En Texas, múltiples denuncias y reportes legales recientes han puesto bajo escrutinio a los centros de detención de ICE (Immigration and Customs Enforcement) y otros recintos federales donde se alojan menores migrantes y familias. Abogados, organizaciones de derechos humanos y afectados aseguran que hay prácticas que podrían vulnerar derechos básicos, especialmente de los niños.
Familias reportan daños materiales en centros de ICE
Uno de los focos de denuncia es el Centro de Detención Familiar de Dilley (South Texas Family Residential Center), ubicado en Texas, que fue reabierto en 2025 para albergar familias migrantes tras un acuerdo con el operador privado CoreCivic.
Allí, las familias han reportado agua sucia, retrasos en la atención médica y malas condiciones sanitarias. También hay largas estancias de niños en detención, a veces por semanas o meses, muchas veces sin una razón clara.
Niños no son atendidos por el personal en Texas
Un ejemplo claro: un niño con dolor de estómago esperó seis horas para ver a una enfermera. Otro niño que se cayó y se lastimó el brazo fue llevado al hospital después de varias horas. También hay quejas de que los niños tienen poco acceso a actividades al aire libre o educativas. Además, los estándares básicos como jabón, agua potable y higiene personal son muy bajos.
Por otra parte, defensores de derechos humanos señalan que en Texas se han documentado casos de negligencia médica. En los centros de detención familiar, algunos niños tienen síntomas que no desaparecen. Estos síntomas son de accidentes que ocurrieron antes de la detención, como traumas craneales. Los padres dicen que las autoridades no toman en serio sus quejas. Además, ofrecen diagnósticos que llegan tarde o que no son claros.
ICE se defiende ante críticas
ICE, por su parte, ha defendido que ofrece atención médica, y que realiza evaluaciones neurológicas cuando se notifican lesiones, aunque los que presentan las denuncias aseguran que la respuesta es insuficiente, que hay demoras, omisiones o falta de seguimiento adecuado.
Entre otras cosas que se denuncian están: condiciones de higiene deficientes, agua o alimentos de mala calidad, demoras en atención médica, poca supervisión de salud mental, estancias prolongadas injustificadas y poca protección de los derechos de los menores. Estas denuncias han desatado demandas, litigios y pedidos de acciones federales para supervisar y reformar los centros de detención de ICE en Texas.
