El temor a las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) está llevando a un número creciente de padres inmigrantes en Estados Unidos a ceder legalmente la custodia de sus hijos para protegerlos en caso de una deportación. La intensificación de las políticas migratorias del presidente Donald Trump ha generado una ola de incertidumbre en comunidades inmigrantes, especialmente entre aquellos con hijos ciudadanos estadounidenses.
Una decisión impulsada por el miedo
La campaña de deportaciones masivas impulsada por Trump en su segundo mandato, iniciado en enero de 2025, ha generado un aumento notable en los trámites de cesión de custodia. Según organizaciones de defensa de inmigrantes, en los últimos tres meses, al menos 2,000 padres indocumentados han firmado documentos legales para transferir la custodia de sus hijos a familiares, amigos o incluso instituciones religiosas. Este proceso busca garantizar que los menores no queden bajo la tutela del gobierno si sus padres son arrestados o deportados.
Por ejemplo, en ciudades como Los Ángeles y Houston, donde ICE ha incrementado sus operativos, padres inmigrantes están recurriendo a poderes notariales para designar tutores temporales. “Es una decisión desgarradora, pero no queremos que nuestros hijos terminen en un sistema que no conocemos”, expresó María López, una madre salvadoreña en California, quien cedió la custodia de sus dos hijos a su hermana. La incertidumbre sobre las redadas, que han resultado en más de 200,000 detenciones de inmigrantes en 2025, según el Departamento de Seguridad Nacional, impulsa estas medidas.
Opciones legales para proteger a los menores
Para asegurar el bienestar de sus hijos, los padres inmigrantes cuentan con varias alternativas legales. Un poder notarial permite designar a un tutor temporal que tome decisiones en nombre de los menores, como su educación o atención médica. Otra opción es la autorización de cuidador, que otorga derechos limitados a una persona de confianza. Organizaciones como la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA) ofrecen asesoría gratuita para estos trámites, ayudando a familias a navegar un sistema legal complejo.
Sin embargo, no todos los inmigrantes tienen familiares cercanos o amigos disponibles. En estos casos, algunos recurren a centros religiosos o asociaciones comunitarias. Por ejemplo, la Arquidiócesis de Los Ángeles ha establecido programas para conectar a padres con tutores verificados, asegurando que los niños permanezcan en entornos seguros. “Nuestra prioridad es que los menores no queden desamparados”, afirmó el padre Miguel Ángel Soto, quien lidera una iniciativa en una parroquia de Texas.
Los riesgos del sistema de cuidado temporal
A pesar de estas opciones, el sistema de cuidado temporal del gobierno, conocido como “foster care”, genera preocupación. Según un informe de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), más de 5,000 niños fueron separados de sus padres en centros de detención entre 2024 y 2025, y muchos terminaron en hogares de acogida sin que sus familias supieran quién los cuidaba. Este sistema no permite a los padres elegir a los responsables de sus hijos, lo que lleva a muchos a evitarlo. “No confío en dejar a mi hija con extraños”, dijo Juan Morales, un padre guatemalteco en Arizona, quien optó por ceder la custodia a un primo.
Por otro lado, las organizaciones comunitarias han creado redes de apoyo para ofrecer cuidado temporal. En Chicago, la Red de Apoyo a Migrantes ha ayudado a más de 300 familias a encontrar tutores temporales desde abril. Estas redes, formadas por otros inmigrantes o voluntarios, buscan mantener a los niños en entornos culturalmente afines mientras sus padres enfrentan procesos migratorios.
El impacto emocional en las familias
El miedo a la deportación no solo afecta las decisiones legales, sino también el bienestar emocional de las familias. Psicólogos de la Universidad de California reportan un aumento del 40% en casos de ansiedad entre niños de familias inmigrantes desde el inicio del año. Los padres, por su parte, enfrentan el dilema de preparar a sus hijos para una posible separación. “Les explico que esto es para protegerlos, pero duele ver su miedo”, confesó una madre mexicana en un taller comunitario en Nueva York.
A medida que las políticas de Trump intensifican la presión sobre las comunidades inmigrantes, la cesión de custodia se ha convertido en una medida desesperada para garantizar la seguridad de los menores. Las organizaciones de derechos humanos continúan abogando por reformas migratorias que reduzcan la necesidad de estas decisiones, mientras las familias buscan formas de proteger a sus hijos en un clima de creciente incertidumbre.
