El operativo de agentes federales en Oxnard, California, causó un fuerte enfrentamiento con vecinos. Esto ocurrió en la madrugada del miércoles. Un vehículo blindado y agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) entraron en una zona residencial. La tensión terminó con enfrentamientos, arrestos y daños materiales, reavivando las protestas contra las redadas migratorias en el sur de California.
Una madrugada caótica en Oxnard
Videos de medios locales mostraron a agentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Ellos llevaban chalecos y un vehículo blindado bloqueaba una calle. Decenas de personas se reunían con pancartas detrás de cintas amarillas. La escena, grabada desde un helicóptero de NewsChopper4, captó el momento en que un agente roció gas químico hacia la multitud y al menos una persona fue detenida.
Según testigos, varios manifestantes arrojaron objetos contra los vehículos oficiales, lo que provocó la rotura de la luneta trasera de una camioneta. Sin embargo, las autoridades no confirmaron si se trataba de un vehículo gubernamental o de un automóvil civil dañado durante el caos. La multitud se dispersó durante la mañana, aunque el ambiente en la comunidad sigue siendo de tensión e incertidumbre.
Arrestos y operación federal en curso
El Departamento de Justicia informó que dos residentes de Oxnard fueron arrestados, acusados de conspiración para obstruir y agredir a agentes federales durante una operación anterior del 10 de julio en Glass House Farms, en Camarillo, condado de Ventura. El operativo de este miércoles, según explicó el agente especial del FBI en Los Ángeles, Eddy Wang, se llevó a cabo para ejecutar órdenes de arresto vinculadas con ese mismo caso.
“Las acciones de quienes enfrentaron a los agentes no fueron manifestaciones pacíficas”, expresó Wang en una conferencia de prensa. “Respetamos el derecho a la libre expresión, pero aplicaremos la ley contra quienes obstaculicen o agredan a funcionarios federales o destruyan propiedad del gobierno”, agregó.
Las autoridades señalaron que una de las órdenes federales fue emitida contra Virginia Reyes, de 32 años, quien se mantiene prófuga. Una persona fue arrestada en el lugar, mientras que la segunda sigue siendo buscada por el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional.
Comunidades bajo presión migratoria
La policía de Oxnard confirmó que recibió una notificación del DHS cerca de las 6:00 a.m., pero no participó directamente en el operativo. Según informó, la agencia federal se encargó de cerrar la calle, ejecutar la orden judicial y abandonar el área una vez concluidas las detenciones.
Este nuevo enfrentamiento ocurre en un clima de alta tensión comunitaria, ya que varias redadas migratorias previas en Oxnard y en localidades vecinas generaron protestas masivas. En junio, manifestantes se congregaron frente al Ayuntamiento local para exigir el fin de las redadas en los campos agrícolas y plantas empacadoras del condado de Ventura.
Semanas atrás, otro incidente —una colisión entre un vehículo oficial y un automóvil civil— desencadenó otra movilización, que terminó con una persona arrestada por obstrucción a la autoridad. Estas acciones han reforzado el descontento hacia la política migratoria impulsada por el presidente Donald Trump, que prioriza la deportación acelerada de indocumentados.
Las redadas de ICE bajo la administración Trump
Desde junio, las operaciones de control migratorio se extendieron a diversos puntos del sur de California, incluyendo Los Ángeles, Anaheim y Santa Ana, formando parte del plan de deportación masiva del actual Gobierno federal. Según cifras oficiales actualizadas al 6 de octubre, ICE ha detenido a más de 59.200 migrantes desde el inicio del segundo mandato del presidente Trump.
De esos detenidos, alrededor del 29% presentaban antecedentes penales, mientras que otro 25% enfrentaban cargos pendientes. El 46,9% fue clasificado como otros infractores de inmigración, y un 10,7% de los casos derivó en procesos de deportación acelerada.
El DHS argumenta que estas acciones buscan reforzar la seguridad nacional y frenar el ingreso irregular al país. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos y representantes comunitarios acusan al Gobierno de utilizar tácticas “intimidatorias” que vulneran la confianza entre las autoridades y la población hispana.
El impacto en la comunidad latina
En Oxnard, una de las ciudades con mayor proporción de residentes latinos en California, las redadas recientes han generado miedo y desconfianza generalizada. Líderes comunitarios y religiosos han pedido investigar el uso de la fuerza durante estas operaciones, especialmente tras los reportes de uso de gas químico y daños a propiedad privada.
“Cada redada deja una huella de miedo. Las familias sienten que pueden perderlo todo de un momento a otro”, expresó una activista del Centro de Derechos del Migrante. Las organizaciones locales han comenzado a ofrecer asesorías legales gratuitas y refugios temporales para familias afectadas por detenciones o deportaciones.
Mientras tanto, el Departamento de Justicia señaló que más operativos federales continuarán ejecutándose en el sur de California como parte del plan fronterizo nacional. Los residentes de Oxnard, sin embargo, se preparan para nuevas protestas y temen que lo ocurrido esta semana sea apenas el comienzo de una escalada de enfrentamientos entre ICE y la comunidad local.
 
															 
				 
											
 
								 
															