El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) informó sobre la muerte de otro migrante. Esta vez ocurrió en un centro de detención en California. Con este fallecimiento, suman al menos 21 inmigrantes muertos en centros federales durante 2025, según datos oficiales de la agencia.
En un comunicado, ICE dijo que la víctima era Gabriel García Avilés. Él era un ciudadano mexicano de 56 años. Estaba detenido en el Centro de Procesamiento de Adelanto, en el condado de San Bernardino. El hombre fue trasladado al Victor Valley Global Medical Center después de presentar síntomas severos de abstinencia alcohólica, antes de morir días más tarde.
La agencia señaló que García Avilés fue declarado muerto por los médicos tras sufrir un paro cardíaco derivado de un síndrome de abstinencia. Las autoridades agregaron que los familiares autorizaron suspender las maniobras de reanimación después de que su condición se deteriorara rápidamente.
El inmigrante fue arrestado en Santa Ana
Según ICE, la Patrulla Fronteriza detuvo a García Avilés el 14 de octubre. Esto ocurrió en Santa Ana, California. Los agentes estaban cumpliendo con una orden de arresto pendiente. Un día después fue transferido al centro de detención de Adelanto, donde comenzó a mostrar señales de desorientación, confusión y movilidad reducida.
El personal médico dijo que el detenido admitió beber un litro de licor cada día. Este patrón empeoró sus problemas de salud después de su arresto. Debido a la gravedad de sus síntomas, fue trasladado al hospital, donde permaneció internado bajo vigilancia médica hasta su fallecimiento.
En su historial migratorio, García había sido arrestado previamente por agentes de la Patrulla Fronteriza en 2007 y 2008 por entradas irregulares al país. Posteriormente, fue detenido en 2011 por la Policía de Costa Mesa por alteración del orden público y por proporcionar una identificación falsa. En 2014, un juez de inmigración cerró su caso administrativo, aunque nunca obtuvo un estatus legal en Estados Unidos.
ICE precisó que al momento de su última detención, García Avilés enfrentaba un proceso de deportación. La agencia aseguró que se notificó a la familia y al Consulado de México sobre el fallecimiento, conforme al protocolo vigente.
Aumentan las muertes bajo custodia de ICE
El caso de García Avilés se suma a una lista creciente de muertes registradas en centros migratorios durante el último año. Organizaciones de derechos humanos han criticado la falta de supervisión médica, el hacinamiento y las condiciones insalubres dentro de las instalaciones de ICE.
Entre las víctimas recientes se encuentra Lorenzo Antonio Batrez Vargas, un mexicano de 32 años, que murió el 31 de agosto mientras estaba detenido en Arizona. El joven ingresó al Mountain Vista Medical Center después de sufrir complicaciones aún no determinadas, y las autoridades siguen sin divulgar la causa oficial de su muerte.
Otro caso fue el de Isidro Pérez, un ciudadano cubano de 75 años fallecido en el Hospital HCA Kendall en Florida el pasado 26 de junio. ICE informó que Pérez se encontraba bajo observación médica en el Centro Krome cuando comenzó a experimentar fuertes dolores en el pecho. La causa del deceso aún está bajo investigación.
También en junio, oficiales encontraron inconsciente a Johnny Noviello, de 49 años, en una prisión federal donde esperaba su deportación. El informe de ICE indica que los equipos médicos intentaron reanimarlo con desfibrilador y maniobras de reanimación cardiopulmonar, pero falleció antes de recibir atención hospitalaria.
Críticas a las condiciones y falta de atención médica
Defensores de inmigrantes y grupos de monitoreo independientes han denunciado las muertes ocurridas en los centros de detención de ICE. Según el Proyecto de Supervisión de la Detención (DOP) y la Comisión de Derechos Humanos de EE. UU., muchos de estos centros tienen problemas graves. Hay deficiencias en la sanidad, poco personal médico y más casos de negligencia.
Los expertos dicen que el estrés prolongado y la falta de tratamiento para enfermedades empeoran la situación de los migrantes detenidos. También, la falta de atención psicológica aumenta su vulnerabilidad.
Diversas organizaciones han cuestionado con fuerza el funcionamiento del centro de Adelanto, donde murió García Avilés. En 2024, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) lo sancionó. Esto fue por no seguir los protocolos de salud y seguridad. Una auditoría mostró que hubo un uso excesivo de confinamiento. También se encontró mala atención médica y denuncias de malos tratos.
Por su parte, ICE asegura que mantiene “los más altos estándares de atención médica” y que investiga cada muerte bajo custodia. En 2025, la agencia ha reportado oficialmente 21 fallecimientos, superando la cifra total de 2024.
El reciente incremento de detenciones y la saturación en los centros migratorios elevan las preocupaciones sobre el bienestar de quienes esperan procesos de deportación o asilo. Mientras tanto, organizaciones civiles exigen transparencia y responsabilidad ante una crisis que parece no tener fin.
