Una nueva ola de operativos migratorios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Nueva York ha causado indignación. Abogados, defensores de derechos humanos y funcionarios locales están muy preocupados. En los últimos días, agentes encubiertos han sido vistos realizando detenciones dentro y en los alrededores de tribunales, incluidos los pasillos del 26 Federal Plaza, edificio que alberga cortes de inmigración en Manhattan.
El hecho más reciente, capturado en video, muestra a un hombre de origen colombiano suplicando a los agentes “que lo dejaran entrar a su audiencia” antes de ser esposado frente a los asistentes y su abogado. La escena fue muy compartida por los medios locales. Se convirtió en un símbolo de la tensión sobre la política migratoria del presidente Donald Trump. También refleja las tácticas de ICE en los tribunales.
Tensión en los tribunales y miedo entre los inmigrantes
Testigos dijeron que los agentes, vestidos de civil y con la cara cubierta, detuvieron a varias personas en el edificio. Esto incluía a familias que estaban allí para trámites migratorios o audiencias de regularización. “Vi cómo detuvieron a un padre y su hijo menor sin decirles por qué”, relató una abogada presente en la sala de espera.
Los abogados de inmigración dijeron que esta práctica ha aumentado desde septiembre. ICE amplió sus operaciones en lugares considerados “seguros”, como hospitales, escuelas y cortes. Según defensores públicos, al menos 17 personas han sido detenidas en las últimas dos semanas en el entorno judicial de Manhattan y Brooklyn.
“Estamos viendo cómo los tribunales se transforman en zonas de miedo”, expresó Rosa Delgado, directora del Proyecto Justicia Migrante de Nueva York. “Las personas ya no se sienten seguras ni siquiera al acudir a una audiencia para regularizar su estatus”, añadió.
Funcionarios locales exigen el fin de los operativos
La conmoción por las redadas dentro de las cortes llevó a varios funcionarios neoyorquinos a exigir explicaciones al gobierno federal. Eric Adams, alcalde de la ciudad, calificó la situación de “intolerable” y advirtió que las acciones de ICE vulneran el derecho al debido proceso. “Detener a alguien en medio de una audiencia es una violación directa al principio básico de justicia”, sentenció el mandatario municipal.
De igual forma, la fiscal general del estado, Letitia James, envió una carta oficial al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para pedir la suspensión inmediata de estos operativos. En el texto, la funcionaria escribió que la presencia de agentes armados y encubiertos en los tribunales “socava la integridad institucional” y genera “un efecto paralizador” entre los inmigrantes que buscan asistencia legal.
Además, la Oficina de la Defensoría Pública de Nueva York reportó un aumento del 30% en las cancelaciones de citas judiciales por parte de inmigrantes que temen ser arrestados. “Las personas prefieren perder su caso que arriesgarse a una detención”, explicó Helen Kowalsky, abogada defensora de Queens.
ICE justifica sus acciones
Ante las críticas, ICE defendió sus procedimientos. En un comunicado, la agencia aseguró que las detenciones en tribunales “se realizan de manera selectiva” y que se dirigen a personas con antecedentes criminales o con órdenes finales de deportación. “Los agentes actúan conforme a la ley y con respeto a la seguridad pública”, indicó el portavoz regional James Montgomery.
Sin embargo, dichos argumentos no convencen a defensores y legisladores estatales. Funcionarios judiciales confirmaron que, en varios casos, las detenciones ocurrieron mientras los inmigrantes esperaban audiencias de asilo o permisos de trabajo, lo que contradice la narrativa oficial.
La Coalición de Abogados de Inmigración de Nueva York (NYILC) acusó al Gobierno federal de “usar el miedo como herramienta política”. “Es claro que estos operativos buscan desalentar la participación en los procesos legales y forzar la salida de las personas por agotamiento y terror”, declaró su directora ejecutiva, Joanne Núñez.
Reacción social y nuevas denuncias
La creciente presencia de ICE en los tribunales también ha provocado manifestaciones en las calles. Este miércoles, decenas de activistas se concentraron frente al 26 Federal Plaza para exigir el cese de las redadas y la liberación de los detenidos. Al grito de “ni uno más”, los manifestantes denunciaron el uso de la intimidación como táctica migratoria.
“Ver a agentes enmascarados arrestando gente en un edificio federal donde deberían sentirse protegidos es una pesadilla”, expresó Miguel Pérez, líder del grupo Comunidades Unidas de Nueva York.
Organizaciones religiosas y líderes comunitarios han comenzado a coordinar redes de acompañamiento para personas que asisten a audiencias judiciales, ofreciendo asistencia legal y transporte seguro. “Si ICE los va a cazar, al menos no estarán solos”, dijo Pérez.
Entre tanto, defensores y legisladores locales impulsan un proyecto de ley estatal que prohíba las detenciones migratorias en cortes o durante procesos judiciales. La propuesta, presentada por la senadora Jessica Ramos, busca impedir que agentes federales ingresen a espacios judiciales sin autorización expresa del tribunal.
“El sistema de justicia no puede ser un campo de redadas”, afirmó Ramos durante una conferencia. “Cada vez que un padre evita ir a una audiencia por miedo, nuestro Estado retrocede en derechos civiles”.
Un debate que se extiende más allá de Nueva York
Casos similares se han documentado en California, Texas y Florida, donde ICE ha incrementado sus operaciones dentro de edificios públicos como parte de la política nacional de control migratorio. En Nueva York, sin embargo, la medida adquiere un tono especial por la diversidad y el peso político de su comunidad inmigrante.
Mientras los arrestos continúan, las imágenes del hombre colombiano rogando por su libertad se han vuelto virales, convertidas en emblema del trato que reciben miles de personas bajo las actuales políticas migratorias del país.
 
															 
				 
											
 
								 
															