La violencia volvió a golpear a Michoacán. Carlos Manzo, alcalde de Uruapan y figura conocida por su confrontación directa con los cárteles de la droga, fue asesinado a balazos durante un evento público celebrado el sábado con motivo del Día de los Muertos. Las autoridades mexicanas confirmaron su muerte y reportaron la detención de dos presuntos implicados en el ataque.
El crimen tuvo lugar en pleno centro de Uruapan, una de las ciudades más violentas del estado. Videos difundidos en redes sociales mostraron a asistentes corriendo mientras se escuchaban disparos. Manzo, quien asumió la alcaldía en 2024 como candidato independiente, había reconocido en entrevistas recientes los riesgos de encabezar una lucha abierta contra el crimen organizado.
“Sí me da miedo en algunos momentos, pero los hombres valientes vencen ese miedo”, declaró en octubre durante una conversación con Univision Noticias. En esa misma entrevista, sostuvo que la valentía y el miedo “van de la mano” cuando se intenta cambiar una ciudad dominada por la violencia del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Caballeros Templarios.
Detalles del ataque y reacción oficial
El Gabinete de Seguridad de México informó que, tras el ataque, dos personas fueron detenidas y un presunto agresor perdió la vida durante el enfrentamiento con las autoridades. “Lamentamos la muerte del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo. Ya se encuentran bajo custodia dos de los responsables”, señaló la vocería oficial.
El político michoacano se había ganado un perfil de combate frontal contra los grupos del narcotráfico. En varias ocasiones, Manzo acompañó a la policía municipal durante los patrullajes, portando chaleco antibalas y armas de fuego. En un video transmitido en vivo en julio, pidió al Gobierno federal reforzar la presencia militar en la zona ante el incremento de ataques armados.
Uruapan figura entre las ciudades más peligrosas del mundo, según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal. Pese a ello, el alcalde mantenía su política de “cero tolerancia” hacia los cárteles. “Si ven que están disparando, hay que abatirlos. No hay que tener ninguna consideración con esas lacras de la sociedad”, ordenó en una transmisión que se volvió viral.
Escalada de violencia en Michoacán
El asesinato de Manzo se produce apenas dos semanas después de la captura de René Belmonte Aguilar, alias “El Rino”, identificado como jefe de plaza del Cartel Jalisco Nueva Generación en Uruapan. La operación fue considerada un golpe importante a la estructura criminal en la región.
Sin embargo, la captura desató represalias. Días después, sicarios atacaron un retén municipal, provocando la muerte de un agente y dejando a otro gravemente herido. Autoridades locales consideraron ese ataque como una advertencia de los grupos criminales hacia el gobierno municipal.
Datos oficiales del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública indican que los homicidios en Michoacán disminuyeron un 19% durante el primer semestre de 2025, pasando de 867 a 696 casos respecto al año anterior. No obstante, Uruapan sigue siendo uno de los municipios más afectados. En 2024 registró 177 homicidios, cifra que refleja la fragilidad de la seguridad a nivel local.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó además que Uruapan se mantiene como la cuarta ciudad donde los habitantes se sienten menos seguros, con ocho de cada diez personas que reconocen vivir con miedo a sufrir algún delito.
Amenazas y antecedentes del alcalde asesinado
Manzo se había convertido en una figura polémica. Para algunos, simbolizaba la resistencia ciudadana ante los cárteles; para otros, su discurso combativo alimentaba el riesgo de confrontaciones. Durante su gestión, impulsó operativos conjuntos entre la policía municipal y el Ejército, además de programas vecinales contra la extorsión.
En sus últimas apariciones públicas, advirtió que había recibido amenazas de muerte. “Lo único que queremos es vivir en paz. Pero no se puede permitir que los criminales sigan agraviando a mujeres, niños y gente inocente”, manifestó en su entrevista de octubre.
Su asesinato revive los temores sobre los riesgos que enfrentan los líderes locales en Michoacán. Tan solo en el último año, al menos siete alcaldes han sido víctimas de agresiones o atentados en el occidente del país.
Ecos de otro asesinato en Uruapan
El homicidio de Carlos Manzo también recuerda el caso del periodista Mauricio Cruz Solís, asesinado en octubre de 2024 poco tiempo después de entrevistar al alcalde. Su muerte generó indignación en la comunidad y motivó protestas en todo el estado. Hasta ahora, no se ha detenido a los responsables.
Uruapan, epicentro agrícola de Michoacán, es también un punto estratégico para el tráfico ilegal de drogas y armas. Los enfrentamientos entre bandas y las agresiones a funcionarios públicos se han vuelto comunes en una región donde la presencia del Estado sigue siendo limitada.
El asesinato del alcalde Manzo refleja la profunda debilidad institucional en zonas dominadas por el crimen organizado y pone nuevamente a prueba las promesas del Gobierno federal sobre el control de la violencia en México.
