Trump cuestiona si el alto el fuego es «necesario» entre Ucrania y Rusia. Además, sugiere nuevas concesiones.
LEE LA EDICIÓN DIGITAL CON SOLO UN CLIC
En un giro inesperado en las negociaciones sobre el conflicto entre Ucrania y Rusia, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha cuestionado la necesidad inmediata de un alto el fuego, priorizando un «acuerdo de paz más amplio» que, según él, podría lograrse en un «futuro cercano». Durante una reunión de alto nivel en la Casa Blanca con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y líderes europeos, Trump planteó propuestas audaces, incluyendo posibles intercambios de territorio y la exclusión de Ucrania de la OTAN como condiciones para poner fin a la guerra. Estas declaraciones han generado un intenso debate sobre el rumbo de las negociaciones y el papel de Estados Unidos en el conflicto.
“Obviamente, todos preferiríamos un alto el fuego inmediato mientras trabajamos en una paz duradera. Y tal vez algo así pueda suceder. Hasta este momento, no está ocurriendo”, dijo Trump, sentado junto a líderes europeos. “No sé si es necesario”, añadió, refiriéndose al alto el fuego. “Me gusta el alto el fuego. Desde otro punto de vista, detienes inmediatamente la matanza. Pero creo que un acuerdo de paz al final de todo esto es algo muy alcanzable, y se puede lograr en un futuro cercano”.
Las palabras de Trump contrastan con su postura de la semana pasada, cuando, de camino a Alaska para reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin, expresó un deseo urgente por un alto el fuego. “Quiero ver un alto el fuego rápidamente. No sé si será hoy, pero no voy a estar contento si no es hoy”, afirmó entonces. Sin embargo, tras la reunión en Alaska, Trump parece haber cambiado de enfoque, inclinándose por un acuerdo de paz más amplio que podría incluir concesiones significativas por parte de Ucrania, como renunciar a Crimea y descartar su ingreso a la OTAN.
Una cumbre trilateral en el horizonte
Trump ha propuesto una cumbre trilateral con Zelensky y Putin para abordar el conflicto, una idea que ha generado tanto interés como escepticismo. Según fuentes oficiales, la reunión buscaría discutir “posibles intercambios de territorio” y medidas para garantizar la paz, incluyendo la posibilidad de que Estados Unidos envíe tropas para mantener la estabilidad en Ucrania. Esta propuesta ha levantado preocupaciones entre los aliados europeos, que temen que un enfoque centrado en concesiones territoriales pueda debilitar la soberanía ucraniana y sentar un precedente peligroso en el derecho internacional.
El canciller alemán, Friedrich Merz, presente en la reunión en la Casa Blanca, abogó firmemente por un alto el fuego como paso previo a cualquier negociación más amplia. “Todos quisiéramos ver un alto el fuego. (…) No puedo imaginar que la próxima reunión se lleve a cabo sin un alto el fuego. Así que trabajemos en eso, y tratemos de presionar a Rusia como resultado de una posible reunión trilateral”, declaró Merz. Su postura refleja la posición de varios líderes europeos, que consideran que detener las hostilidades es un prerrequisito para cualquier discusión significativa.
Concesiones controvertidas
La sugerencia de Trump de que Ucrania descarte su aspiración de unirse a la OTAN y acepte la pérdida de Crimea ha generado críticas tanto en Ucrania como entre algunos aliados de la OTAN. Desde que Rusia anexó Crimea en 2014, Ucrania ha mantenido su reclamación sobre el territorio, y el ingreso a la OTAN ha sido un objetivo estratégico para fortalecer su seguridad frente a la agresión rusa. Zelensky, aunque diplomático en sus declaraciones públicas, ha enfatizado que cualquier acuerdo debe respetar la integridad territorial de Ucrania y el derecho de su pueblo a decidir su futuro.
“Ucrania está comprometida con la paz, pero no a cualquier costo”, dijo Zelensky en una declaración posterior a la reunión. “Agradecemos el apoyo de nuestros socios, pero cualquier discusión sobre nuestro territorio debe incluir a los ucranianos y respetar nuestra soberanía”.
Por su parte, Rusia no ha emitido una respuesta oficial a la propuesta de Trump, aunque analistas sugieren que Putin podría ver con buenos ojos un acuerdo que formalice el control ruso sobre Crimea y neutralice las ambiciones de Ucrania en la OTAN. Sin embargo, la insistencia de Trump en un acuerdo de paz “rápido” podría chocar con la postura de Rusia, que ha mostrado poca disposición a hacer concesiones significativas sin garantías a largo plazo.
Divisiones entre aliados
La reunión en la Casa Blanca, que incluyó a líderes europeos clave, reveló tensiones en la estrategia de los aliados para abordar el conflicto. Mientras que Merz y otros líderes europeos abogan por un alto el fuego inmediato, Trump parece más interesado en un acuerdo integral que podría prolongar las negociaciones. Esta divergencia ha generado preocupaciones sobre la cohesión de la alianza occidental, especialmente en un momento en que la unidad es crucial para contrarrestar la influencia rusa.
Además, la propuesta de enviar tropas estadounidenses para mantener la paz en Ucrania ha sorprendido a muchos observadores. Aunque Trump no proporcionó detalles sobre el alcance o la naturaleza de esta posible intervención, la idea plantea preguntas sobre el compromiso de Estados Unidos en un conflicto en el que ha evitado involucrarse directamente. Algunos analistas sugieren que esta declaración podría ser una táctica de negociación para presionar tanto a Rusia como a Ucrania, mientras que otros la ven como un riesgo de escalada.
Presión externa
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, dice que la oferta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de garantías de seguridad para Ucrania equivale a un “avance” en la consecución de un posible acuerdo de paz para Ucrania. “El hecho de que usted haya dicho ‘Estoy dispuesto a participar en las garantías de seguridad’ es un gran paso, realmente es un avance, y marca toda la diferencia. Así que también gracias por eso”, dijo Rutte a Trump.
El presidente de Finlandia, Alexander Stubb, elogió al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por el progreso logrado en las conversaciones para resolver la guerra de Rusia en Ucrania. “Creo que en las últimas dos semanas, probablemente hemos tenido más progreso para poner fin a esta guerra que en los últimos tres años y medio”, dijo, señalando el carácter simbólico de la reunión de los líderes para discutir garantías de seguridad para Ucrania.
Un camino incierto
A medida que las negociaciones avanzan, el mundo observa con atención los próximos pasos de Trump, Zelensky y Putin. La posibilidad de una cumbre trilateral ofrece una oportunidad para avanzar hacia la paz, pero también plantea riesgos significativos si las partes no logran alinear sus objetivos. La insistencia de Trump en un acuerdo rápido contrasta con la complejidad del conflicto, que ha dejado decenas de miles de muertos y desplazados desde su escalada en 2022.
Para Ucrania, el desafío es claro: equilibrar la necesidad de paz con la defensa de su soberanía. Para los aliados europeos, la prioridad es mantener la presión sobre Rusia mientras se preserva la unidad de la OTAN. Y para Trump, el objetivo parece ser consolidar su legado como un negociador capaz de resolver uno de los conflictos más intratables del mundo, aunque a un costo que aún está por determinarse.
Mientras tanto, el llamado de Merz a un alto el fuego resuena como un recordatorio de la urgencia de detener la violencia. Pero con Trump cuestionando su necesidad y proponiendo soluciones audaces, el camino hacia la paz en Ucrania sigue siendo incierto, con el riesgo de que las negociaciones se prolonguen o colapsen bajo el peso de demandas contradictorias.

