Un tiroteo registrado en el campus de la Universidad Emory, en Atlanta, terminó con la muerte de un oficial de policía y del presunto atacante. El hecho ocurrió en las inmediaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), lo que ha generado gran conmoción en la comunidad local y ha despertado interrogantes sobre las motivaciones que llevaron a este violento acto.
El alcalde de Atlanta, Andre Dickens, aseguró que no hubo civiles heridos de bala, aunque el impacto emocional ha sido significativo para quienes viven, estudian o trabajan en la zona.
La policía informa que el tirador se encuentra abatido en el CVS Emory Point, en el campus de la Universidad Emory de Atlanta, Georgia.
Se desconoce el número de heridos y posibles fallecidos. La orden de confinamiento se mantiene en todo el campus de Emory Atlanta. pic.twitter.com/EJUXJSQL8s
— Dani Lerer (@danilerer) August 8, 2025
Sospechas sobre las motivaciones del ataque contra los CDC en Atlanta
Fuentes policiales indicaron que las primeras investigaciones sugieren que el agresor podría haber estado enfermo o creía estarlo, responsabilizando a la vacuna contra el covid-19 de su supuesto padecimiento. Esta hipótesis tomó fuerza luego de que un empleado de los CDC relatara haber visto a un hombre acercarse a las instalaciones de la agencia y abrir fuego contra el edificio.
La sede de los CDC en Atlanta es reconocida a nivel mundial por su papel en la investigación y prevención de enfermedades. Por ello, este ataque no solo se percibe como un acto violento, sino también como un hecho de alto perfil que pone en el centro del debate la seguridad de las instituciones científicas.
Hasta el momento, no se han hallado indicios que apunten a la participación de más personas en el tiroteo.
El padre del presunto atacante llamó a la policía antes del tiroteo para informar que creía que su hijo tenía tendencias suicidas. Foto: X/@CoffindafferFBI
Respuesta inmediata de la policía en la Universidad Emory
A través de un comunicado en la red social X, el Departamento de Policía de Atlanta confirmó que el incidente involucró a un único atacante, quien perdió la vida durante el intercambio de disparos con las fuerzas del orden. Las autoridades aseguraron que no existe una amenaza activa para la comunidad universitaria ni para los vecindarios colindantes.
La acción de la policía fue rápida y coordinada. Se desplegaron patrullas tanto dentro del campus como en los alrededores de los CDC, garantizando el control de la situación en cuestión de horas. La colaboración entre agencias locales y federales permitió cerrar el perímetro y asegurar la zona de manera eficaz.
El padre del atacante había alertado sobre tendencias suicidas
Uno de los elementos que más debate ha generado es que el padre del presunto agresor se comunicó con las autoridades antes del tiroteo para advertir que su hijo mostraba tendencias suicidas. Sin embargo, todavía no está claro cuánto tiempo pasó entre esa llamada y el inicio del ataque, ni si hubo posibilidad de actuar preventivamente.
La policía tiene la teoría de que el atacante estaba enfermo o creía estarlo. Foto: X/@EnLaMiraNoti_SV
Expertos en salud mental y seguridad han señalado que este caso evidencia la necesidad de reforzar los mecanismos de intervención temprana para personas en crisis. En Georgia, el incidente ha reavivado las discusiones sobre cómo prevenir la violencia armada cuando existen señales previas de riesgo.
Reacciones tras el ataque contra los CDC en Atlanta
La noticia se difundió rápidamente en todo el país, provocando reacciones de autoridades, trabajadores de salud pública y líderes comunitarios. Organizaciones defensoras de la investigación científica expresaron su apoyo y solidaridad al personal de los CDC, mientras que representantes locales subrayaron la importancia de proteger las instalaciones clave para la salud pública.
La Casa Blanca, bajo la administración del presidente Donald Trump, envió un mensaje de condolencias a la familia del oficial fallecido y reiteró el respaldo federal para esclarecer el caso.
Por el momento, los investigadores descartan vínculos con grupos extremistas, enfocando la pesquisa en el estado mental del atacante y en sus creencias relacionadas con la vacunación y la salud.
