La selección de España logró una contundente victoria 4-0 sobre Bulgaria en el estadio José Zorrilla de Valladolid, en partido correspondiente a las eliminatorias para el próximo Mundial. Este triunfo confirma a España como una de las grandes favoritas a clasificar directamente al torneo que se celebrará en 2026. Los goles fueron obra de Mikel Merino, quien anotó dos, un autogol de Chernev y un penal convertido por Oyarzabal en tiempo añadido.
El conjunto español dominó gran parte del encuentro con un estilo de posesión intensa, alcanzando hasta un 83% en la primera mitad. La afición, con más de 24 mil espectadores, disfrutó de un buen fútbol, marcado por el regreso destacado de Pedri y la organización en el medio campo. España suma así 29 partidos oficiales sin perder, un récord que iguala la mejor generación histórica del país.
Dominio absoluto y rendimiento de Pedri
España se mostró sólida desde el silbato inicial, imponiendo su ritmo pese a la defensa cerrada de Bulgaria, que planteó un esquema con cinco defensores. Aun así, la posesión española generó múltiples ocasiones, con Pedri siendo el motor creativo. Él brilló en una versión más ofensiva, aproximándose constantemente al área rival y distribuyendo el juego con precisión.
Mikel Merino abrió el marcador tras un centro preciso de Le Normand, rematando de cabeza a los 35 minutos. Bulgaria intentó reaccionar con algunas jugadas a balón parado y con su mejor jugador, Despodov, pero la dupla defensiva Laporte-Le Normand estuvo atenta. El portero Unai Simón mantuvo su portería imbatida y estableció un récord de minutos sin recibir goles en eliminatorias nacionales.
En el segundo tiempo, Merino volvió a anotar para afianzar la ventaja de España a los 57 minutos. La superioridad física y técnica del conjunto dirigido por Luis de la Fuente fue evidente, con un dominio claro en la intermediaria y transiciones rápidas para atacar.
El remate de goleada y la búsqueda de variantes
El tercer gol llegó en el minuto 79 gracias a un autogol de Chernev, producto de la insistencia ofensiva española y de generar desconcierto en la defensa búlgara. A pesar de que algunos delanteros como Oyarzabal mostraron imprecisiones, la amplitud del resultado nunca estuvo en riesgo. El gol de la tranquilidad lo puso Oyarzabal desde el punto penal en el minuto 92, extendiendo la goleada.
Luis de la Fuente experimentó con algunos cambios, dándole minutos a jóvenes como Borja Iglesias y Aleix García, y buscando alternativas en la delantera tras la ausencia de Morata. Oyarzabal tuvo algunas oportunidades claras pero fallidas, aunque su penal fue un cierre adecuado para el encuentro. La capacidad del entrenador para adaptar su alineación ante lesiones y sanciones sigue siendo una fortaleza clave. El partido confirmó el poderío ofensivo y la profundidad del equipo español, que sigue construyendo un grupo competitivo con jóvenes emergentes y jugadores consolidados. España se prepara con firmeza para las próximas jornadas de clasificación al Mundial, manteniendo un récord impresionante de resultados.
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