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Agricultores de Oregon en crisis por redadas de ICE

Agricultores de Oregon en crisis por redadas
EFE

Las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) han desatado una crisis en los campos agrícolas de Oregon, donde la escasez de trabajadores amenaza con dejar cultivos sin cosechar. Con miles de toneladas de frutas y verduras en riesgo, los agricultores enfrentan pérdidas millonarias mientras los trabajadores, temerosos de ser detenidos, evitan salir a laborar. Esta situación, agravada por operativos en California, pone en jaque la industria agrícola del estado.

Cerezos abandonados en el valle de Willamette

Ian Chandler, un agricultor de cerezas en el valle de Willamette, observa con impotencia cómo sus frutos se pudren en los árboles. “Hace dos semanas era el momento perfecto para la cosecha, pero sin trabajadores, perdimos el tiempo ideal”, lamentó Chandler en una entrevista con CNN. De sus 50 hectáreas de cerezos, una cuarta parte de la producción se ha perdido, con daños estimados entre 250,000 y 300,000 dólares. “Este invierno, los mapaches estarán felices, pero nosotros no”, agregó con resignación.

Normalmente, Chandler depende de trabajadores latinos que migran desde California tras la temporada de cosecha en el sur. Sin embargo, las redadas de ICE en condados como Ventura, donde agentes visitaron granjas y detuvieron a decenas de personas, han disuadido a muchos de viajar a Oregon. Según el agricultor, la mitad de su equipo habitual, con el que mantenía contacto durante todo el año, no llegó esta temporada.

Miedo que paraliza a los trabajadores

El temor a las detenciones ha llevado a muchos jornaleros a quedarse en casa. “Nadie se siente seguro cuando escucha la palabra ICE, ni siquiera los documentados”, señaló un trabajador anónimo en Ventura, según Reuters. En Oregon, la situación es similar. Algunos trabajadores, incluso aquellos con estatus legal, han reducido sus actividades fuera del hogar para evitar encuentros con agentes federales. El Departamento de Agricultura de EE.UU. estima que el 42% de los trabajadores agrícolas del país son indocumentados, mientras que un 26% son inmigrantes con ciudadanía o residencia permanente.

Por su parte, organizaciones como el Oregon Farm Bureau han reportado que hasta un tercio de los trabajadores agrícolas del estado carecen de estatus legal. Austin McClister, portavoz del grupo, advirtió que sin estos trabajadores, “no podremos alimentar a la gente”. La industria de bayas de Oregon, que produce más de 125,000 toneladas anuales y exporta a 20 países, está particularmente vulnerable, según el Departamento de Agricultura estatal.

Impacto en la cadena alimentaria

La crisis no se limita a Oregon. En California, agricultores reportaron pérdidas de hasta el 70% de su fuerza laboral tras redadas similares, dejando cultivos como fresas, tomates y uvas sin cosechar. Economistas de Oxford Economics advierten que los trabajadores nativos no suelen reemplazar a los inmigrantes en estas tareas, lo que podría disparar los precios de los alimentos y afectar la seguridad alimentaria. En 2024, California enfrentó pérdidas de 1,500 millones de dólares en cultivos no recolectados, según el California Farm Bureau.

En consecuencia, algunos agricultores buscan alternativas. En Unger Century Berry Farms, en Cornelius, los dueños han implementado políticas estrictas de control de visitantes para proteger a sus empleados. Katie Bolton, copropietaria, expresó su preocupación por el futuro: “Si los trabajadores tienen miedo de venir, será devastador para nosotros”. Otros están explorando tecnologías como las de Farmonaut, que ofrece monitoreo satelital para optimizar recursos, pero estas soluciones no sustituyen la mano de obra necesaria para la cosecha.

Llamados a la reforma migratoria

El presidente Donald Trump reconoció el impacto de las redadas en la agricultura, prometiendo una orden ejecutiva para mitigar los daños, aunque aún no se ha concretado, según la Casa Blanca. Mientras tanto, legisladores como el senador John Fetterman de Pensilvania han pedido reformas, como la ampliación del programa H-2A de visas temporales, que en 2024 otorgó 298,000 permisos, según el Departamento de Trabajo. Sin embargo, críticos señalan que el programa es costoso y no cubre las necesidades de cultivos de temporada corta, como las cerezas.

A medida que la temporada de cosecha avanza, los agricultores de Oregon enfrentan un futuro incierto. Con cultivos en riesgo y trabajadores atemorizados, la industria agrícola clama por soluciones que equilibren la aplicación de leyes migratorias con la necesidad de mantener la producción de alimentos.

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