En medio de crecientes tensiones con la Casa Blanca, la Reserva Federal de Estados Unidos decidió mantener sin cambios las tasas de interés este miércoles, marcando la quinta reunión consecutiva en la que conserva su tasa de referencia entre el 4,25 % y el 4,5 %. La medida llega en un contexto de presión constante por parte del presidente Donald Trump y sus aliados, quienes exigen recortes que reduzcan los costos de los préstamos y estimulen el mercado inmobiliario.
La Reserva Federal y su postura frente a las tasas de interés
La decisión de la Reserva Federal refleja una estrategia de cautela ante una economía que muestra señales mixtas. A pesar de que el producto interno bruto (PIB) creció un 3 % anualizado en el segundo trimestre, los indicadores más detallados muestran una desaceleración en el consumo interno y en la inversión privada.
En un hecho poco común, dos gobernadores, Christopher Waller y Michelle Bowman, votaron en contra de mantener las tasas, apoyando una reducción de un cuarto de punto porcentual. Esta división interna no se veía desde 1993, y evidencia el momento complejo que enfrenta el banco central: balancear una economía aún vulnerable con presiones políticas sin precedentes.
Los analistas del mercado esperan que, si las condiciones lo permiten, la Reserva Federal baje las tasas al menos una vez en lo que resta del año, siendo septiembre el mes con más probabilidades de un cambio.
El exterior del edificio de la Reserva Federal de EE.UU. Foto: X/@360RadioCo
Presiones políticas: Trump y su ataque frontal a la Reserva Federal
Donald Trump ha criticado duramente la política monetaria de la Reserva Federal, especialmente a su presidente, Jerome Powell. En los últimos meses, Trump ha lanzado una campaña pública en la que exige un recorte inmediato de las tasas de interés, alegando que su nivel actual afecta negativamente al mercado inmobiliario y al bolsillo de los ciudadanos.
Esta presión alcanzó un punto álgido cuando Trump visitó la sede de la Reserva Federal en renovación, cuestionando abiertamente el gasto de $2.500 millones en el proyecto. Durante la visita, discutió en persona con Powell frente a los medios, argumentando que ese gasto mal gestionado podría ser una justificación legal para su destitución.
A pesar de la tensión, Trump pareció dar un paso atrás días después. “Voy a extrañar a Powell”, afirmó en una declaración sorpresiva, en alusión al fin del mandato del actual presidente de la Fed en 2026. Sin embargo, la campaña de presión continúa, con mensajes en redes sociales pidiendo un recorte urgente de tasas para frenar la inflación y permitir que más estadounidenses accedan a viviendas.
Impacto de las tasas de interés en el mercado inmobiliario
La postura de la Reserva Federal mantiene una realidad compleja para el sector inmobiliario. Aunque Trump y sus aliados sostienen que tasas más bajas ayudarían a estimular la compra y refinanciación de viviendas, la evidencia reciente demuestra que el efecto no es tan directo.

Fotografía del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. EFE/EPA/Al Drago
Durante 2024, cuando la Fed aplicó reducciones moderadas, las tasas hipotecarias no bajaron como se esperaba; al contrario, subieron en algunos momentos debido a factores como la incertidumbre económica global y la escasez crónica de viviendas en el país.
Expertos inmobiliarios advierten que aunque un recorte de tasas podría aliviar un poco el acceso al crédito, no resolverá los problemas estructurales del mercado, como la falta de inventario y el encarecimiento de los materiales de construcción.
Además, la inflación sigue siendo una preocupación persistente. Un recorte prematuro podría reactivar la presión sobre los precios al consumidor, lo cual iría en contra de uno de los principales objetivos de la Reserva Federal: mantener la estabilidad de precios.
¿Qué dice la Reserva Federal sobre el estado actual de la economía?
En su último comunicado, la Reserva Federal reconoció que, pese al crecimiento del PIB en el segundo trimestre, existen señales claras de desaceleración. “El crecimiento de la actividad económica se moderó en el primer semestre del año”, señalaron los funcionarios en su análisis.
Uno de los indicadores más relevantes, las ventas finales reales a compradores nacionales privados, creció solo un 1,2 % entre abril y junio, una disminución frente al 1,9 % registrado a principios de año. Esta cifra sugiere una menor demanda interna, lo que podría impactar en el empleo y la inversión durante los próximos meses.
La Reserva Federal también mantiene su enfoque en el mercado laboral. La presidenta del Banco de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly, advirtió recientemente que no se puede esperar indefinidamente si se detectan señales de debilidad en el empleo. “No quisiera ver más debilidad en el mercado laboral”, afirmó durante un evento en Idaho.
Esta visión es compartida por varios miembros del comité de política monetaria, quienes consideran que un recorte moderado en las tasas podría ser apropiado “bastante pronto”, siempre que los datos económicos lo justifiquen.
Por ahora, la estrategia del banco central parece inclinarse por una evaluación constante y pausada, evitando decisiones impulsivas que podrían desestabilizar el progreso económico alcanzado tras los años de pandemia y disrupciones comerciales.
