Una nueva propuesta legislativa busca transformar el programa de visa H-1B, que permite a empresas estadounidenses contratar trabajadores extranjeros altamente calificados en campos como tecnología y medicina. El senador republicano Jim Banks, de Indiana, presentó la American Tech Workforce Act el 17 de septiembre de 2025, argumentando que el sistema actual permite abusos que perjudican a los trabajadores locales.
Esta iniciativa eleva el salario mínimo para titulares de visa H-1B de $60,000 a $150,000 anuales, elimina el programa de Entrenamiento Práctico Opcional (OPT) y reemplaza la lotería actual con un sistema de puja alta. El Departamento de Seguridad Nacional supervisa el programa, que emite 85,000 visas al año, y esta reforma podría impactar a miles de solicitantes y empresas. Banks la describe como una medida para priorizar a los empleados estadounidenses en un mercado laboral competitivo. Este tipo de visa ha sido tema de debate durante años, con defensores destacando su rol en la innovación y críticos señalando su uso para reducir salarios.
Los detalles clave
La American Tech Workforce Act introduce cambios drásticos al marco de la visa H-1B para combatir lo que Banks llama «externalización doméstica». El aumento salarial mínimo a $150,000 busca desincentivar la contratación de mano de obra extranjera barata, especialmente en tecnología. Empresas como Microsoft, que solicitaron más de 5,000 visas H-1B en 2025 mientras recortaban 15,000 empleos locales, sirven de ejemplo para los proponentes.

La eliminación del OPT, que permite a graduados extranjeros trabajar hasta tres años después de la universidad, afectaría a estudiantes internacionales en STEM. El nuevo sistema de selección por puja alta asignaría visas a empleadores que ofrezcan los salarios más competitivos, reemplazando la lotería que actualmente selecciona al azar entre cientos de miles de aplicaciones. Además, limita colocaciones de terceros a un año, reduciendo el uso de firmas de consultoría para contratar trabajadores temporales. El Senado revisará el proyecto en comité, donde enfrentará oposición de grupos empresariales. Esta propuesta llega en un momento de alta demanda, con 483,927 solicitudes para 85,000 visas en el año fiscal 2025, según el Departamento de Seguridad Nacional.
¿Quiénes sentirían el impacto de estos cambios?
La visa H-1B beneficia a profesionales de países como India y China, que representan más del 70% de los titulares. Estudiantes en OPT, alrededor de 200,000 anualmente, verían cerradas sus opciones laborales post-graduación, lo que podría disuadir inscripciones en universidades estadounidenses. Empresas tecnológicas grandes, como Google y Amazon, dependen de estas visas para llenar vacantes en ingeniería de software, donde el salario medio supera los $120,000. Pequeñas startups enfrentarían barreras mayores, ya que el salario mínimo elevado y el sistema de puja alta favorecerían a corporaciones con presupuestos robustos.
Trabajadores estadounidenses en tecnología podrían ganar con salarios más altos, pero críticos temen escasez de talento que frene la innovación. Inmigrantes calificados, que contribuyen con $158 mil millones en impuestos anuales según el Departamento de Seguridad Nacional, verían complicadas sus trayectorias profesionales. La reforma alinearía con prioridades de la administración Trump, que en 2025 enfatiza la protección laboral doméstica. Grupos como la Cámara de Comercio de EE.UU. ya expresan preocupación por el impacto en la competitividad global.
Debate y perspectivas futuras
Republicanos como Banks ven la visa H-1B como un mecanismo explotado por corporaciones para importar mano de obra barata, citando despidos en Big Tech mientras se solicitan visas. En 2022, Banks criticó que empresas reservan oportunidades lucrativas para trabajadores extranjeros, llamándolo «antipatriótico». Apoyadores de la reforma argumentan que prioriza a estadounidenses, potencialmente elevando salarios en un sector con 1.5 millones de empleos en 2025. Opositores, incluyendo la industria tecnológica, advierten que el salario de $150,000 excluiría roles junior y afectaría la diversidad en innovación.
El sistema de puja alta podría concentrar visas en firmas grandes, dejando fuera a emprendedores. El proyecto entra a revisión en el Comité Judicial del Senado, donde previas propuestas similares estancaron por falta de consenso bipartidista. Con las midterm de 2026 acercándose, esta iniciativa podría galvanizar a votantes conservadores preocupados por el empleo. El Departamento de Seguridad Nacional procesa actualmente aplicaciones para el año fiscal 2026, y cualquier cambio requeriría aprobación congresional. La visa H-1B, creada en 1952 y reformada en 1990, sigue siendo vital para la economía, atrayendo talento que genera $1.3 billones en exportaciones de servicios.
