La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció el martes la apertura de “Speedway Slammer”, una nueva instalación de detención para inmigrantes en Indiana, como parte de la agresiva política migratoria del presidente Donald Trump. Este centro, ubicado en el Miami Correctional Facility, marca un paso más en la expansión de la capacidad de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Un nuevo capítulo en la política migratoria
El “Speedway Slammer” añadirá 1,000 camas a la capacidad de detención de ICE, según un comunicado de Noem. “Gracias al gobernador Mike Braun por su colaboración para ayudar a sacar a los peores de los peores de nuestro país”, afirmó, destacando la alianza con el estado. La instalación, situada en Bunker Hill, a unos 70 kilómetros al norte de Indianápolis, será la segunda de su tipo tras el controvertido “Alligator Alcatraz” en Florida. Noem también instó a los inmigrantes indocumentados a “autodeportarse” usando la aplicación CBP Home para evitar el arresto.
Por su parte, el gobernador Braun, un firme aliado de Trump, expresó su apoyo al proyecto. “Indiana está adoptando un enfoque colaborativo para combatir la inmigración ilegal y liderará entre los estados”, dijo en una declaración. La iniciativa se financia a través de un proyecto de ley de reconciliación firmado por Trump en julio, que destinó 170,000 millones de dólares a ICE, incluyendo fondos para el programa 287(g), que permite la cooperación entre autoridades locales y federales en la detención de inmigrantes.
Reacciones y controversias
La apertura del “Speedway Slammer” ha generado alarma entre defensores de los derechos de los inmigrantes y activistas. La instalación de Florida, conocida como “Alligator Alcatraz”, ha sido criticada por sus condiciones, con reportes de hacinamiento y falta de acceso a servicios básicos. Organizaciones como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) han señalado preocupaciones similares sobre el centro de Indiana, especialmente por su ubicación en una prisión de máxima seguridad. Según la ACLU, el Miami Correctional Facility ya enfrentaba críticas por problemas de personal y condiciones de reclusión antes de su conversión en un centro de detención migratoria.
Además, el nombre “Speedway Slammer”, que alude al famoso Indianapolis Motor Speedway, ha sido cuestionado por trivializar un tema humanitario serio. Activistas argumentan que la retórica de Noem, que describe a los detenidos como “los peores de los peores”, estigmatiza a los inmigrantes, muchos de los cuales no tienen antecedentes penales. Según datos del Departamento de Seguridad Nacional, en 2025 se han deportado más de 200,000 personas, un aumento del 30% respecto al año anterior.
Contexto de la política de deportaciones
La administración Trump ha priorizado la deportación masiva, con un objetivo de alcanzar 3,000 expulsiones diarias, según el asesor Stephen Miller. El “Speedway Slammer” es parte de un plan para aumentar la capacidad de detención de ICE de 60,000 a 100,000 camas a nivel nacional. Noem ha indicado que estados como Arizona, Nebraska y Luisiana están en conversaciones para abrir instalaciones similares, siguiendo el modelo de Florida e Indiana.
Por otro lado, el programa 287(g), reforzado por el reciente proyecto de ley, ha ampliado la colaboración entre ICE y las fuerzas locales, lo que ha generado críticas por posibles violaciones al debido proceso. En Indiana, el Departamento de Correcciones, la Policía Estatal y la Guardia Nacional han firmado acuerdos para apoyar las operaciones de ICE, según la oficina de Braun.
Impacto local y perspectivas
La comunidad de Bunker Hill, una pequeña localidad rural, está dividida ante la llegada del “Speedway Slammer”. Mientras algunos residentes apoyan la medida como una forma de reforzar la seguridad, otros temen el impacto económico y social en la zona. La instalación, ubicada en un antiguo complejo de la Fuerza Aérea, tiene capacidad para 3,100 personas, pero enfrenta desafíos de personal, según funcionarios estatales.
Mientras tanto, la controversia en torno a las condiciones de detención y los derechos de los inmigrantes sigue creciendo. Organizaciones de derechos humanos han pedido transparencia sobre cómo operará el “Speedway Slammer” y han advertido sobre posibles protestas, similares a las vistas en Florida, donde activistas denunciaron las condiciones en “Alligator Alcatraz”. A medida que la administración Trump avanza con su agenda migratoria, el debate sobre el equilibrio entre seguridad y derechos humanos promete intensificarse.
