La Unión Europea (UE) ha acusado a Rusia de atacar deliberadamente su delegación en Kiev durante un bombardeo masivo el 27 de agosto de 2025, que dejó al menos 18 muertos, incluidos cuatro niños, y decenas de heridos. El ataque, uno de los más letales contra la capital ucraniana desde julio, dañó gravemente las oficinas de la UE y el British Council, intensificando las tensiones en medio de esfuerzos diplomáticos liderados por el presidente de EE.UU., Donald Trump, para frenar la guerra. Líderes europeos han condenado el acto como un intento de sabotear la paz, mientras el Kremlin niega haber atacado infraestructuras civiles.
Un ataque que golpea el corazón de Kiev
La delegación de la UE en Kiev sufrió daños severos tras un bombardeo ruso que incluyó 629 drones y misiles, según la Fuerza Aérea ucraniana. La embajadora de la UE, Katarina Mathernova, denunció que un edificio adyacente fue destruido por un ataque de precisión, cuya onda expansiva devastó la misión diplomática y una torre residencial cercana. “Nadie me convencerá de que esto no fue intencional”, afirmó Mathernova, quien estaba en Eslovaquia por motivos personales. A pesar de los destrozos, ningún miembro del personal de la UE resultó herido, según confirmó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Por ejemplo, el ataque también destruyó un edificio residencial de cinco pisos en el distrito de Darnytskyi, matando a 18 personas, entre ellas una niña de dos años, un niño de 14 y una joven de 17, según la Fiscalía de Kiev. Más de 100,000 hogares quedaron sin electricidad, y los equipos de rescate aún buscan sobrevivientes bajo los escombros, reportó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Condena unificada de Europa
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó su indignación, señalando que dos misiles impactaron a 50 metros de la delegación en 20 segundos. “Es un recordatorio sombrío de lo que está en juego”, dijo, prometiendo nuevas sanciones y el uso de activos rusos congelados para apoyar la defensa y reconstrucción de Ucrania. El presidente del Consejo Europeo, António Costa, calificó el ataque como “deliberado” y afirmó que “la agresión rusa solo fortalece nuestra determinación de apoyar a Ucrania”.
Además, la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, acusó a Rusia de “burlarse de los esfuerzos de paz” con esta escalada. La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, expresó solidaridad con el personal de la delegación, destacando que merecen “vivir en paz”. Líderes como Emmanuel Macron de Francia, Pedro Sánchez de España y António Tajani de Italia también condenaron el ataque, calificándolo de “acto de terror” y una violación de la Convención de Viena de 1961, que protege las misiones diplomáticas.
Respuesta del Kremlin y tensiones diplomáticas
El Kremlin, a través de su portavoz Dmitri Peskov, rechazó las acusaciones, insistiendo en que los ataques se dirigen únicamente a infraestructura militar o “cuasimilitar”. Peskov acusó a Ucrania de atacar refinerías rusas, como la de Omsk, que el 26 de agosto reportó daños tras un ataque con drones. Sin embargo, el ministro ucraniano de Exteriores, Andrii Sybiha, denunció que el ataque a Kiev violó el derecho internacional al apuntar a diplomáticos, exigiendo una respuesta global.
Pese a todo, el Reino Unido convocó al embajador ruso, Andrei Kelin, tras los daños al British Council. El ministro de Exteriores británico, David Lammy, calificó los ataques de “irresponsables” y prometió reforzar el apoyo a Ucrania. Noruega, Bélgica y Países Bajos también exigieron sanciones más duras contra Moscú.
Contexto de una guerra sin fin
El bombardeo ocurre en un momento crítico, tras una reunión el 18 de agosto en la Casa Blanca entre líderes europeos y Trump, quien busca negociar un alto al fuego con Vladimir Putin y Zelenski. La UE, que ha destinado 138,000 millones de euros a Ucrania hasta junio de 2025, insiste en garantías de seguridad para evitar futuros ataques rusos. Zelenski pidió a China y Hungría reaccionar ante la muerte de civiles, señalando que “Rusia no teme las consecuencias”. Mientras, el Consejo de la UE prepara su 19.ª ronda de sanciones, enfocada en la flota en la sombra de Putin, según un comunicado del 16 de diciembre de 2024.
