde enero. Empresas como Nvidia, que dependen de cadenas de suministro globales, han visto sus acciones caer un 30% en 2025. “Los aranceles podrían frenar el desarrollo de infraestructura de IA en EE.UU.”, señaló un analista de Eurasia Group. A medida que el plan de Trump avanza, la industria tecnológica enfrenta un futuro incierto, con el equilibrio entre proteccionismo y costos al consumidor en el centro del debate.
