Un incidente inusual en Washington DC, ha captado la atención nacional tras el arresto de Sean Charles Dunn, un hombre de 37 años acusado de agredir a un agente de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) al arrojarle un sándwich en medio de las crecientes tensiones por la presencia federal en la ciudad. El hecho, ocurrido el 10 de agosto de 2025, coincide con la reciente intervención del presidente Donald Trump, quien ordenó el despliegue de la Guardia Nacional y la federalización temporal de la policía local, desatando protestas y críticas por parte de residentes y líderes locales.
Un altercado captado en video
El domingo por la noche, cerca de la intersección de 14th Street y U Street en el noroeste de DC, Dunn se acercó a un grupo de agentes de CBP que patrullaban junto a la Policía Metropolitana, según documentos judiciales. Gritando frases como “¡Fuera de mi ciudad!” y “¡Fascistas!”, el hombre señaló a un agente, identificado como Gregory Lairmore, antes de lanzar un sándwich estilo submarino que impactó en su pecho. Un video del incidente, grabado por un transeúnte y compartido en Instagram, se volvió viral, acumulando miles de vistas en plataformas como Reddit y YouTube. Dunn intentó huir, pero fue detenido rápidamente y confesó: “Lo hice, arrojé el sándwich”, según la Policía Metropolitana.
Por lo tanto, el caso escaló rápidamente. El 13 de agosto, la fiscal federal para DC, Jeanine Pirro, anunció cargos por asalto a un oficial federal, un delito grave que podría llevar a Dunn a enfrentar hasta un año de prisión, aunque algunos informes erróneamente lo calificaron como un delito con hasta 10 años de condena. Pirro, en un video publicado en redes sociales, afirmó: “Pensó que era gracioso, pero hoy no se ríe porque lo acusamos de un delito grave. ¡Apoyaremos a la policía al máximo!”.
Despido del Departamento de Justicia
El caso tomó un giro adicional el 14 de agosto cuando la fiscal general Pam Bondi reveló que Dunn, un especialista en asuntos internacionales, trabajaba en la división penal del Departamento de Justicia. Bondi anunció su despido inmediato, declarando: “Este es un ejemplo del ‘Estado profundo’ contra el que hemos luchado durante meses. No trabajarás en esta administración mientras faltas al respeto a nuestro gobierno y a las fuerzas del orden”. La decisión ha avivado el debate sobre la politización del incidente, con críticos señalando la retórica de Bondi como una exageración para respaldar la narrativa de Trump sobre la seguridad en DC.
En consecuencia, el incidente ha intensificado las críticas al control federal en la capital. Trump, quien asumió el control parcial de la Policía Metropolitana el 11 de agosto bajo la Ley de Autonomía de DC, citó un supuesto aumento en el crimen, a pesar de que los datos de la policía muestran una caída del 26% en delitos violentos en 2025 y un mínimo histórico de homicidios en 2024. La operación, que incluye 800 efectivos de la Guardia Nacional y agentes de agencias como el FBI y el Servicio de Alguaciles, ha sido cuestionada por líderes locales como la concejal Brooke Pinto, quien afirmó que la intervención “no refleja la realidad de una ciudad más segura”.
Protestas contra la presencia federal
El incidente del sándwich se produjo en medio de crecientes protestas contra la federalización de DC. El 12 de agosto, residentes bloquearon un puesto de control en U Street, organizado por grupos como Free DC, que denuncian la presencia de agentes federales como una violación de la autonomía local. La alcaldesa Muriel Bowser expresó su oposición, declarando: “No apoyamos el uso de militares contra ciudadanos en suelo estadounidense”. La ACLU de DC ha advertido que las tácticas federales, como patrullas en áreas turísticas como el National Mall, podrían limitar derechos de reunión y expresión.
Pese a todo, la administración Trump defiende su estrategia. La secretaria de prensa Karoline Leavitt informó que las operaciones han resultado en 23 arrestos en el primer día, incluyendo cargos por posesión de armas y drogas. Sin embargo, activistas argumentan que estas medidas, junto con iniciativas como la limpieza de campamentos de personas sin hogar, afectan desproporcionadamente a comunidades vulnerables. La Human Rights Campaign señaló que las políticas de Trump, incluyendo recortes a programas sociales, han generado un clima de temor en la ciudad.
Un caso que refleja tensiones mayores
El caso de Dunn, aunque aparentemente trivial, ha generado un debate nacional sobre la presencia federal en DC. Mientras algunos en redes sociales han bromeado sobre el “asalto con un sándwich”, otros lo ven como un acto de resistencia contra lo que perciben como una militarización excesiva. La ACLU planea presentar demandas si se detectan violaciones constitucionales, y el Tribunal del Noveno Circuito mantiene restricciones temporales sobre las tácticas de ICE en California, un precedente que podría influir en DC. A medida que la operación federal continúa, el incidente del sándwich se ha convertido en un símbolo de las profundas divisiones entre el gobierno local y la administración Trump.
 
															 
				 
											
 
								 
															