En medio del décimo día de un cierre parcial del Gobierno federal de Estados Unidos, el presidente Donald Trump anunció un plan de despidos masivos selectivos, apuntando explícitamente contra lo que denominó “agencias demócratas”. La medida agrava la confrontación política y añade más tensión al estancamiento de las negociaciones presupuestarias con el Congreso.
Contexto del cierre de Gobierno
El cierre del Gobierno federal comenzó la madrugada del 1 de octubre de 2025, después de que el Congreso no aprobara una ley de financiamiento que permitiera mantener operativos los programas federales no esenciales.
Durante esta paralización, cientos de miles de empleados federales han sido suspendidos temporalmente sin goce de sueldo (furloughs), mientras otros consideran que podrían perder su empleo si el cierre se prolonga.

La estrategia de los despidos selectivos
A diferencia de medidas anteriores, esta vez la Casa Blanca ha desplazado el discurso hacia despidos permanentes, no solo furloughs. El anuncio oficial apoyado por la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés) indica que más de 4 000 trabajadores federales serán terminados bajo mecanismos de “reducción en la fuerza” (RIF, por Reduction‑In‑Force), afectando ministerios como Salud, Educación, Tesoro y Seguridad Interior.
Trump justificó los despidos señalando que buscará eliminar puestos en “agencias democráticas” que considera alineadas con prioridades del Partido Demócrata. El director de la OMB, Russ Vought, publicó en redes sociales que la Administración determinará qué agencias demócratas se verán afectadas.

Reacción política y legal
La estrategia fue recibida con críticas feroces tanto de demócratas como de algunos republicanos moderados. Varios legisladores la calificaron de venganza política y abuso de poder.
Sindicatos del sector público presentaron demandas por considerar ilegales los despidos durante el cierre presupuestario. Afirmaron que muchos puestos no pueden eliminarse sin la aprobación del Congreso.
Un juez federal, Susan Illston, quien ya había bloqueado despidos masivos similares anteriormente, será quien dirima una nueva demanda presentada por los sindicatos, lo que podría frenar o revertir la medida.
Mientras tanto, el cierre continúa, y las negociaciones no muestran señales de avance real entre la Casa Blanca y los demócratas del Congreso.
Impactos inmediatos y perspectivas
La iniciativa de despidos marca un cambio drástico en la respuesta del Ejecutivo ante el cierre. Las agencias enfrentarán no solo inactividad parcial, sino una posible reducción permanente de personal.
Algunos programas estatales y federales, en particular aquellos vinculados con salud pública, educación y proyectos de infraestructura, podrían verse profundamente afectados si los recortes se aplican en áreas donde predominan estados con gobiernos demócratas.
El enfrentamiento judicial será clave para definir si estos despidos pueden concretarse en el corto plazo o si serán bloqueados por los tribunales.

