El gobierno de Oaxaca ha puesto bajo la lupa un nuevo diseño de huaraches de Adidas, creado en colaboración con el diseñador mexicano-estadounidense Willy Chavarría, por presunta apropiación cultural y uso no autorizado del nombre del estado. La controversia, que ha generado un debate sobre la protección de las tradiciones indígenas, resalta la creciente sensibilidad hacia el uso de elementos culturales en la moda global.
Un diseño que desata la controversia
El domingo pasado, durante un evento en el Museo de Arte de Puerto Rico, Adidas presentó los “Oaxaca Slip-On”, unos huaraches diseñados por Chavarría inspirados en el calzado tradicional de Villa Hidalgo Yalálag, una comunidad de la Sierra Norte de Oaxaca. El diseño combina el tejido cruzado de cuero típico de los huaraches yalaltecos con una suela moderna tipo sneaker, característica de Adidas. Aunque el modelo ha sido elogiado por su estética, el uso del nombre “Oaxaca” y la falta de reconocimiento a la comunidad indígena han encendido las alarmas.
Por su parte, el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, expresó su preocupación en una conferencia de prensa. “Es un guarache muy bonito, pero no se puede usar el nombre de Oaxaca sin autorización”, afirmó. Jara, quien se enteró del diseño a través de una publicación periodística, anunció que el gobierno está considerando presentar una denuncia por apropiación cultural y plagio. “Vamos a trabajar con nuestros hermanos yalaltecos para proteger nuestra identidad”, añadió, destacando la importancia de las comunidades indígenas en el caso.
Un patrón de controversias previas
El caso de Adidas no es aislado. En los últimos años, México ha intensificado su defensa de las tradiciones indígenas frente a marcas internacionales. En julio de 2023, la Secretaría de Cultura envió una carta a la empresa china Shein, acusándola de apropiarse de diseños del pueblo nahua de San Gabriel Chilac, Puebla. “No solo hay daños económicos, sino también morales al despojar a estas comunidades de su identidad”, señaló el organismo. La carta exigía un compromiso ético para respetar los derechos de los pueblos originarios.
Además, en 2021, México acusó a la marca australiana Zimmermann de plagiar textiles mazatecos de Oaxaca para un vestido de playa, sin dar crédito a la comunidad. En 2019, Carolina Herrera enfrentó críticas por incorporar elementos de la cultura otomí y el sarape de Saltillo en su colección, mientras que en 2015, la diseñadora francesa Isabel Marant fue señalada por usar motivos de la cultura mixe, también de Oaxaca. Estos casos reflejan un problema recurrente: el uso de elementos culturales sin consulta ni beneficio para las comunidades.
La respuesta de las comunidades indígenas
Las comunidades de la Sierra Norte, como Villa Hidalgo Yalálag, son conocidas por su rica tradición artesanal, que incluye textiles y calzado elaborados a mano. Según estimaciones, más del 60% de los habitantes de esta región son indígenas zapotecos, cuya economía depende en gran medida de estas prácticas. Líderes comunitarios han expresado indignación por el diseño de Adidas, argumentando que no fueron consultados ni recibirán beneficios económicos. “Nuestra cultura no es una moda para explotar”, dijo un representante de la comunidad en una entrevista radial.
Por otro lado, el gobierno de Oaxaca planea involucrar a los artesanos yalaltecos en la posible denuncia, buscando establecer un precedente legal. La Ley Federal de Protección del Patrimonio Cultural, aprobada en 2021, permite a las autoridades sancionar el uso indebido de elementos culturales indígenas, aunque su aplicación sigue siendo un desafío.
Un debate global sobre la apropiación cultural
La controversia llega en un momento en que la apropiación cultural es un tema candente en la industria de la moda. Marcas globales enfrentan un escrutinio creciente por tomar inspiración de culturas marginadas sin reconocer su origen o compartir los beneficios. En México, donde el 21% de la población es indígena, según el censo de 2020, la protección de las tradiciones se ha convertido en una prioridad nacional.
Mientras tanto, ni Adidas ni Chavarría han emitido comentarios públicos sobre la controversia. El gobierno de Oaxaca espera una respuesta formal de la marca y está explorando opciones legales para garantizar que las comunidades indígenas sean respetadas y compensadas por el uso de su patrimonio cultural.
